Capítulo 6

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El día había amanecido soleado, el tiempo favorito del príncipe Harry que no dudó en levantarse de la cama y vestirse para ir a montar. No sin antes ir a buscar a su hermana pequeña.

- ¡Meredith! ¿Puedo pasar? - preguntó al otro lado de la habitación de su hermana.

- ¡Sí! - respondió Meredith en un susurro casi inaudible.

Harry abrió la puerta, entró y encendió la luz. La encontró acostada sobre la cama, temblando y tapada con un montón de mantas.

- ¡Meredith! - se acercó a ella – Voy a llamar a Iraila, ella te ayudará.

- ¿Vas a ir a montar?

- Sí, ¿vas a venir conmigo, no?

Meredith asintió con la cabeza.

- Voy a buscar a Iraila ¡tranquila! - besó su frente – Te pondrás bien.

Harry salió de la habitación de la benjamina de la familia y se recorrió el castillo buscando a Iraila. Cuándo la encontró no pudo reprimir una sonrisa de felicidad.

- ¡Iraila! - la llamó.

- ¿Qué ha pasado, príncipe Harry? Está un poco alterado.

- Es Meredith, está enferma. Tiene que ir a verla.

- ¡Vamos!

Iraila y Harry fueron a la habitación de Meredith. La sirvienta tan pronto como entró ya supo lo que le pasaba.

- Príncipe Harry, su hermana está enferma. Pero no es nada grave, lo único que necesita es descansar.

- Entonces, ¿no puede venir conmigo a montar?

- ¡No! Ni se le ocurra, se pondrá peor.

- Pero... - intervino Meredith – Yo quiero ir, no quiero dejar sólo a Harry.

- Sé cuidarme sólo pequeña. - dijo Harry – Pero te echaré de menos así que me quedo y te hago compañía.

- ¡No! - se quejó Meredith – Montar para ti es un respiro y lo necesitas. ¡Ve! Yo me pondré bien.

- Bueno. - aceptó Harry – Me voy, pero cuándo vuelva te vengo a ver.

- Vale – dijo su hermana – Ve tranquilo, Iraila me cuidará.

Iraila se quedó con la princesa mientras Harry abandonaba el castillo y se dirigía la establo a buscar a Relámpago. Colocó sus bridas y su asiento de montar y se marchó.

No se detuvo hasta llegar a los lindares de su reino y encontrarse con una niña que se le hacía familiar. Su pelo castaño y ondulado y sus manitas ayudaron a que Harry la reconociera.

- ¡Mack! - la llamó.

La pequeña se dio la vuelta, tenía la cara roja de haber estado llorando y sus manos estaban sucias.

- ¡Hary! - dijo la niña muy contenta.

- ¡Mack! Es Harry – le enseñó – repite conmigo, Harry.

- Harry

- Muy bien pequeña, ¿qué te ha pasado? ¡Ven! - la llamó.

La niña corrió hacia él y lo abrazó fuertemente.

- Yo también te he echado de menos. - le dijo Harry muy contento – Pero, cuéntame ¿qué te ha pasado?

- El chico malo me ha cogido mis frutas.

De repente el rostro del príncipe que desde que vio a la pequeña Mackenzie irradiaba de felicidad cambió completamente.

- ¿Dónde está ese chico, Mack?

The only truth - Harry Styles ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora