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Capítulo 3.
Grucifix.

C. Copia
Después de dar clases tenía que ir a mi oficina para arreglar un par de cosas para la clase de mañana, realmente me gusta lo que hago, enseñarles a las futuras generaciones lo que con los años he aprendido, decirles que Satanás no es como lo pintan los católicos, cristianos y todos los creyentes en aquel "Dios", decirles lo que realmente fué y es Satán.

Terminé todo lo que tenía que hacer y fui a descansar. Era demasiado temprano así que tomé mi biblia y la leí por milésima vez hasta que me quedé dormido

Melissa
Después de que el monaguillo me mostrara todo el convento termine exhausta ya que era inmenso, pasillo tras pasillo parecía no tener fin...
-Así que eres nueva, ¿cuál es tu nombre?– me preguntó aquél chico.
-Melissa, ¿y el tuyo?
-Oh lo siento, no puedo decirlo— decía cabizbajo— solo dime monaguillo del Cardinal, reglas son reglas.
-oh está bien— conteste y seguimos caminando.
Me dejó cerca de mi dormitorio, aún no tenía nada más que un par de libros, cuadernos y ropa que me dieron dentro de aquí. No hice más que terminar un apunte incompleto y tareas.
Terminé y fui a darme una ducha, me quité el collar que me dió aquel señor y lo deje sobre mi cama, lo observaba mientras me quitaba el uniforme. Entre al baño, no me tomo mas de 15 min, me puse lo que parecía ser una pijama y me recosté pensando en que mis papás no sabían en realidad que clase convento me habían metido, no sabía exactamente cuánto tiempo pasaría aquí, si saldría algún día, si volvería a ver el exterior, esto me hizo pensar seriamente en cuánto quiero regresar con mis padres, solté un par de lágrimas hasta que me quedé dormida

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Desperté y mire el reloj, eran las 5:30 AM así que solo tenía tiempo para cambiarme, lavarme los dientes y salir de inmediato al comedor a desayunar ya que las clases iniciaban a las 7:00.
Salí de mi habitación corriendo para poder llegar, me senté a lado de una chica que recordaba de la clase.

-Buenos días.
-Hola nueva.
-Melissa ¿y tu?– le decía mientras dábamos un apretón de manos.
-Lea.
Despues de esto, comenzamos a desayunar mientras yo veía a todos balbucear entre ellos, hasta que choque miradas con Cardenal Copia, estaba sentado con los demás guias el solo me sonrió, me sonroje y baje la mirada y seguí comiendo pero más rápido, espere a que terminara Lea para irme junto con ella al aula, no quería volver a perderme.
-¿Cuanto llevas aquí?— le pregunté.
-No mucho, entre como 2 semanas antes que tu.
–¿Y por que estás aquí?
–Pues mi familia era cristiana, y yo igual, bueno, lo era y quería ser monja asinque me trajeron acá pero ni ellos ni yo sabíamos en realidad que era- decía con risa burlona–¿y tu?
–Mis padres creen que era rebelde por decirles que Dios no existe y querer salir con mis amigos– le dije mientras rodaba los ojos.
–¿Y saben de aquí en siguen en este convento?-
–No, y mejor que no lo sepan— le dije mientras tomábamos nuestros asientos.
No pasaron más de 5 min cuando entro Sister a darnos algunas indicaciones para la semana siguiente ya que se celebraba algo, realmente no puse atención al itinerario. Pasaron como 20 min y entro Cardinal Copia
–Buenos días chicos.
–Buenos días guia- contestamos unísonos.
Se sentó en el escritorio y comenzó a darnos clase.

Realmente me llamaba la atención ya que al parecer no estaba tan equivocada en lo que les dije alguna vez a mis papás sobre Lucifer y su destierro... De un momento a otro perdí el hilo de lo que decía el guía ya que se sentó sobre el escritorio y hablaba con tanta pasión sobre el tema y se vea genial, lo admiraba? Quizás. Me di cuenta de que ya no sabía lo quemdecia, cerré los ojos respire profundo, toque mi pecho y no sentí el collar. –Mierda- pensé. Abrí los ojos rapido y seguí prestando atención esperando que se acabará pronto la clase para poder buscar ese collar.
Después de un par de horas, tuvimos un pequeño receso, así que iba rápido para mí dormitorio a dejar unos cuadernos para no cargarlos siempre e ir por el collar.
Afortunadamente estaba sobre mi cama, así que me lo puse, lo ví y aún no sabía que significaba aquel símbolo.
-¿Deberia preguntarle al guía?- pensé
–Por poco lo pierdes- decía alguien en el marco de la puerta. Voltee y era Copia
–No, bueno, en realidad si, pero estaba aquí así que no cuenta como perdida- reí a lo que el también rió
–Anda, regresa a clase- decía con un movimiento de cabeza. Solo asentí, salí de mi habitación y Cardinal cerró la puerta. Regresamos al aula juntos sin pronunciar ninguna palabra.

C.Copia
Desperté, me bañé y cambié de ropa para salir de mi habitación e ir a desayunar, me senté junto con mis demás hermanos guías, a lo lejos pude divisar a Melissa, hablaba con una chica –Ya tiene una amiga- pensé mientras la seguía viendo, al parecer sintió la mirada y me volteo a ver, le sonreí, ella bajó la mirada y siguió comiendo.

Los guías desayunamos 15 minutos antes que los alumnos para poder ir por nuestras cosas y dar clases.
Llegué al salón de Melissa, los saludé y comence a dar mi clase, realmente me apasionaba compartir sobre la vida del señor, nuestro señor Satán.
Siempre se me van las horas como si fueran minutos, empiezo a hablar y hablar, para sentirme más cómodo el senté sobre el escritorio mientras veía a cada uno de los chicos interesados en mi, Observé a Melissa, pero no ví el collar que le dió Papa Zero.
Me observo y vio que la estaba viendo, cerró los ojos y como por arte de magia se dió cuenta de que no traía el collar, prosegui con la clase.
Al terminar, seguí a Melissa para preguntarle sobre el collar, iba para su habitación. Yo no podía parar de verla, era linda, no era como las demás, su tez clara, sus piernas largas, su cadera bien definida y más con aquella falda, simplemente me cautivaba, sabía que estaba mal, pero en el sentido demquenyo era su guía, eso sí, –nuestro Señor jamás me lo perdonaría– pensé, pero es imposible.
Vi que tomo el collar y se lo puso.
–Por poco lo pierdes.
-No, bueno, en realidad si, pero estaba aquí así que no cuenta como perdida- rió a lo que yo también lo hice.
–Anda, regresa a clase- le dije con un movimiento de cabeza.
Ella asintio, salio de su habitación y cerré la puerta. Regresamos al aula juntos sin pronunciar ninguna palabra.
Queria habalr con ella, pero simplemente no sabía sobre que habalr y es que en realidad con ningún aprendiz m0he hablado más que sobre las clases. En realidad solo para eso podíamos hablar, me mantuve a la raya.

GraceRZK
🌈

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