Capítulo 21

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El rey se encontraba deambulando por el castillo, buscaba a Iraila, su sirvienta con la cual se encontró dos minutos más tarde. Estaba en la alcoba de Úrsula y le hacía la cama.

- ¡Iraila! - dijo el rey

- ¿Qué se le ofrece, alteza?

- ¿Alguien más ha visto al hombre que ha venido a verme?

- No, señor.

- ¿No sabes de quién se trata, verdad?

- En absoluto. No le he visto nunca.

- Gracias.

Harry se dio media vuelta y se fue cerrando los puños. Le habían amenazado y no sabía de quién provenía la amenaza; se podría decir que estaba enfurecido.

Decidió ir al despacho de su padre, quería ver las caras de cada uno de los habitantes de su reino y su padre guardaba una ficha de todos y cada uno de ellos.

- ¡Harry! - gritó alguien a su espalda, lo que hizo que el rey se detuviera y diera media vuelta; se encontró con su hermana, Liam y Meredith.

- ¡Qué ha ocurrido? - preguntó al ver a los tres juntos y un poco sucios.

- Unos bandidos nos han atacado. - explicó Merdith – pero mi hermano nos ha salvado.

El rey se acercó a ellos.

- Muchas gracias Liam. - dijo dándole un abrazo – Te debo una.

- Considérelo una muestra de gratitud después de todo lo que le he hecho majestad. - respondió Liam sonriendo.

- ¡Vamos a mi habitación! - ordenó el rey – tengo algo muy importante que contaros.

Los tres siguieron al rey a su alcoba.

- Sentaros, por favor. - les pidió nada más abrirles la puerta.

- ¿Qué ha ocurrido, Hazza? - preguntó Meredith que pudo notar que no era capaz de mirarla a los ojos.

- Alguien ha venido a amenazarme.

- ¡Quién ha sido? - preguntó Liam muy serio.

- No lo sé. No le conozc0. Era un hombre alto de cabello castaño. No ha querido decir su nombre.

- ¡Cómo rey de Lancelot deberías haberlo exigido! - le reprendió su hermana.

- ¿Has perdido la pulsera de madre, verdad? - le preguntó a su hermana que ésta tras remangarse la manga y no ver nada en su muñeca se llevó las manos a la cabeza.

- ¡No puede ser!

- La tiene el que me ha amenzado. - le explicó Harry.

- ¿Te ha hecho chantaje, verdad? - preguntó Úrsula muy alterada.

Harry miró a Meredith fijamente, sus ojos estaban húmedos y las lágrimas estaban a punto de empapar sus mejillas. Liam al ver al rey de esa manera sujetó con firmeza la mano de su melliza.

- ¡Harry! - intervino Meredith - ¿Qué es lo que te ha pedido?

El rey agachó la cabeza, no sabía cómo explicarlo. Se pasó la mano por la frente, inspiró y exhaló profundamente y al fin dijo.

- Tengo que... - miró a Meredith a los ojos y continuó – casarme con Mía, la princesa de Okland, sino no nos devolverá la pulsera de madre.

Meredith no pudo evitar que las lágrima surcaran su rostro.

- ¿No irás a aceptar el chantaje, verdad? - preguntó Úrsula.

- Puede que sea un enviado del rey y te recuerdo que el rey de Okland era un gran amigo de nuestro padre. ¡No quiero hacerlo! - chilló al ver la cara de su hermana – Pero es que si no lo hago perderemos el regalo que madre te hizo nada más nacer.

The only truth - Harry Styles ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora