Aldea Invadida

CAPÍTULO 03: La junta

Mientras que la oficial Mary iba de casa en casa junto a otros oficiales de Wildwood para correr la noticia de la junta en la plaza, una mujer caucásica de cabellos rojizos ya se encontraba en el punto de encuentro. Extrañamente vestía una blusa ancha, acompañada de jeans negros y una clase de joya pegada en su frente.

Al llegar al lugar, el sheriff se percató de la presencia de aquella fémina y le extrañaba que estuviese ahí antes que todos.

–Supo muy rápido sobre la junta ¿no?

–En realidad no, sheriff Jason. Es sólo que... creí que harían esto.

– ¿Cómo lo supo?

–Intuición, señor.

Al pasar los minutos, los aldeanos de Wildwood iban llegando cada vez más. Entre ellos John, junto con sus dos mejores amigos: Charls y Mason.

–¿Crees que nos citaron a todos acá por lo que le sucedió a Emma, John? –preguntó Mason.

–De eso estoy seguro, amigo.

–Creo que al fin abrirán una investigación. Todos estos sucesos extraños con los hombres lobos me tienen harto. ¿Recuerdan lo que le pasó a mi padre? Detesto a esos animales. –dijo Charls, mientras fruncía el ceño al recordar el suceso de su padre.

A pocos metros de ellos, otros adolescentes de la aldea estaban haciendo presencia, y al pasar los segundos, decidieron acercarse.

–¿Qué hay, chico torpe? – comentó dirigiéndose a John.

–Déjame en paz, Brandon. ¿Por qué mejor no vas molestar a otro lado?

–Pues, como ves, estamos todos en el mismo lugar. Tal parece que nos han citado porque tu amiguita Emma murió anoche. ¿La mataste, chico torpe?

–¡Ya déjalo, Brandon!

Aquella exclamación fue hecha por Charls, quien seguidamente le dio un leve empujón a Brandon, apartándolo de su amigo.

–Como quieras, imbécil. Vamos, chicos, escuchemos lo que dirá el sheriff. –respondió, alejándose de John y sus amigos conforme pasaban los segundos.

Luego de tantos minutos de espera, en la plaza estaban reunidos todos los aldeanos. El sheriff se situó en el medio de todos para comenzar con su noticia.

–Muy bien, habitantes de Wildwood. Como ya muchos saben, anoche una joven llamada Emma Walker fue comida por los hombres lobo. Sí, esos que de día son personas normales y de noche son unas bestias. No es secreto para ustedes, ya que anteriormente hemos pasado por situaciones como esta. Sin embargo, ahora más que nunca estoy seguro que los hombres lobo hacen parte de nosotros.

Las últimas palabras del sheriff habían dejado impactados a los aldeanos, dando inicio a murmuraciones en la plaza. Algunos gritaban mientras hacían preguntas como: «¿Debemos irnos de la aldea?», otros alcanzaban a soltar lágrimas de temor, y otros simplemente prestaban atención.

–Cálmense todos, el sheriff Jason les terminará de explicar. –dijo en voz alta la oficial Mary, logrando un silencio total en el lugar.

–Gracias, Mary. Como les decía, es muy probable que incluso estén ahora mismo en esta plaza, haciéndose pasar por otro habitante más de esta aldea. Por tal acto he decidido que, a partir de mañana, todos los aldeanos deberán venir a este mismo lugar y a esta misma hora, para así poder analizar sus acciones y poder interrogar a algún sospechoso delante de todos. Si tiene una coartada, podrá fácilmente volver a sus labores.

–Por ahora pueden volver a sus hogares. Y recuerden, manténganse a salvo todas las noches. –dijo la oficial Mary.