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Capítulo 9
Pro Memoria.

-Cardenal...
-¿Si?

C. Copia
Estaba comiendo tranquilamente, una que otra mirada con Melissa, mi pequeña... ella me vuelve loco, me hace sentir cosas que nunca sentí...
En eso que alguien me llama y voltee a ver quien era aquella voz familiar.

-¿Si?... Oh, Sister, ¿qué pasa?
-Cardenal, debemos de ver los preparativos, todo debe estar perfecto para su gran transformación.
-¿ahora?
-Si, si, ahora, Cardenal.

Me levanté y caminé junto a ella, me iba a llevar a no sé dónde, mientras caminábamos platicabamos un poco, nada de importancia hasta que mencionó algo relacionado con Melissa.

-¿disculpe?
-Bueno, digo... ya sabe como los rumores vuelan, Cardenal...
-Rumores falsos de personas falsas, Chismosas y malas, Sister.
-Si... Pero igual tampoco le veo tanto el chisme. Con todo respeto, Cardenal pero usted debe ser alguien responsable, más por el puesto que ahora tendrá, los Papas no tienen tiempo para relaciones de ningún tipo y además no está permitido.
- A...
-Lo siento es que yo he visto que siempre está al pendiente de esa muchachita y créame, no es para usted, ni para una noche, es tan religiosa que no podría ni rezarle a nuestro Maestro.
-Sister, es mi aprendiz y no permitiré que le hable así, que siga todas esas cosas, ella está aprendiendo y claro que está de nuestro lado.
-Del suyo, será...- la vi con enojo, ya habíamos llegado al salón.
-Será mi ceremonia, ni crea que la voy a invitar a pasar... y olvídese de su invitación.

Le dije molesto y antes que diga algo entré al lugar y cerré la puerta.


-¿tú novio se fue?
-¿cómo?

Melissa
Lea empezó a reír, siempre me molestaba con lo mismo, claro, yo me reía de sus ocurrencias y las cosas que me decía, si supiera...
Y no, a ella no le he dicho nada, es mi amiga pero mejor prevenir a luego lamentar.
Dejando a un lado eso, estaba muy feliz por Copia, ser Papa era lo que quería y al fin lo consiguió, él será uno de los mejores, bueno el mejor que pude ver descender al puesto como Papa.

-¿Negro con rojo o con dorado?
-¿No tiene otros colores?

C. Copia
Le pregunté a la persona encargada de ver los preparativos, era una mujer de unos treinta, tal vez, las velas eran lindas, el decorado también, tendrían la imagen de nuestro símbolo, pero no me convencía los colores que me mostraba... Siempre los mismos colores, blanco, blanco y amarillo, dorado, algo de rojo...

-Estos son los colores que más nos encargan, Cardenal.
-Si, pero esto no será cualquier cosa, esto es muy importante, velas importantes para una ocasión mucho más importante- le sonreí a la mujer- ahora... quisiera unas velas negras con azul y algunas rojas para no perder la costumbre.
-Así será, Cardenal.

xXx

Melissa
El sol ya se ocultaba, estaba en mi dormitorio leyendo uno de mis libros sobre el satanismo, en eso que alguien golpeó mi puerta, le dije que pasara y al voltearme a ver quien era y unos cuernitos plateados, reí y luego el ghoul se asomó y sonrió.

-¿Omega, verdad?- asintió- ¿Puedo ayudarte en algo?- sonreí.
-¿Sabes donde está el cardenal?
-No, ha estado ocupado viendo sus preparativos.
-¿Ya será Papa?
-Si, ¿no te dijo?
-No siempre nos dirige la palabra- se encoge de hombros.
-¿y ustedes qué son de él?
-Ayudantes...
-Esclavos sexu...-se asoma Alfa pero Omega le da un codazo y lo interrumpe.
-¡Maldita sea, abres mucho esa boca!
-Mira quién lo dice...- se ven entrecerrando los ojos a lo que reí por su pequeña discusión.

En eso alguien carraspeo y volteamos a ver quien era.

-pequeños Ghouls, ¿qué... hacen aquí con mi chica?
-Quería hablar con...- decía Omega pero Copia lo interrumpió.
-Primero hablaré con Melissa.
-Claro...

Los ghouls salieron y Copia cerró la puerta, se acercó a mi y me dio un beso, se sentó junto a mi.

