Capítulo 4

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Aterrada sobre la tierra, la sangre de sus hermanos casi tocaba su rostro, el hombre despojaba casi por completo de su uniforme; las emociones que sentía conllevaba casi a un vacío de su alma, cuando comenzó a ver más elementos del soldado en el suelo y dedos jugando en su espalda, mientras que la otra mano intentaba retirar su ropaje con frases déspotas hacia ella, un sudor frío comenzaba a abrazarla cual oso al árbol, en el lapso, su mente pensaba en posibilidades diferentes de la situación y en ellas no había sembrado la idea de acabar en la fauce del lobo, todo gracias a su padre con delirio de grandeza desde que fue cobijado y "reformado"; probablemente quedo perturbado por la muerte del anciano ya que, hacía horas estuvo a punto de matarla, sentía que el destino estaba decidido a acabar con ella de una vez.

Mientras sentía como forcejeaban su atuendo, creyó tanto en el rencor de Connor que la hizo imaginar lo mucho que su padre suscitó a los elementales la mancharan de rojo, acabando así con la última cría débil de la familia Kenway.

Águile:a tenía la esperanza de que le hubieran dado una lección a su padre, ella se iría, "tranquila" y recorrería el cielo con sus hermanos junto a Aquiles. El hombre comenzaba a renegar de cuán difícil era retirar la piel de animal de su víctima, los brazos de Aguile:a temblaban, sus puños agitaban la tierra bajo sus manos, las lágrimas limpiaban la tierra de sus mejillas, su espalda se mantenía firme y sus piernas entrelazadas haciendo más difícil el trabajo del soldado <<No te des por vencida, salvalos, salvandote a ti misma>>, mientras sus labios balbuceaban esa frase, el hombre pensó que rezaba hacia sus ancestros con la esperanza de salvarla, de lo cual se río y burló indiscriminadamente. Harto de no lograr nada, sacó un cuchillo de su cinturón posante en el suelo, y comenzó con fuerza a romper su ropa. Ella seguía aterrada, pero tenía dos opciones ante la situación, morir o vivir, pero la segunda le parecía imposible, dado a su poca experiencia en defensa personal; aunque de algo estaba segura, debía vengar la muerte de sus hermanos, y si en el más allá podía reclamar a su padre, que así fuera. Su ropa se desprendía con un poco de facilidad tras rasgarla, cuando logro ver parte de la piel desnuda de la chica, supo con éxito que lograría su fin.

Recuerda que aún puedes hablar sobre el paradero de tu padre, y yo te "perdonaré" no haciendo tanto daño--

Ella sabía que no era el camino, que así no debía ser, aún con la presión del hombre sobre sus brazos, lograba mantenerlos juntos a su tórax, cada momento valía, sin saber que hacer aún, miro hacia los cuerpos adyacentes de sus hermanos, su mirada, la última palabra de Io:nhióte y Ohkwá:ri, <<Yo también los quiero>>.

Decido vivir-- susurró

El hombre quien comenzó a tocar su piel, sin saber de que hablaba la chica, volteo por completo su cuerpo con fuerza sujetando sus brazos, tomando asiento en su vientre.

Que dijiste?--

Dije...¡Quiero Vivir!-- un impulso desconocido levanto su espalda de golpe, el hombre cayó al suelo en seco, Águle:a se puso de pie mirando con terror al hombre que rabioso se levantaba; corrió con esmero hacia la entrada de su hogar aunque sintiera el dolor acribillante de sus piernas lastimadas. Pero ahí se encontraban hombres bloqueando por completo su ruta de escape; con el hombre a punto de tomarla de nuevo decidió lanzarse de lleno sobre ellos.
Cayendo en conjunto, el líder de la tropa la tomo por los cabellos y comenzó a agitarla con odio.

Me repudias Kenway, tú y tu familia, has sido una escoria, aún así te tomaré como pago en nombre de tu padre-- Replicaba el hombre con fiereza--¡No más maldito bastardo!-- el codo de Águile:a logro acertar en el estomágo del hombre logrando así que la soltara, una vez libre corrió hacía el sembradío donde había colocado su herramienta, la tomo y volvió hacia el británico.

Ambas miradas emanaban un odio mutuo -- Que así sea entonces-- Aclamo el hombre mientras sus soldados ya estaban de pie acorralandola.

