Como era usual en las mañanas, salía a las varias agencias en busca de vuelos hacia Massachusetts, lugares donde, una adolescente de 15 años pudiera viajar, sola sin necesidad de un adulto; lo cual parecía algo imposible, todos me pedían la firma u autorización de mi tutor, y mi plan, no era realmente buscar por la parte más baja de la ciudad un vuelo posiblemente sin retorno por una idea caprichosa.
Todas las noches, es donde todo se vuelve divertido; mi labor de "ahorro" era efectuado. Desde que salí del hospital PD, Elizad se hizo cargo de todo, yo, francamente no recordaba mucho, solo que al llegar las ocho de la noche debía ir a una dirección apuntada con marcador permanente en mi brazo. En las orillas de la ciudad, se concentraba en su mayoría la escoria, maleantes, rufianes; hasta las mafias y yo trabajaba para una de ellas.
La Rosa Cruz, se hacían llamar, un grupo de mafiosos poderosos en toda América, Latinoamérica y parte de Europa, quienes a su vez trabajaban para una mano superior que yo aún desconocía, no solían ser muy comunicativos conmigo; cerca de la costa del atlántico, se encontraba su mansión, modesta como le decía el jefe, un jardín inmenso, con la casa en el medio, cocheras, garage de herramientas entre otras curiosidades que tenía el lugar. Ahí, no tenía necesidad de dar un nombre, ni firma, huellas, pasaba completamente desapercibida, lo cual beneficiaba mucho la causa,me daban mi paga en una duffle bag, para que nadie sospechara. Mi trabajo era medianamente sencillo, me daban un nombre y yo, le traía su cabeza al pez gordo. El trabajo más recomendable para una niña de 12 años, quien claro, empezó a esa edad; tal parecía que la masacre del pueblo me dio "fama" como una despiadada asesina; mi apatía por el mundo ciertamente era de mucha ayuda, a sangre fría mis víctimas caían, y no tenía pesadillas por la noche.. siempre y cuando, no hubiera un infante cerca de mi presa, ahí es cuando mi humanidad así como la moral toma camino en mi corazón, dejar a un pequeño sin una familia completa, como me sucedió a mí...no sería justo, ¿acaso era tan grave su pecado?
Mansión de La Rosa Cruz
7:45Me encontraba cruzando el jardín del lugar, la cerca que aparentaba ser la puerta se cerraba tras de mi, mientras caminaba iba observando los nuevos aditamientos al área verde, estatuas muy curiosas, hombres de pie muy uraños, con una espada en las manos con el filo apuntando hacia abajo y una curiosa capa gruesa que bajaba por sus espaldas, sin dejar de lado sus largas barbas, desde mi perspectiva parecían reyes. Me salí del sendero por un momento para acercarme a uno de ellos, al intentar tocarlo; uno de los hombres de la entrada sono un silbato como alerta, voltee sorprendida; el sujeto me hacía señas de que siguiera mi camino, molesta proseguí a tocar la puerta para entrar.
La mansión misma en el interior y vaya que si era elegante; las paredes estaban tapizadas, la apariencia de las mismas se miraba como terciopelo, un aroma a puro en todo el lugar, así como un bar en cada costado con un simple hombrecillo atendiendo sin mucho flujo de gente; al principio esperaba que en el techo colgara un enorme candelero de cristal, u alguna otra cosa exagerada, en su lugar, había un plafón en forma de cruz.
<<Vaya que estos hombres se toman enserio su nombre>>
Al costado derecho junto al bar se encontraban las escaleras, mismas de mármol, con una estatua de hombre en cada costado; parecidos a los que estaban en el jardín, la diferencia es que estos empuñaban las espadas a la altura de su pecho, ojos cerrados y vestidos como caballeros sin casco. Mientras subía las escaleras, notaba que había más seguridad de lo usual; dos hombres pasando entre pasillos bien armados, extrañada, simplemente seguí hacia donde se encontraba mi "jefe".
Como un cliché, la puerta principal estaba custodiada por varios hombres armados, con la entrada exageradamente grande de madera gruesa y sobre ella había estaba un frase, aparentemente en latin, ya que hasta este punto mi vocablo solo se limitaba al nativo, inglés.
ESTÁS LEYENDO
Assassin's Creed Ascent
General FictionEl pasado no perdona y los errores del mismo surgen en el presente. Del seno del pasado surge una nueva generación de asesinos, que están dispuestos a regresar el credo a su antiguo propósito. "Proteger el fruto es nuestro deber" Somos lo...