HERMAFRODITA; taekook SEGUNDA TEMPORADA

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—¡Voy a salir!. —informa de forma apresurada ya lista en caso que su abuela no le permita ya qué está a estado más severa y estricta que nunca.

—¿A donde vas?. —le pregunta su madre que esta en casa. La madre de jisoo es enfermera por lo cual pasa poco en casa. Su madre la mantiene al tanto de su hija. —¿Con tu amigo jungkook?.

—si. —miente.

La mujer asiste. pronto la adolescente sale a la calle, un soleado día le recibe. Son pasadas las doce, se ocupó de almorzar rápido para llegar lo más pronto posible.

¿A donde?. Donde mina. Jennie le mataría, pero a su favor la pelinegra con mechas Rojas tiene demasiadas dudas comiéndole con furia. Desde que la capitana le contó de la traición, se sintió estafada. Claro que está completamente del lado de jungkook. Al convivir con mina sus palabras jamás le sonaron falsas o que tuviera otros propósitos. Le cree a Jennie, sin embargo quiere ver con sus propios ojos y oír por si misma y si se puede hacer cambiar a la chica.

Así que con su mochila en la espalda se encamina, preparada pero más curiosa.

La casa de mina es linda y ordenada, blanca con un color crema, un gran carro familiar estacionado y un pintoresco césped con el color verde más vivo que a visto.

Toma aire y golpea.

—¿Quien es?. —escucha desde dentro una voz infantil.

—¿Hola?.

—hola, si, ¿Quien es?. —por el lugar donde pasan cartas se ven unos grandes y brillosos ojos miel. —¿Eres amiga de mina?, Ella no se encuentra.

Jisoo sonríe. Que tierna.

—¿Sabes a qué hora llega?.

—¿eres su amiga?.

—um, si... —espera una respuesta que tarda en llegar.

—si fueras su amiga habrías llamado o haber preguntado a mi hermana.

—soy torpe. —confiesa. —¿Sabes a qué hora llegará?.

La niña coloca sus zapatos. Abre la puerta. A jisoo se le encoge el corazón, por cierto la de mechas Rojas adora a los niños. La hermana de mina le llega a la cintura, ojos grandes, cabello castaño, ojos que hacen la ilusión como si fuesen amarillos y viste un overol blanco. Le calcula unos cinco o siete años.

—pasa.

Acepta la invitación, sacando sus zapatos reemplazándolos por pantuflas. Lo que sabe es que los padres de la chica son dos prestigiados abogados, maniáticos del orden y la estructura. Lo menos que quiere hacer es causar un alboroto.

—¿Estas sola?. —cuestiona al avanzar, el silencio abarca el living iluminado por los ventanales. —¿Y tus padres?.

—no están. —la niña se sienta en la mesa, donde hay un plato con comida. —fueron a trabajar.

Inspecciona el lugar con los ojos. —¿Tu hermana también salió entonces?.

—mina siempre sale. —dice comiendo fideos. —con sus amigos.

—ah...

—tu eres una de sus amigas, ¿No?, ¿No deberías estar con ella?. —le apunta con un palillo. Jisoo sonríe tratando tranquilizar a la menor —jamas te e visto con mina.

—somos amigas hace poco.

—ahhh... Eso explica las fotos.

—¿Fotos?.

—mi hermana tiene muchas cosas en su habitación. —informa haciendo una expresión arrogante. —puedo parecer inofensiva pero manejo mucha información. —la niña sorbe los fideos. —no eres su amiga.