Siendo huérfano. Con un don, y viviendo en un horfanato de muerte en una de las regiones más pobres de Corea.
Kim taehyung. Nariz totalmente delicada. Percibe olores de hasta 50 kilómetros de distancia.
Su niñez no fue muy linda, sufriendo constante...
Las ruedas se movían con poca dificultad por la tierra escombrosa, los pequeños baches hacían que el gran objeto se balanceara levemente hacia los lados. Las pesuñas de los caballos se oían de manera escasa, al igual que los relinchos por el esfuerzo al que eran sometidos.
Dentro del gran carruaje estaban dos cuerpos aprisionados entre si, mantenían sus manos enlazadas para sentir protección mutua, ya que, al estar sus cabezas cubiertas por una bolsa de tela negra que les impedía observar el camino del exterior. El -proximo- rey Kim, había ordenado que fueran llevados al reino de la mejor manera posible.
Yoongi tenía bien sabido cómo se resolvía eso, nadie externo al reino conocía el camino a llegar, ya que se les cubría la cabeza con dicha bolsa. Sus manos, aunque estuvieran atadas, se encontraban enlazadas de manera torpe. El alfa moreno no había sido muy compasivo al saber que le nublarian la vista, estaba alerta a cualquier ruido extraño, su olfato se había agudizado para poder detectar cuan cerca estaba su Omega.
- cuánto falta? - pregunto el Omega. Taehyung acaricio su muñeca tratando de trasmitirle tranquilidad, había sentido como se tensaba el mayor.
- llegaremos para el anochecer, la puesta del sol será dentro de poco. Tranquilicese joven Min, haremos que lleguen con bien - dijo un guardia, que mostraba una placa al costado de su pecho, del escudo del reino Kim.
Yoongi asintió, tomo la mano del moreno, quién movía su pierna desesperadamente.
- no te preocupes, ya vamos a llegar alfa - hablo el pálido por su lazo. - ya se, pero esto no me da buena espina, y si algún guardia de tu padre nos encuentra? - taehyung en verdad tenía un poco de miedo, no sabía dónde rayos se encontraban, podía orientarse pese a su olfato, probablemente no se habían alejado más de 500 millas, aunque por el momento, sabía que abarcaría más el terreno. Suspiro fuerte por la frustración. - que temo que algo pase, no confío en ellos. Por qué Kim no vino en primer lugar? - pregunto.
Yoongi sonrió. Inconcientemente, llevo su mano a su gran barriga acariciando al oler un poco las feromonas del alfa. - confío en jin, decía la verdad. Verás que pronto todo se va a solucionar.
- no entiendo cómo vamos a salir de esto hyung, que haremos? Cómo rayos se supone que jin matara a tu padre? No sería peligroso?
- yo sé cómo...
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Dos días después...
El canto de los pájaros era relajante para el Omega, quién estaba en la bañera de ese gran cuarto. Ronroneaba levemente al sentir como su piel era acariciada por el tacto suave de su alfa, soltaba suspiro al sentir presión en sus caderas, haciendo un suave y relajante masaje alrededor de su vientre abultado.
Los besos sonaban como chasquidos al exterior, produciendo un sonido poco placentero, pero que para la pareja simplemente era como cualquier otro. Los belfos gruesos del alfa hacían presión por toda la longitud del cuello pálido del mayor, quién suspiraba de satisfacción al sentir esas caricias. Sus manos pálidas y delgadas de paseaban y tocaban cuanto quisiera por el cuello y pecho ajeno del moreno, quién soltaba leves gruñidos ahogados en la unión del cuello y clavícula.
