- Tendou - Dijo la ex- estrella de Shiratorizawa en un susurro , mientras lo miraba con ¿súplica, tal vez? , si eso era, eso quería creer, no quería ver lástima en esos ojos que soñaba lo vieran con amor - En verdad lo siento - esas palabras atr...
"Era una historia bien sabida que con el tiempo terminó siendo ignorada, los destinados tradicionalmente se enlazaban ante la imposición de una marca, no obstante, no siempre fue así, se oía con frecuencia a los ancianos de Miyagi hablar sobre una significativa excepción que claramente no se veía con frecuencia, el lazo puro y real del amor aquel en el que el destino era un mero trámite y la elección era la norma. Contaban que la elección se daba sin siquiera saberlo, sin quererlo, sin embargo, dependía de uno el cuidarla y mantenerla. Era tan hermosa como aterradora, regida por el efecto mariposa y aún más caprichosa que el mismo destino."
Al escuchar el sonido áspero del cerrojo, el pelirrojo esperó estático fuera de esa habitación siendo sostenido únicamente por lo que le dictaba el corazón, quería creer que si esperaba un poco más, sólo un poco más Ushijima saldría y pese a no amarlo lo abrazaría y le diría que todo estaba bien, que él estaba ahí para sostenerlo, su amor ya no le importaba, se había resignado a no tenerlo hace muchos años, en esos momentos deseaba un hombro confiable en el cual desahogarse, anhelaba enrollarse cual koala en el cuerpo del alfa como cuando niños mientras lloraba en su pecho por el rechazo de los demás , si bien los brazos del alfa nunca le correspondieron, el omega juraría que al escuchar la melodía proveniente del pecho contrario jamás se había sentido tan amado y tan acompañado como en esos momentos, todo lo que necesitaba era escuchar esos latidos una vez más...pero ya era demasiado tarde.
Desde aquel día no habíamos vuelto a cruzar palabra alguna, difícilmente nos veíamos en el campus así que evitarlo nunca fue un problema, aun así dado todo el tiempo que habíamos compartido juntos jamás recibí una llamada suya, es gracioso como ese mínimo detalle nunca invadió mi mente hasta ahora, el teléfono timbraba indicando una llamada entrante, no era necesario revisar de quién provenía pues desde aquel día hace 6 meses se había vuelto una costumbre recibir e ignorar sus llamadas, los primeros días fueron un infierno, el buzón se encontraba lleno, el dispositivo timbraba por lo menos 2 veces cada hora, sometiéndome a un martirio constante, pero ya no quería ceder. Pronto la frecuencia de las llamadas disminuyó gradualmente, me sentí aliviado sin embargo no duró mucho, ahora su ritual consistía en llamar una vez cada jueves a las 10:00 pm, logrando su cometido, adentrando en mi ser sentimientos que creía haber enterrado...
-En ocasiones Waka-kun...puedes llegar a ser muy cruel- dijo el pelirrojo para sí mismo liberando un suspiro, apagando el dispositivo, se acurrucó sumergiéndose en el consuelo que el sueño le brindaba.
Los 6 meses fueron un balde de agua fría, nada cambió, como si la muerte de Haruki no hubiera significado nada, la vida seguía, el reconocerlo no calmaría el ardor permanente en su pecho, pero si lograría hacerle sentir tan miserable como para levantarse de la cama para acudir a sus clases, las cuales desde aquel día dejó de disfrutar. Pasó los primeros 2 meses culpando a Wakatoshi, maldiciéndolo por ser el idiota del que estaba enamorado, lloró por 2 semanas siendo por primera vez consciente que con su egoísmo orilló al alfa a ceder ante sus propuestas con el único fin de atarlo a él, 3 meses y 2 semanas restantes bastaron para llegar a una conclusión; estuvo tan empeñado en forzar un amor "unilateral" en el que no sólo se perdió a sí mismo, si no que arrastró a Ushijima y Haruki con él.
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