Siendo huérfano. Con un don, y viviendo en un horfanato de muerte en una de las regiones más pobres de Corea.
Kim taehyung. Nariz totalmente delicada. Percibe olores de hasta 50 kilómetros de distancia.
Su niñez no fue muy linda, sufriendo constante...
Sabía que estaba mal. Sabía que el manipular psicólogicamente a su Omega, pero era necesario; al rociarse con el perfume, todo a su alrededor se doblegaba ante el. Era tan potente el olor. Se sentía orgulloso de haberlo creado el.
Yoongi restregaba su nariz en la cobertura del cuello del moreno. Suspiraba al oler su escensia - podemos ir al restaurante de siempre - hablo Min. El alfa volteó a verlo, acaricio la cabellera negra y sonrió al oír un ronroneo.
- vamos entonces - susurro taehyung. Beso la mejilla del mayor. Yoongi se levantó del regazo ajeno para empezar a cambiarse. Tomaba algunas prendas y se las probaba, bajo la antena mirada penetrante del alfa
- que Omega tan hermoso tengo - demandó el alfa detrás de él. Salto leve del susto junto a un chillido. Se volteó y rodeo lentamente el cuello ajeno. Sonrió coquetamente hacia el alfa.
- deberías sentirte afortunado de tener a este Omega - susurro en bajo el pálido mientras mordía el labio inferior de Kim. Este gruñó. Sujeto las caderas anchas del mayor mientras restregaba ambas erecciones.
- que tal otra ronda Omega - yoongi gimió al sentir un dedo en su entrada. Tal vez su salida al buffet iba a esperar.
Ambos se sonríeron. Sus bocas se unieron y dieron una lucha por quién ganaba esa pequeña batalla bucal, las manos morenas del alfa masajeaban cuánto deseaban los glúteos pálidos del Omega.
Soltó un jadeo de sorpresa al sentir su cuerpo en el aire, paso sus piernas por la cadera del menor - por favor - suplico. Su boca se dirigió al cuello moreno, quería enterrar sus pequeños colmillos en esa curvatura. Gimió al sentir algo de gran tamaño en su entrada. - alfa... - jadeo.
El pálido cuerpo del Omega estaba aprisionado entre la pared y el gran cuerpo del moreno. Sus piernas eran sujetas por debajo de sus muslos con las manos largas y venosas del otro. Abiertas de par en par para mayor facilidad de conexión entre ambos. Los sollozos y gemidos del pálido eran vagamente retenidos por la boca unida a la contraria. Sus sentaderas empezaban a doler por la rapidez y fuerza que se estrellaba el otro.
Su boca se abrió, más ningún ruido salió. Sonrió de lado, le encantaba, le encantaba que ese alfa fuera así con el. Encajo sus uñas en los omóplatos del menor, recibiendo un gruñido de protesta. Chillo de placer al sentir todavía más rápido las embestidas contra sus nalgas y próstata.
- al-alfa! Ah! Alfa ah! - su liberación fue tan gloriosa. Sus sentidos se nublaron y segado por su Omega y el placer, ladeó su cuello. Kim sonrió por eso, encajo sus dientes en esa marca, que ya rogaba por ser renovada.
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- ¿lo encontraron? - pregunto el rey. Los guardias negaron. El rey min gruño fuerte y pego con toda su fuerza contra la mesa de madera enfrente suya. - encuentrenlo! Es una orden! - declaro.
- si señor - contesto toda la tropa de soldados al unísono. Los pasos de estos se oyeron al salir por la puerta. El alfa estaba cabreado; tenía que encontrar a su hijo. Estaba preocupado por el.
Ese hijo de perra estaba con el. No quería que su hijo se involucrara. Suspiro cansado. - Suran - hablo. Una mujer de mediana edad entro por la puerta y se paró enfrente de su presencia. - tráeme un copa de vino por favor - dijo. La mujer asintió, dio media vuelta - rápido! - aveces cuando él rey se enojaba daba mucho que temer.
...
- hyung, llegamos - hablo el moreno. El Omega levantó la mirada y sonrió. Ambos caminaron rápidamente hasta ese pequeño local.
- vamos tae, apúrate! Tenemos que comprar muchas cosas bonitas - taehyung sonrió ante la ternura que provocaba su mayor.
- anda, hyung. Estás muy animado hoy - bromeó el alto. Yoongi puchereo leve y sonrió. Sostuvo la mano del otro y ambos se encaminaron hasta un puesto de helados; raramente yoongi tenía antojo de helado.
Ambos estaban de forma amena en su burbuja; riendo y platicando. Siendo una pareja feliz.
- ahora vengo tae, voy al baño - dijo el pálido. Nego cuando el alfa se ofreció a acompañarlo. Camino rápido hasta el sanitario exclusivamente de omegas. Entro a un cubículo y suspiro.
Trato de relajarse. Miro al techo color blanco, tenía que controlar su respiración. Saco de su pequeña mochila lo que definiría su futuro.
- vale yoon - murmuró para si mismo - cálmate, cálmate. No te tienes que preocupar - susurro. Abrió lentamente la caja y saco el producto. Leyó cuidadosamente las instrucciones y rápidamente realizó lo pedido.
No quería ver el resultado. Ya habían pasado más de 5 minutos. Sus manos temblaban y estaba seguro que no faltaba mucho para largarse a llorar.
Sin pensarlo mucho tomo bruscamente ese pequeño aparato y observo detenidamente lo que mostraba en pantalla.
Oh Santa luna... Pensó.
[•••]
Salió del baño con una sonrisa en la cara. Sus mejillas estaban rojas y sus manos dejándolas caer al estar unidas.
Camino de regreso hacia el alfa. Sonrió al imaginar su cara cuando se enterará. Alzó la vista e inmediatamente su sonrisa se borró. - y taehyung? - se pregunto. Volteó su vista por todo el parámetro pero no vio nada. - tae? - susurro - ¿taehyung? - pregunto un poco más alto. Camino por el lugar buscándolo.
- taehyung - hablo nuevamente. Sintió de pronto su pecho dolor levemente. Agachó la mirada al casi tropezar con algo. - t-ta...- miro el objeto. Siendo este un anillo. El mismo anillo que ambos se habían regalado, puesto que el, llevaba uno igual.
Lentamente se agachó a recogerlo. Sus ojos los sintió aguados. - t-tae - hablo en bajo. Miraba a todos lados, con la intención de poder encontrarlo.
Soltó un jadeo de dolor al sentir algo en su cuello. Llevo su diestra a este y sintió una pequeña aguja. De pronto sintió su cuerpo pesado y callo al suelo inconciente.
