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—taehyungie~

Hunde su dedo en la mejilla del otro. Taehyung siquiera reacciona.

—tae, tae, tae, tae-

—dijiste que solo te quería para ir a la cama.

—no era enserio.

—¡insinuaste que solo te quería para sexo!. —jungkook junta sus dedos.

—perdón. —jungkook abulta sus labios intentado conmoverlo pero es imposible, en este momento su corazón es de roca. —fui un tonto.

—ni siquiera me dejaste terminar mi explicación.

—es que ibas muy lento y me desesperé. —taehyung esta sentado en una de las sillas de la cafetería. Jungkook se agacha colocando su mentón entre la rodillas del castaño. Agradece que el maestro les dejara hablar afuera. —perdoname.

Taehyung baja su mirada.

—ya, no te hagas el difícil. Casi lo tenía. —exclama jungkook. Taehyung sonríe y se levanta cargando al pelinegro.

—extrañaba tenerte así. Deseche muchas cartas de confesiones por ti. —le besa la cabeza. Jungkook esconde su rostro en el hueco de su cuello. Aspirando su aroma.

—lo siento.

—¿como lo supiste?.

—sakura. —taehyung besa el cuello lechoso de jungkook.—ya no me cae tan mal.

—no es mala. Tu si lo eres. —le hace cosquillas a jungkook. Sus largos dedos colándose en la piel ajena, en la suavidad de su tacto. Pronto el comedor se llena de risas. —¿como cuestionas mi amor?.

—de la misma manera que tu cuestionas mi alergia por los chocolates.

Taehyung había llegado a un punto que pensaba que la alergia de jungkook era un capricho pero era enserio. Cuando llevó una caja de chocolates para consolarlo. Jungkook no probo siquiera uno. Y eso le dolió mas de lo que debería. Pero entiende que sea algo que su chico no puede controlar.

—¿vas a volver a dudar de mi?. —aprieta sus mejillas. Sus labios como de patito. Jungkook niega. —mua. —taehyung le besa. —¿cambiaste de labial?.

Jungkook asiste.

—esas zorras son astutas.

—malas palabras jungkook.














—desde que te di esa caja de maquillaje te ves mas guapo.

—¿acaso estas comenzando a sentir atracción por mi glorioso rostro?.

—horroroso dirás y no, iuggg.

—bueno, tu te lo pierdes. Algún día llegara una chica y te arrepentirás de no haberme reclamado antes.

—esperen, ¿ustedes no eran amigos?. —pregunta jennie confundida con el tipo de conversación que manejaban esos dos. —¿me perdí de algo?.

—no, casi nada. —responde jisoo.

—¿¡le dices nada a nuestro beso!?. —le reclama jimin.

—error beso dirás. Nos besamos por accidente. —se dirige a jennie. —no fue nada.

—parece significar mucho para jimin.

El mencionado Cruzas los brazos.

—eres mi amigo jimin, lo siento.

—si, si. Como sea.

Jennie niega y ríe. Ojalá su relación fuera mejor pero desde que llegaron  no ha visto a lisa y es claro que se transfirió a otro instituto.

El timbre suena y ve pasar al chico llamado seokjin, han pasado los meses y le sorprende que nadie hable con él pero aun mas le sorprende que su relación con sakura se haya fortalecido. Esa es una locura.

—manzana.

—¿estas segura?.

—si, estoy segura.

—¿segura segurita?.

—¡que si!, es una puta manzana. ¿Que es eso de segura segurita?. —se saca el antifaz. La sonrisa y la manzana en la mano de seokjin le reciben.

—ah, ven acá. Buena chica.

—¿soy un perro o que?.

—sh, sh, calla.

—no me hagas callar. —seokjin la abraza. A mala gana la chica corresponde el abrazo. —no se si-

—shh. —le mete la manzana en la boca.

—¡jsuwnwo!!!!

Las cosas están mejor. ¿Casi?. Bueno. Se percibe un buen ambiente. Jennie se siente como la reina de la soltería pero ella misma desaprovechó su oportunidad. Esta algo confundida al pasar por el césped. Jungkook entre las piernas de Taehyung, mas bien en su regazo. Hablando de quien sabe que, cosas de pareja seguramente. ¿No que estaban discutiendo?.

Ah, todo pasa demasiado rápido.

Ve como seokjin escapa de sakura quien le lanza una manzana. Más allá jimin quien insiste en menos rubor y mas sombra de ojos, jisoo que le advierte que se verá como un payaso. Extraña a lisa, a ella y su actitud infantil pero decidida. Jungkook tenia razón. Debió valorará la antes.

—¿quieres ir al salón de biología?.

Jungkook alza su cabeza.

—¿a que?. ¿Estudiaremos o... Ahhhhh...

Taehyung se levanta y toma la mano de jungkook. El salón, ese salón. El salón indecente. La vergüenza desaparece entre esas cuatro paredes.

Al llegar ni siquiera alcanza a cerrar cuando su espalda hace ese trabajo. Taehyung lo carga y lo estampa en la pobre puerta que gracias al cielo es sólida y estable.

—tae...

—te extrañe mucho.

—con cuidado. —su rostro queda en el cuello ajeno. Taehyung escucha claramente su respiración agitada y su corazón. —lo que quieras hacer, debe ser rápido.

—¿que quieres que haga?. —pregunta. Jungkook traga.

—tengamos sexo con la ropa puesta.

—jungkook, no digas esas cosas. —pero igualmente lo deja sobre la mesa mas grande, claramente la del maestro. —abre tus piernas.

Taehyung quien se coloca entre ellas. En una clara invitación.

—mas cerca, quiero sentirte.

Cuando sus pechos chocan saben que no pueden estar mas juntos. Taehyung empuja su cadera y esa simple acción le deja sin aliento al otro.

—mas duro. —pide jungkook. Siente sus piernas tambalear, corrientes eléctricas directas a todo su cuerpo. Taehyung no esta muy diferente. —soy flexible, separa mas mis piernas.

Taehyung acepta y dios. Se siente el paraíso. Y eso que ropa separan que sus pieles se toquen. Se queda allí unos segundos, haciendo presión. Es tan caliente. Aun con ropa puesta, se siente tan caliente allí.

—quedan, mm, pocos minutos para que toquen la campana. —cierra los ojos y asiste a lo que taehyung haya dicho porque no puede pensar correctamente con el cosquilleo en su entrepierna. —¿quieres que terminemos aquí?.

—toca mis pechos, por favor... Tae.

No hay que pedirlo dos veces. La temporada de invierno ya paso pero jungkook reusaba a sacarse esa chaqueta. Sin ella, era notable. Taehyung los toca, duros, redondos. Es jungkook. Realmente, ¿puede haber algo mejor?.

—están muy duros.

—toca mas, cuanto quieras. —jungkook se esta entregando por completo. Gracias al cielo taehyung tiene un autocontrol increíble.

Los gemidos de jungkook son masculinos pero su voz se vuelve mas fina, suave y se rompe como porcelana cuando taehyung lame por arriba de la tela. Sin pensarlo toma el cabello y le obliga a seguir con ello. Aunque eso signifique tener que cambiarse de ropa después. De igual modo sus pantalones ya se encuentran húmedos.

—tae~.

HERMAFRODITA; taekook SEGUNDA TEMPORADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora