𝘉𝘪𝘨 𝘈𝘯𝘵 ~ 𝘚𝘦𝘉𝘪𝘯

𝟣𝟦: "𝖯𝖺𝗋𝗍𝗒"

Más de una semana había pasado y Sejun no había salido de su habitación, nada más para comer o ir al baño. Seung Woo y Seung Sik estaban realmente preocupados por el chico, porque comenzó a estar aquí desde la partida de Subin. No sabían que hacer o como consolar al pelinegro, y no se les ocurrió otra idea que visitarle, llevando una cantidad abundante de chocolate.

Tocaron el timbre de la casa de los Lim y esperaron a ser recibidos.

- Buenas tardes chicos, Sejun está arriba – saludo el señor Lim una sonrisa

La pareja subió con termos las escaleras. No sabían cómo iban a encontrarse a Sejun; triste, enfadado....

Tocaron tres veces la puerta y esta vez fue abierta con velocidad y fuerza.

- ¿SuBin...? Ah, son ustedes.... – el rostro iluminado de Sejun se apagó en segundos.

Volvió sobre sus pasos dejándose caer como si de un peso muerto se tratase. Seung Woo y Seung Sik le miraban con tristeza en los ojos.

- Sabemos que estas mal, pero debes salir de aquí... - se apresuró a decir el mayor de los tres.

- Si, además, hueles fatal –añadió Seung Sik

Seung Woo propino un codazo en las costillas a Seung Sik al ver la mueca asesina de Sejun.

- Gracias, no sabía que ahora mismo estoy hecho mierda – mascullo Sejun entre dientes.

- Al menos... trajimos chocolate- una última esperanza de que Sejun cediera se instaló en el rostro de Seung Woo, mientras le ofreció los chocolates.

Sejun los cogió todos y se volvió a desplomar en la cama, cansado.

- Sé que echas de menos a Subin y que no se fue en las mejores condiciones, que te debe explicaciones y que estas confuso – hablo Seung Sik – pero no te puedes pasar la vida siendo un ermitaño, Sejun. Ya eres mayorcito – la voz de Seung Sik sonaba molesta, como si de una madre enfadada se tratase.

El pelinegro suspiro y se levantó.

- ¿Qué se te ha ocurrido para sacarme de mi cueva? – Sejun entrecerró los ojos.

Seung Woo y Seung Sik se miraron.

- ¡ir de fiesta!- gritaron al unísono.

Sejun rodo los ojos y se dirigió al baño.

- Me ducho, me visto y nos vamos. Pero desde que me encuentre mal, me vuelvo a casa. – finalizo cerrando la puerta del baño

...

Tan solo sería un mes de preparación para luego disfrutar de lo que quedaba del verano. La primera semana había ido como la seda. Subin se sentía integrado en el grupo de amigos con los que compartía la habitación, y poco a poco, Chan y él se fueron conociéndose mejor y siendo muy buenos amigos.

Seguía dándole vueltas al asunto de Sejun. Había estado pensando del discurso que le soltaría mientras se daba una ducha, luego de un día de "clases". Se vistió con su pijama y cogió su teléfono.

Debes llamarlo, inútil.

Desbloqueo el teléfono con temor. Marco el número de Sejun y espero a ser contestado.

Tardo un par de minutos hasta que al fin cogió la llamada.

- ¿S-Sejun?

- ¿SuBin? ¿Por qué me llamas ahora? – su voz sonaba algo ronca.

- Yo... quería hablar contigo sobre...

- ¡Sejun-Oppa! ¿Quién te llama a estas horas? ¡vuelve a la cama! – una voz femenina se oía de fondo, la cual hizo que el corazón de Subin se parase por un segundo.

- Ya, ya.... Subin, ¿Qué decías?

Los ánimos del menor se desplomaron y cayeron diez metros bajo suelo. Tenía ganas de llorar y ni siquiera sabía el por qué, simplemente quería gritarle a Sejun que era un estúpido.

- Es una mala idea. Disfruta, adiós – y colgó lo más rápido que pudo.

Al otro lado de la línea, un Sejun confuso se quedó con el móvil pegado a la oreja mirando al infinito. ¿Qué había hecho? ¿Por qué estaba con una chica en una casa que no era la suya? ¿Acaso había bebido demasiado la noche anterior?

- Disculpa... me tengo que ir – se apresuró a levantarse y vestirse.

- ¿Ya~? – puchereo la chica que estaba en su cama.

La verdad es que la chica era bonita. Su cabello negro y sus ojos grandes eran realmente hermosos. Pero Sejun prefería la gente rubia, para ser honestos.

- Lo siento... - dijo antes de irse del apartamento.

En la otra punta del mundo, un SuBin se metía en la cama, con los ojos rojos de haber llorado por más de una hora. Se sentía como la mierda y quería simplemente desaparecer.

Relájate, no somos nada.

Pero dolía. Joder, dolía.

Se sentía como un estúpido al pensar que podría hablar tranquilamente con Sejun y solucionarlo todo, pero se equivocó.

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