-¿qué pasa?, ¿estuvo bien tu día?
-Si, algo aburrido y bueno, además de darte besos de buenas noches, vengo a invitarte a mi ceremonia, mañana seré Papa y quiero que estés ahí, eres parte de mi y...- se acercó a mi y besó mis labios- más que mi aprendiz, sabes que te amo, Melissa...
-Copia, estaré ahí y estoy tan feliz de que me consideres y más por ser parte de ti.

Nos besamos, me tomó de las caderas y me puso encima de él, me acercó más a su cuerpo.

-Necesitaré un vestido o algo... no quisiera ir con el uniforme.
-Demonios, con el uniforme o con lo que sea te ves... radiante y hasta sin ropa... ve sin ropa...- reímos y nos besamos.
-Que locuras se te ocurren- reímos.
-Tal vez pueda conseguirte algo, algo blanco tal vez... azul, ¿te gusta?
-Lo que sea me gustará- nos besamos.

Nos dimos las buenas noches, ya necesitábamos dormir así que después de la visita de Copia me puse la pijama y me metí a la cama, soñando como sería el día de mañana.

xXx

C. Copia
Hoy, hoy era el día, estaba algo nervioso, alimentaba a mis ratas algo alterado, siquiera mis ghouls estaban junto a mi en la crisis que estaba pasando, una crisis de nervios que sentía que no sé terminaría.

-Ya casi, ya casi será la hora, lo presiento, lo sé... Ya olvidé todo lo que iba a decir... ni siquiera sabía que iba a decir, ¿qué se suponía que diría?, bueno si, daría las gracias pero... ¿y qué más?
-¿No te dieron un guión?
-¿Guión?, ¡Maldita sea, Omega, no estamos en Hollywood!, no, claro que no tengo un maldito guión...

En eso tocaron la puerta, estaba tan sensible que salté del susto y la comida de las ratas se me cayó.

-Carajo... ¡recoge la maldita comida, earth!, haz algo... ¡pase!- dije y mi monaguillo me avisó de que ya era hora- Bien, los veo en un rato, luego habrá una misa y podrán asistir, deseenme suerte, pequeños ghouls.

Salí de mi oficina y caminé hasta el salón de ceremonias, todas las monjas estaban presentes, el Papa Zero y la chica de mis sueños y de mi corazón, Melissa.
Todos estaban tan felices al verme, al acercarme a Zero pregunté por Sister, aunque estaba molesto por las malas creencias que tiene de Melissa y por ser algo chismosa, aún así quería que estuviera presente en mi pase de puesto.
Él sonrió y me agarró de los hombros.

-Hijo... hoy es un día especial, el gran cargo como Papa de este gran castillo de pecados quedará en tus manos, espero que el gran maestro Satanás esté con nosotros y de acuerdo con esta decisión, espero que esté feliz, que tenga un gran futuro para ti. Usa tu sabiduría... sobre todo esa, la inteligencia es importante y te ayudará a tomar decisiones responsables, sé responsable. Bueno... ha llegado tu momento.

Sonreí por todo lo que me dijo y antes de que preguntara otra vez por Sister como si no me hubiera importado todo lo que me dijo, vi como monjas empezaron a rodearme, la luz se apagó y lo único que hacía luz eran las hermosas velas que encargué para mi gran ceremonia, rezaban en latín, por nuestro Maestro Satán y por mi, vi a Sister enfrente de mi, le sonreí y ella me devolvió el gesto, se acercaron más a mi al terminar de rezar y tapándome de la vista de los demas me empezaron a quitar la ropa, poniéndome una nueva, el alba, la casulla y la Mitra, todo era se un color que combinaba bastante, quedaba tan bien en mi, negro y azul... y pequeños decorados con dorado, todos empezaron a aplaudir y Papa Zero se acercó a mi y me dio el báculo, lo agarré, tenía el símbolo de la cruz invertida, era dorado. Las monjas bajaron del escenario para que pueda hablar.
Me sentía renacido, me sentía más fuerte, serio, más responsable, es como si alguien me hubiera bendecido con su poder, el poder divino de Satanás, del gran maestro... Y estoy tan agradecido, feliz y no hay nada más que quiera que ser un verdadero hijo del maestro.

-Hoy... me he postrado más cerca ante Satanás, nuestro Maestro, así como está es una ceremonia para celebrar la llegada de un nuevo Papa igual se celebrará por los nuevos tiempos, por los nuevos cambios, ese cambio soy yo, soy parte de ustedes, soy parte de la verdadera descendencia, ahora, para ustedes soy... Papa Emeritus IV.

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THE FATHER.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora