HERMAFRODITA; taekook SEGUNDA TEMPORADA

22

—no.

Tenía a taehyung medio dormido sosteniéndolo de la cintura posesivo. Creyó que dormiría luego y si lo hizo pero apenas percibe a jungkook salir de la cama lo atrapó en sus brazos. Negándole salir.

—debo ir a casa, papá estará preocupado. —mentira.

—desayuna aquí, tu papá lo entenderá. Puedes ponerte mi ropa pero no te vayas. —le sostiene las manos y las entrelaza. —¿Porque quieres irte?. —le pregunta en su cuello.

—no puedo hacer lo que quiera. Le prometí estar temprano en casa. —mentira.

Eran las 8 de la mañana. Otra noche fuera de casa. No tiene idea como se le pasa por alto. Tiene un montón de libertad pero justo ahora debe irse, tiene que. Su pecho se retuerce en angustia y sus dedos cosquillean de una forma escalofriante.

Les dijo a jimin y jisoo. que le distrajeran pero estos mismos deben estar sentados en el living mordiéndose las uñas. Además taehyung no le dejaría ir tan fácil. Es de mañana y tiene el derecho a irse pero taehyung no le deja.

Sus cejas se juntan, no hay manera de que salga sin que taehyung le siga. Pero no quiere ponerle en riesgo tiene unas inmensas ganas de llorar. Sería sencillo decirle la verdad pero no es tan fácil, nada lo a sido desde un comienzo. Y teme que si le confiesa el motivo de su prisa quiera seguirle, sin mencionar que es un mapa de información que dar. No tiene el tiempo o las palabras adecuadas para explicarle.

Así que es más fácil mentir.

—me duele el estómago. Papá tiene algunas pastillas.

—jimin también tiene.

—si pero son especiales, comí una barra de cereal y no note que tenía chocolate. Son pastillas para la alergia.

—puedo preguntarle a mi mamá, tal vez tenga algo. O puedo ir a comprar.

Solo dejame ir.

Sin darse cuenta golpean el piso con su pie.

—son realmente especiales no se consiguen en cualquier farmacia y menos sin receta médica. —sorve su nariz, levantando la mirada y encontrándose con taehyung a centímetros suyo.

—¿Porque me mientes?.

Mierda, ¿Porque es tan difícil?.

—no te miento, de verdad...

Los ojos repletos de angustian le exigen una respuesta a su actitud. Taehyung se merece una respuesta. No hay razón para hacerle sufrir por incógnitas. Menos cuando esta aun en duelo por su amiga fallecida, necesita un apoyo, necesita a alguien a su lado, a jungkook quien debería consolarle y brindarle seguridad e estabilidad. Mínimamente no negarse a una petición tan prematura como acompañarlo a dormir.

—no te entiendo. —suelta sentándose bruscamente en la cama con las piernas cruzadas. —dijimos que no nos esconderíamos nada. —observa sus manos y luego a jungkook. —solo dime. Habla conmigo.

—no puedo.

—¿porque?. ¿Porque no puedes?. —se levanta, caminando de un lado a otro, jungkook permanece estático.

—no puedo. —vuelve a repetir con un ardor en los ojos comenzando a nacer. Sabe que si discuten se pondrá a llorar. —por favor no preguntes.

—¿como quieres que no pregunte?. —habla desconcertado. Ríe en el aire y le toma las manos. —estoy tratando de entenderte. ¿Porque no confías en mí?.

—no es eso. —niega con el ardor mas presente. Las manos cálidas de taehyung le sostienen las mejillas buscando algo en los ojos contrarios. —es complicado. Es todo un desastre.