Capítulo 6

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Cerca de la madrugada Águile:a aún yacía dormida en el suelo, nadie hasta ese momento había dado con ella.
Próximo el amanecer..comenzó a sentir comezón en la palma; abrió levemente sus ojos y vio que tenía hojas sobre ella, parecía haber pasado una ventisca muy peculiar, únicamente ella estaba cubierta y el resto de la tierra del lugar no. Levantándola, noto que en su mano había una extraña mancha, parecida a un lunar en el medio.

<<Antes no me creció un sexto dedo>>

Se puso de pie, sacudiendo lo que aún seguía sobre ella mientras miraba el camino por el que posiblemente debía volver; ella solo había seguido a los espiritus de sus hermanos, ahora debía resolverlo por su cuenta. Comenzó caminando por su "norte" de la cueva, le esperaba un largo camino por delante.

En la aldea, parecía llevarse todo normal aunque, varios hombres se reunían y comenzaban viajes al bosque con la esperanza de encontrar a la última hija de Connor...sin vida...las esperanzas de que estuviera bien pasaban por debajo de las piedras.

Kanda estaba sentada en un tronco al rededor de la fogata donde había cenado con sus tres hijos por última vez; Connor miraba de lejos como su gente se movilizaba para encontrarla.

Kanda- Hacen lo que pueden..pero ni siquiera ellos pueden seguir su rastro..y somos gente capaz

Connor- Ni yo he podido dar con ella...

Kanda- Pero sombras? Es lo que no entiendo, como pudo seguir siluetas..no es tan inocente para caer en eso..o si?

Connor- Hasta este punto, ya no se que pensar de ella, si un grillo la guío a una zona de guerra no puedo imaginar que una sombra no sea capaz de llevarsela...es muy torpe...










Despierta, Hey!!- Se escuchaba un golpeteo constante en la única puerta que tenía la habitación. El sonido del metal hueco por el puño de aquel guardia de siempre era lo que ella más podía odiar.

Con desgano, retiro su cobija verde del colchón o lo que llamaba "cama", al bajar las piernas, sus pies sintieron el inquietante frío matutino del suelo marmolado; mientras sentía escalofríos en su cuerpo, camino hacia la ventanilla que tenía la entrada.

Ya era hora niña- Desde fuera se escuchaba como el guardia iba quitando cada seguro, las varias llaves que llevaba encima eran otro sonido desesperante; con un total de ocho cerraduras desprotegidas, abrió la puerta lentamente- Espero que hoy te comportes bien o te dare "Zap"

<<Mmm..>>

La mano del hombre se asomaba con una máquina de electroshock prendida, presionaba con su pulgar el interruptor que la hacía funcionar, de las dos puntas salían pequeñas descargas al aire.

<<Será un día muy largo>>

Seis hombres entraron acompañados del guardia a la habitación, apuntando con lanzas de electroshock que repicaban en el aire.

Pónganle la camisa y acabemos con esto, vamos tarde a su baño--

Dos de los hombres guardaron sus armas, tomaron la camisa de fuerza y se acercaron a ella lentamente, los otros cuatro apuntaban a su cuello; al acabar de colocarle la camisa, ella hizo un gesto de disgusto.

Sabes que es la única forma de sacarte, eres un peligro, deberías estar en un reclusorio juvenil, pero, te mandaron aquí por lo que hiciste-- Tomaba entre sus dedos la barbilla de la chica, se acerco quedando frente a frente, a centímetros de su rostro-- creeme preciosa, estas mejor aquí; vámonos.

Indico el hombre saliendo en grupo de la habitación con la chica en el medio.

¿Te gusta tu nueva camisa? La mandamos a colorear para ti, arcoiris, gatitos, unicornios, rosa, lo que les gusta a las niñas de hoy en día- Aclamaba orgulloso el guardia.
Mientras, ella seguía con su peculiar mirada de odio.

Assassin's Creed AscentDonde viven las historias. Descúbrelo ahora