Assassin's Creed Ascent

Capítulo 14

Tras caminar una semana seguida por el bosque Águile:a suplicaba ya descansar y llegar a su hogar. Lo quisiera o no comenzaba a extrañar a sus padres, aunque no tuviera nada a que regresar, el cobijo de una piel como manta era más abrigador que el intento de prender una fogata sin éxito por la noche. El riachuelo no la había ayudado mucho, al caminar en su dirección de corriente termino más alejada de su objetivo inicial. Cansada, harta y agotada se daba por vencida. Se sento bajo una arboleda para mirar el cielo.

<<No debí seguirlos>> es todo en lo que podía pensar mientras miraba su mano <<Esto solo me ha traído problemas y dolores en el pecho>>

Pasado el día, el anochecer se hacía presente, ella podía escuchar el sonido de los animales, el correr del agua, el viento soplando entre los árboles, una melodía para disfrutar que lograba relajarla de toda tensión.

<<Debería aprender por mi cuenta a cazar un pez o subir a un árbol>> pensamientos vagos como esos es lo que solía tener cada vez que tenía hambre o sueño, no se alimentaría solo de plantas, o dormiría entre matorrales, debía hacer algo para sí misma, si su padre no la ayudaría, ella aprendería por su cuenta.

Así, pasados más días, en ese lugar, Águile:a se estableció; Con un poco de ingenio y habilidad, tomaba ramas para hacerlas puntas de estacas para cazar, prender fuego u alguna otra utilidad que pudiera pensar. Para dormir había buscado la forma de trepar los árboles con facilidad observando a los animales hacerlo, sí, tal vez ellos poseían garras, todos se basaban en lo mismo, el aprendizaje, ella no sería la excepción. A la forma de los animales o humanos, le daba igual, lo que sabía es que sus antepasados lo habían aprendido de aquellos seres para facilitar sus vidas, y vaya que les había funcionado.

Del otro lado Connor había logrado dar con su rastro, e iba en busca de ella; el pensamiento de verla viva es lo que lograría calmarlo, aunque, si lo pensaba bien, su hija era la única cría que le quedaba, las palabras de Minerva no dejaron su mente desde que creció, una pelea, un dolor de cabeza o una rebelión es algo que deseaba evitar, ya había perdido a suficiente gente que quería a causa de las opiniones encontradas. <<Es solo una niña>> repetía constantemente en su cabeza, lo sabía, pero digerir el hecho de que ella había empuñado un arma y había asesinado aún por defensa propia, lo acercaba más a esa terrible predicción, una en la que no quería vivir.

Pasado el mes, Connor había perdido su rastro en varias ocasiones, algo muy difícil que el no creyó que llegaría a pasar; es como si su hija borrara su rastro para que no dieran con su paradero. Mientras tanto ella, se daba el lujo de haber aprendido un par de habilidades que le salvarían la vida más adelante o le facilitarían las cosas en el pueblo. Al concretar una actividad, las marcas de su cuerpo brillaban, y su habilidad mejoraba, en muy poco tiempo descifro la caza de peces, animales pequeños como aves y conejos, el curtir la piel, separarla del animal, hacer fogatas con objetos secos, trepar árboles y su nuevo intento, brincar de uno a otro.

<<La necesidad te mueve>> se decía a si misma cada que sentía que era pesada una actividad.

Durante esa misma tarde había intentado en varias ocasiones brincar de una rama a otra de un mismo árbol, la distancia era medianamente corta, más su salto no era muy efectivo, haciéndola caer al suelo más de una vez. De nuevo subio al árbol, pero a lo lejos escucho el movimiento de algunas ramas de matorrales, su tiempo ahí la había ayudado a agudizar su oído dado que sus presas la mantenían sin hambre; trepo un poco más alto, y entre la vegetación vio una silueta conocida, era su padre, quien estaba siguiendo sus huellas, Águile:a se alivio, pero el recordar que había intentado matarla, la hacia preferir quedarse en ese lugar a dejar que la encontrara. Los choques entre ambos eran evidentes, pero se resumían en una familia, se necesitarían al final quisieran o no.