Siendo huérfano. Con un don, y viviendo en un horfanato de muerte en una de las regiones más pobres de Corea.
Kim taehyung. Nariz totalmente delicada. Percibe olores de hasta 50 kilómetros de distancia.
Su niñez no fue muy linda, sufriendo constante...
-hyung!- gritó. El Omega pelinegro volteó su vista, mirando a el alfa castaño.
-hola tae...- sonrió al sentir como los brazos del otro eran posados en su cintura.
-como amaneció?- sus manos acariciaban la piel por encima de la ropa.
-bien taetae.. tu?- pregunto el. Su lobo y el estaban en completa confianza, tanta que restregaba su nariz levemente roja por el frío en el cuello ajeno, lograndolo cautivar con ese aroma a vino tinto, limón y canela.
-me alegra yoongi hyung...- respondió.
Que había pasado en ese tiempo?
Ya había pasado un mes, un mes desde que se conocieron, un mes desde que empezaron a hablar, y también un mes desde que taehyung no mataba a nadie, por que primero era su Omega, quería pasar todo el tiempo con el, claro que nunca bajaba la guardia, y veía detenidamente a cada Omega que pasaba, precisamente ponía su total atención en su aroma.
-vamos?- pregunto, pues ahora estaban n una salida, irían al restaurante Michu, era uno extranjero, pero tenía muy buena comida y era uno de los más caros de la ciudad.
El alfa tomo la mano del bajito para encaminarse hacia el carro, que por parte del padre yoongi fue traído.
-aish, no se por que mi padre mando a alguien, podíamos haber ido tu y yo nada mas- puchereo el pálido. En su mente pensaba que la pasaría el con su alfa, y al fin tendrían un momentito de espacio.
-sabes que el se preocupa por ti yoon, no lo culpes- dijo.
-...lo se, pero ya no ha pasado nada- dijo, refiriéndose a esos asesinatos, que eran horrorosos, mujeres u hombres omegas, totalmente pálidas, con los ojos abiertos, dando a conocer por estos como fue lo que vieron, y su pelo... Arrancado con maldad, como si tuviera coraje.
Nadie quería experimentar eso, era claro.
-no te preocupes yoongi hyung...- hablo- todo va a estar bien- dijo. El Omega lo miro, dándole una sonrisa de gomita.
-si, supongo...- dijo, para después subirse al auto y acomodarse bien para no estar incómodo.
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-que piensan?- pregunto el hombre de apellido min.
-ya no a pasado nada... Es mejor así, no preocupamos a nadie y todos contentos- dijo otro.
-es enserio?!- pregunto min - ese maldito hijo de puta mato a muchas personas!! Eran hijo/ hija o madre!!! De alguien!- reclamo- y dirán que no nos preocupemos? Así de sencillo?
-no podemos hacer nada- dijo.
-claro que si! Encontrarlo!!!- sentenció.
Youngseok, estaba alterado, es lo que pensaban las otras personas de ahí, pero el solo tenía miedo, estaba desesperado.
Tenía miedo por yoongi, no quería otra vez pasar por lo mismo, no quería ver q un ser querido dentro de un cajón.
Tenía que encontrarlo como sea.
[...]
-te gusto?- yoongi tenía agarrado la mano del otro mientras caminaban por las calles directo a la casa del moreno.
-claro, todo mientras esté contigo me encanta- ronroneo el alfa, ganándose una sonrisa tímida y mejillas rojas de el Omega su constado.
Se sumieron en un silencio cálido, tomados de la mano, cada uno pensando en un futuro juntos.
Pero... Todo esa calma fue cuando un desconocido se paró enfrente de al alfa enfrentando lo.
-fuiste tu?- pregunto.
-que?- taehyung solo frunció el ceño, estaba confundido, quién era el?.
-maldito idiota! Tú fuiste!!! Tu mataste a mi hija!!!- declaro.
-que?- el Omega miro al señor y despues a su alfa- señor, quién es usted?- pregunto, estaba enojado, como se atrevía a culpar a su alfa.
-tu no te metas, que no tienes miedo? Te puede mat-
No pudo terminar, el castaño solo empujó con fuerza abrupta al suelo.
-le voy a pedir que se largué...- lo dijo tan lento, provocando miedo hasta en yoongi, lo miro con preocupación.
-t-tae...- sus manos temblorosas fueron posadas en los hombros contrarios y apretó levemente, procurando evitar que el alfa se metiera en un problema.
-largo...- dijo.
-te vas a arrepentir, ten cuidado... No vaya a hacer tu omegita el siguiente.
Taehyung gruño, apretando sus puños hasta encajar sus cortas uñas y sacar un leve hilo de sangre.
-vayase por favor!- ahora yoongi estaba perdiendo la paciencia.
Con un golpe en la mejilla, ese desconocido se fue, taehyung suspiro cerrando sus ojos fuertemente, sintió los brazos de el pálido rodear su cuello.
-tae...- susurro. -vamos... No le hagas caso... Estaba borracho, ambos lo olimos si?- trataba de tranquilizarlo.
-si... -el castaño suspiro, volteando su cuerpo, grupo dentro de si al recordar sus palabras, amenazándolo con atentar algo con yoongi, inconcientemente apretó el cuerpo de yoongi contra el suyo.
El Omega soltó un quejido al sentir tal presión, había ejercido mucha fuerza.
-taehyung... Esta bien, no hará nada, solo está loco- dijo.
-eso espero...- dijo el.
-tu me protegeras... -sonrio- estaré contigo.
El alfa miro al Omega, su mirada fija en los orbes estrellados por el reflejo del cielo en sus ojos.
Pero como iba a protegerlo, si el era su próximo objetivo...
