Capítulo 9

3 1 0
                                    

Esa mañana desperté cubierta de hojas, lo extraño es que esas hojas no provenían de los pinos de al rededor; parecía haber pasado una tormenta sobre todo el bosque; no había rastros de la casa por ningún lado, el piso al igual que el suelo eran de color blanco un escenario atemorizante para una infante de 8 años, todo había desaparecido. Me levante y comence a avanzar lentamente sin alejarme del montón de hojas que yacían bajo de mis pies, entre el blanco, a lo lejos comenzaron a notarse unas siluetas, que incrementaban su tamaño más y más, hasta que, de ellas vi a un hombre y una figura desconocida. Ambos portaban capuchas, sus trajes eran peculiares para la época "moderna".

El hombre vestía con una capa afelpada grisácea en su hombro izquierdo, su vestimenta me parecía de lo más curioso... era de color azul marino, mangas de piel cafés parecidas a una armadura hasta los hombros,un cinturón rojo carmesí de tela con un símbolo parecido a una punta de flecha grabada en metal que estaba ajustado a las orillas de otro cinto de piel, de entre sus ropajes traía armamento, era realmente imponente.

Su acompañante al contrario, era un poco diferente, mientras las vestimentas del hombre aparentaban ser antiguas, las de esa persona eran más coloniales.
Su traje era blanco con una cola de "pingüino" en acabados azules rey, el camisón que tenía era de franjas blancas y rojas simulando una bandera, mismo, tenía manga corta que dejaba ver sus brazos descubiertos, mangas de piel con incrustación de metal, pantalón azul del mismo color que la cola de la gabardina, y pulseras en los antebrazos, decoradas con plumas. La peculiaridad es que ambos portaban en la capucha un águila.

El hombre avanzó hacia mí; con pánico de lo que me fuera a suceder, retrocedí poco a poco; su acompañante reacciono levemente como si comenzará a correr y debiera seguirme, como un juego de "las traes". El hombre extendió su mano indicando que se encargaría de la situación, prosiguiente se agacho quedando a mi altura; como, si un padre hablara con su hijo, con tal ternura lo escuche hablarme, mientras me retraía y alejaba más.

Lea, no te preocupes, no te haré daño-- el extendió sus manos amablemente en mi dirección; mi padre solía decirme que no aceptara nada de extraños, ni que les hablara por mi seguridad, pero él, me inspiraba confianza, una muy peculiar.
Tome una de sus manos temerosa y el sonrió, con su otra mano desocupada se retiro la capucha, abriendo paso a conocer su rostro. Era un hombre, estimo que tenía al rededor de cincuenta y tantos, mirada amable, temple tranquilo, sus cabellos negros eran decorados con canas plateadas al igual que su barba de candado casi platinada. Piel morena con un poco de arrugas, muy "joven" para su edad
-- Mi nombre es Ezio Auditore, con piacere mi presento piccola prole--

Creo que, el esperaba que yo hablara otro idioma, lo mire un poco extrañada o perdida con una sonrisa nerviosa, el rio levemente.

--No te preocupes, al igual que tu, no conozco mucho del idioma-- me guiño y sonreí por inercia.

--Lea, sei stata scelta per essere la custode di uno degli oggetti più potenti e desiderati al mondo...il frutto dell'eden--

--Ahm..lo siento señor pero no entiendo...--

--Ni yo descuida-- respondía juguetón su acompañante-- Eres muy ortodoxo para todo esto Ezio, tu déjamelo a mi--

Ezio lo miro por un momento no muy seguro de hacer ese proceso, pero, cedió, es mejor alguien que hablara mi idioma a solo darme una cosa y no saber porque.

Se hincó junto a Ezio, retiro su capucha y me miro.

Mi nombre es Águile:a "Elizad" Kenway soy tu antepasada, de aquí en delante yo seré tu guía, en cada paso que des, mi deber es protegerte de todo peligro, amenaza o inseguridad que pueda surgir de nuestro linaje durante toda tu vida--

Assassin's Creed AscentDonde viven las historias. Descúbrelo ahora