Siendo huérfano. Con un don, y viviendo en un horfanato de muerte en una de las regiones más pobres de Corea.
Kim taehyung. Nariz totalmente delicada. Percibe olores de hasta 50 kilómetros de distancia.
Su niñez no fue muy linda, sufriendo constante...
Cuando taehyung llegó a la casa de su "padre" adoptivo, entro y se sentó tímidamente en el sofá que había enfrente.
-bien taehyung -dijo el señor- te mostraré tu habitación -sonrie- te parece?
-si!- dijo el infante emocionado.
-bien- empezó a caminar hacia arriba donde estaban las habitaciones, que solo eran la suya y la de su ahora hijo.
Cuando llegó abrió la puerta y dejó entrar al niño, cerro detras de si la puerta.
-wow- dijo el niño.-este es mi cuarto?, Solo para mí?- pregunto, pues en el orfanatorio, tenía que compartir habitación y cama con con alguien mas.
-si, es tuyo- le respondió, mientras dejaba la maleta del niño sobre la cama.
-gracias!- le respondió tae.
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Todos los días eran felicidad, desde que Ese señor lo había adoptado, taehyung se sentía muy agradecido, lo tenía todo.
Amor, cariño, sustento, comida, una casa, algo que vestir... Era feliz...
Así pasaron los años, sin que se haya dado cuenta... Habían pasado 15 años.
Kim taehyung, un alfa, ya estaba en preparatoria, era un chico, feliz en lo que cabia.
pero todo seguía igual... Siempre era molestado por todos, tuvo que en encontrarse con los niños quienes los molestaban en el orfanatorio, que lamentablemente aún no los adoptaban, ni lo iban hacer.
-vaya vaya...- dijo un alfa.
-que quieres jaegum?- dijo enojado taehyung.
-a mi no me contestas! Crío de mierda!- dijo alzando la voz tomándolo por el cuello -tengo que repetir que es lo que pasará si te enfrentas a mi?- siguio hablando mientras lo miraba a los ojos
-no te tengo miedo- le respondió.
-asi?- rio.
Lo dejo pasar, pero sabía que no se iba a librar, si es que no salía rápido de la escuela.
Pasaron los minutos.
Hasta que un profesor llegó.
-kim taehyung!- gritó a todo el salón, espantando lo.
-si?- respondió algo aturdido.
-a la oficina del director, tienen que hablar con usted señor kim-.
Eso lo había asustado, sin embargo se levantó y enprendio camino hacia la oficina del director.
Cuando llegó pidió permiso y se sentó enfrente de el.
-bien señor Kim...- dijo el director.
-que sucede?- pregunto.
-esto será algo difícil de decir, pero... -suspira- verá...
