A Shinobu le gusta Giyuu, y Sabito lo sabe.
A Makomo le gusta Sabito, y Giyuu lo sabe.
Pero aceptarlo no les resulta tan fácil y ninguno aceptara la derrota de su amor sin haber peleado antes.
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Historia completamen...
Los rayos se filtraban por las amplias ventanas de la alegre cafetería. Su ambiente tranquilo relajaba a los clientes, invitándolos a quedarse para disfrutar un poco más de ese aroma a café, todos los días eran pacíficos... excepto esa tarde.
Sus miradas se mantenían fijas sin decir palabra alguna, era obvio que ni ese característico entorno lograría calmar la tensión entre ellos, y aunque sonrían, sus auras intimidaban a cualquiera que los viera.
-... Así que ya lo sabías - dijo entre dientes, sin despegar la vista de sus ojos.
- Ambos lo sabíamos Sabito-san - le sonrió con falsedad - Solo faltaba confirmarlo.
- Bien - se recargo en el respaldo del asiento - ¿Que planeas?
- No planeo nada - dio un sorbo de su bebida - Solo tomo tus sentimientos en cuenta - sonrió.
- Vaya... - sus labios se curvearon en una sonrisa desafiante - El primero en conquistar a Giyuu gana.
Shinobu lo miro divertida. Parece que entendió su mensaje.
- El premio del perdedor será la resignación - dió un largo y último sorbo - Gracias por todo, hasta luego Sabito-san - se despidió camino a la salida.
-¡Oye! - golpeó ligeramente la mesa lavantándose - ¡Shinobu vuelve aquí! - exigió, pero la menor ya había cruzado la puerta del local.
Fue ella quien lo cito en ese lugar. ¿No debería pagar ella, aunque sea su parte?
Rendido, volvió a sentarse y pidió un postre.
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- Hola Giyuu - saludo mirando el horizonte. El mencionado se detuvo tras ella.
- Hola - devolvió el saludo con cierta incomodidad.
- Me alegra que aceptarás mi invitación - se giró a verlo - Gracias.
- No hay problema.
- ¿Vamos? - pregunto antes de avanzar entre las calles sin esperar respuesta. Giyuu la siguió en silencio.
Conversaron luego de algunos intentos por parte de Makomo. Hicieron una breve parada en la tienda de helados frente el jardín, dónde posteriormente se acomodaron en una de las bancas.
- En verdad a pasado mucho tiempo - comento mirando los débiles rayos de sol despedirse frente sus verdes ojos.
- Supongo...
- Giyuu... - bajo la mirada - No he dejado de pensarlo desde ese entonces. Quiero disculparme por todas esas ofensas que te dije - su sonrisa vaciló.
Tomioka tuvo la repentina necesidad de decirle que no fue su culpa. Que todo ocurrió por impulso. Quiso volver, quiso pedir perdón, pero cuando lo noto ya era tarde.
- Eso no importa.
Dió un largo suspiro y elevo la mirada para desaparecer las lágrimas.
- Sabemos que hay algo que no ha cambiado.
Se encogió incómodo por el rumbo de la conversación.
- Hagámoslo - pidió mirándolo - Peleamos honradamente por el corazón de Sabito.
- Bien - respondió sin pensarlo y arrepintiéndose al instante.
- Solo una cosa - dijo antes de que se retractara - Ganemos o perdamos, aceptemos los resultados sin rencores... No quiero repetir la historia.
-... Está bien - dijo resignado. Con cautela miro el helado levemente derretido en la mano de Makomo - Cuando de tema, ¿vas a comerlo? - lo señalo.
