Capítulo 8

10 1 0
                                    


<<"Mejor deberías callar, hermana; o mi padre se molestará contigo, sabes que odia hablar de esas cosas...">>

<<Io:nhióte>>

Aguile:a llevaba horas caminando desde que había partido de la cueva, todo era confuso para ella, carecía de todo instinto para sobrevivir por su cuenta, pero, no se daría por vencida tan fácil. A lo lejos, entre la maleza baja, podia percibirse el reflejo de una colina en el suelo y un olor dulce pero peculiar en el viento de la tarde.

Un riachuelo-- Aclamaba aliviada para sí-- Guía hacia el sur! Y mi pueblo está por allá!..o no?..Demonios! Ni siquiera puedo hacer eso, seguir un maldito rastro!!-- Con un suspiro de cansancio, camino hacia el riachuelo; al acercarse notó que era más grande de lo que ella esperaba, se hincó en la orilla, con ambas manos tomo un poco de agua para beber, y después miró su reflejo, el agua sospechosamente era demasiado clara para estar en un bosque.

Se miraba con curiosidad, las marcas de sus mejillas y cuello, eran algo peculiares para alguien joven que no se alistaba a luchar, solo guerreros las poseían y ella era solo una niña.

Estas marcas me han ocasionado el odio de mi padre, ¿por qué los dioses me castigarían así? La desgracia es mi virtud..-- Se sentó de rodillas a mirarse detenidamente en el agua.

"Tu padre abuso de un poder y libero una semilla"

¿Habrá algo que ese hombre haga bien por una vez?--

El amanecer ya había pasado, pero ella no había logrado comer nada, cazar no era una opción negociable, se puso de pie, y comenzó a ver a su alrededor si podía encontrar algún pequeño animal o planta que pudiese saciar su estómago. Gracias a las pocas enseñanzas de su madre podía identificar la vegetación que no era venenosa de la que si, entre las ramas logro ver un par de manzanas colgando del árbol; era curioso ver que solo eran dos en las frondosas hojas, pero, no es algo de lo que se preocupara mucho, tenía hambre y comería, de eso estaba segura.

Ese mismo día aprendería por su cuenta a trepar un árbol, usando su extraño instinto, "un pie tras otro" pensaba, una mano entre las ramas gruesas mientras se sujetaría de las más delgadas. Su pie resbalo.

Uh!--

Y cayó de lleno al suelo; varios intentos de subir por diferentes partes del árbol la llevaban al mismo resultado, entonces pensó subir a los de junto, pero el resultado era el mismo.

¡Demonios! ¡No puedo obtener ni una sola maldita fruta! ¿Que tan difícil puede ser?! Aaah-- Con la ira y hambre que tenía, su fuerza se concetraba en su interior, harta de todo, golpeo el tronco, al hacerlo las marcas de su torso brillaron y sus ojos se tornaron un blanco brillante; la siguiente vez que lo golpeo de ella salió la silueta de un oso; con la fuerza extra del golpe, tiró ambas y varias manzanas más que se encontraban en lo más alto. Como un efecto de acción y reacción, las frutas comenzaron a caer sobre su cabeza. Percibiendo el dolor se retiro sobándose, sin entender bien que había sucedido.

<<Todas cayeron>>

Simplemente extrañada procedió a tomar unas cuantas manzanas. Tras comer prosiguió a encontrar su camino de vuelta a casa; a cada paso el bosque hacía más y más denso...

Manhattan, NY

Han pasado ya 3 años de mi escape del infierno, me he refugiado en los barrios bajos de esta ciudad, rentas a corto plazo, sin un trabajo con cámaras donde sepan mi identidad, sin huellas dactilares, ni rastro de ADN. He llevado una vida oculta hasta el momento, soy un "tal ves te vi", una cifra, un misterio y un secreto.

Assassin's Creed AscentDonde viven las historias. Descúbrelo ahora