Sus manos sudaban, su cuerpo temblaba mientras la adrenalina brotaba de su ser --Que así sea, inglés-- empuñando el arma con fuerza se dirigió hacia el primer soldado, los hombres dispararon mientras Águile:a intentaba rodar por el suelo, con impulso la punta de su espiga atravesó la pierna de quien se encontraba delante, consiguiente des encarno el arma del muslo para seguir su camino al cuello del siguiente soldado.

La gente del pueblo llegaba a velocidad con Connor de guía --Revisen sus hogares y si ven a un extraño, matenlo!-- Exclamaba con ímpetu. El águila que lo acompañaba adelanto su camino dirigiéndose a la choza donde se concentraban los soldados. Kenway y Kanda le siguieron sin duda.

Con su hacha en mano y cuchillas preparadas, Connor acelero el paso para derribar al primer hombre de un tajo. Y consiguió a matar a los demás hombres.
Águile:a veía la sangre empaparle los brazos, la ropa y el rostro; recordaba la vivida imagen de su padre asesinando a su llamado abuelo, el carmesí era teñido en el blanco uniforme, la situación era parecida en ella, quien ahora notaba el emanante rojo correr en sus manos.

Kanda paro por un momento, lo que veía sin duda enloquecería a su esposo, Águile:a empuñaba un arma que había atravesado la garganta de un hombre, consiguiente el estómago de otro <<Solo espero..que Connor no la vea...>>

Acabados los hombres frente a Connor, sintió una presencia tras de el, con un ágil movimiento el hacha acabo a centimetros del cuello de la persona, al aclarar su vista noto que, a quien apuntaba era a su hija.
Con los ojos de par en par, ella movió el hacha de su padre con su espiga hacia el suelo, hasta lograr retirarla de si.
El hombre estaba atónito de la situación, Águile:a estaba de pie ente el, su ropa estaba ciertamente suelta y rasgada con manchas oscuras al igual que en su rostro, su cabello suelto volaba al viento, respiraba con dificultad y con la poca luz de la luna consiguió notar un líquido brillante en la herramienta de harar que posaba en su mano temblorosa; ambos se veían fijamente como si se hubiesen reencontrado tras un largo tiempo. Con ímpetu Kanda abrazo a su hija quien soltó la herramienta a un costado correspondiendo el abrazo, en ese momento su fuerza cayó, sus brazos temblaban, su llanto empezaba a oírse realmente fuerte seguido de múltiples "perdónenme, no pude evitarlo"; ambos adultos no entendían ni una sola palabra de lo que decía, Connor volteo hacia su hogar notando que ella era la única de sus "cachorros" fuera.

Camino entre los cuerpos del suelo y consiguió entrar, unos minutos bastaron para que Connor saliera con el cuerpo de sus hijos en brazos. Kanda y Águile:a voltearon hacia el; esa sería la primera y última vez que ella vería llorar a su padre. 

Los asesinaste-- mascullaba con la cabeza inclinada abrazando las siluetas inhertes de quienes eran sus hijos. La luna comenzaba a iluminar el valle cada vez con más intensidad, aquella no sería una noche tranquila para nadie; Connor fue acompañado por su esposa hacia la cabaña, al entrar, posaron a los niños sobre sus camas y colocaron pieles curtidas a su al rededor para envolverlos, la vida comenzaba a tornar un vacío dentro de ellos. La gente del pueblo tras un largo rato comenzó a reunirse al rededor de la choza en señal de luto con sus familias, comenzaron con rezos a sus dioses para resguardar y guíar las almas inocentes de aquellos infantes; se podía percibir el dolor de los padres, las velas que eran los compañeros de habitación de la familia Kenway, evidenciaban aquella escena, sangre en su espendor, el olor del carmesí con la tierra, infestaba todo el lugar. 

Connor abrazo los pequeños bultos, al mismo tiempo que su esposa, el despedirse no lograba ser una sensación agradable, un pedazo de su vida había sido arrebatado por la ignorancia, el odio y la venganza; Kenway sentía de nuevo aquel sentimiento del que, de niño había escapado pero volvía a el, la muerte de su madre.

Mientras tanto la pequeña Águile:a estaba sentada sobre la tierra que había harado horas antes, con sus piernas restraídas, con llanto y dolor, paso años "odiando" a sus hermanos por los privilegios que podían gozar...pero ahora, estaba realmente sola.

<<Sobrevivir...realmente valdrá la pena?>>

Assassin's Creed AscentDonde viven las historias. Descúbrelo ahora