3° Temporada: Mi Versión

𝓓𝓮𝓬𝓲𝓼𝓲𝓸𝓷𝓮𝓼 𝓭𝓲𝓯í𝓬𝓲𝓵𝓮𝓼 𝔂 𝓬𝓸𝓻𝓻𝓮𝓬𝓽𝓪𝓼

Narro yo:

Se encontraba una chica en su habitación con una caja sobre su regazo, la acariciaba con cariño y sin que se dé cuenta se le caen unas lagrima, se las seca sin darle importancia y de la caja saca un par de fotos, que al verlas sonríe.

-¡Enana, ya llego la comida!- grita una voz masculina y esta rápidamente se saca los rastros de lágrimas en sus mejillas, sin tocar o pedir permiso el muchacho entra a la habitación de la chica. Era alto, morocho, su pelo era castaño oscuro y tenía los ojos marrones con algunas motas verdes- euu ¿Qué paso?

-Nada, vamos a comer- dice soltando la caja y sin dejar que el morocho vea sus ojos, el simplemente niega sin creerle y la toma del brazo y hace que lo enfrente- EH...

-A mí no me podes mentir, te conozco mejor que nadie- le dice y la toma de la barbilla, levantándole el rostro para que lo vea a los ojos, el morocho se le encoje el corazón al ver sus ojos llenos de lágrimas- ¿Por qué lloras?

-Yo emmm- musita esta y se retuerce las manos- me habrá entrado una basurita en el ojo, viste que está lleno de polvo y...

-Ajam, seguro- la interrumpe el morocho- ahora quiero la verdad- mira hacia la cama y ve la caja, de repente entiende todo- estabas viendo las fotos...

-Si- murmura y se aparta mirando el suelo- las saque de la habitación de papá, él me dijo que las agarre cuando quiera... Pero hasta hoy no me animaba.

-Lo sé, me pasa lo mismo- dice el morocho triste y se sienta en la cama de la chica, toma la caja y saca un par de fotos- ¿las vemos juntos?- le pregunta y la chica asiste emocionada y se sienta a su lado, juntos empiezan a ver las fotos y se ríen recordando momentos o lo que les habían contado, fuera de la habitación se encontraba un señor de 40, que los miraba emocionado y triste a la vez, el morocho al sentirse observado dirige su mirada hacia la puerta- hola pa... Saluda limpiándose las lágrimas, la chica rápidamente se levanta y corre a abrazar al señor, este le devuelve el abrazo y la aprieta contra su pecho, sintiendo paz.

-Hola princesa- la saluda y besa su cabeza- hola campeón- saluda al morocho que sonríe y se acerca para unirse al abrazo

-¿Terminaste de trabajar?- pregunta emocionada la chica y el adulto asiste, riéndose cuando la chica chilla- pedimos algo para comer ¿vamos?

-Si vamos, me estoy muriendo de hambre- le sonríe y mira la caja con una sonrisa triste- te animaste a ver la caja...

-Si es que, quería recordar su rostro- dice triste- cada día lo recuerdo menos, aunque lo veo todas las tardes, en las fotos puedo ver sus ojos.

-Está bien princesa- le dice el adulto con una sonrisa en la cara, aunque tenía un nudo en la garganta.

-¿Cómo está?- pregunta el morocho angustiado- ¿alguna noticia?

-Después de comer voy a ver como esta- les dice y los chicos asisten- vamos a comer antes de que se enfrié... No puede terminar porque escuchan el timbre, estos se miran y rápidamente se dirigen a la puerta de entrada, en esta se encontraba una rubia y un señor mayor con muchos papeles y un maletín médico.

-Doctor- saluda el adulto y mira a la rubia- gitana- Jaz le sonríe, pero la sonrisa no le llego a los ojos y el adulto se dio cuenta.

-Thiago- lo saluda y mira a los chicos que estaban detrás de el con una sonrisa- hola sobrinos- estos le sonríen en modo de saludo, Jaz mira a Thiago que miraba al doctor con curiosidad- ¿podemos hablar?, a solas...

-No- grita la chica enojada y todos la miran- nosotros ya somos grandes, y este tema también nos incumbe...

-Morita, Santi- le suplica Thiago y ella le niega con la cabeza, suspira cansado y asiste- ellos pueden estar, pasen. Jaz asiste no muy convencida y entra a la casa junto al doctor que se encontraba nervioso, se sientan en los sillones- ¿quieren algo para tomar?- habla por fin, después de unos minutos de tenso silencio; tanto Jaz como el doctor niegan- entonces empecemos.