Advertencias: Incesto. Si no les gusta la temática, es mejor no leer.
Clasificación: M+..
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TWINS GAME
By: Nahi Shite
I.
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Uzumaki Himawari nunca había estado sola. Nunca. Jamás. El dicho de uno nace solo y muere solo perdía su veracidad con ella o, al menos, la mitad de esta; aún no había muerto, pero sí nacido… y no lo hizo sola. En realidad, fue tan afortunada que tuvo compañía incluso antes de hacerlo.
Su nombre era Bolt, pero ella en ese entonces no lo sabía y él sólo era algo a su lado, algo que se movía contra ella y la sofocaba un poco, algo inquieto que robaba parte de su alimento; pero era un ladronzuelo travieso que, cuando el ambiente húmedo y pacifico donde ambos se encontraban sumergidos temblaba por los ruidos del desconocido exterior, se tensaba contra ella y parecía una barrera… protegiéndola.
Luego, cuando fueron demasiado grandes y la bolsita que los soportaba demasiado pequeña, mientras pateaba suavemente el bulto a su lado para ganar espacio, la puerta se abrió. Ella no lo supo en ese momento (no podía saberlo), pero pronto el bultico empezó a deslizarse, a dejarla sola…
Bolt fue el primero en nacer, a las diez y treinta de la mañana de un ventoso día de Agosto, mientras Himawari lo hizo diez segundos después… sujetándose del pie de su hermano.
Fueron recibidos por dos mujeres; una rubia, la otra tenía esmeraldas en los ojos. La rubia tomó a Himawari, la otra a Bolt, pero nunca los separaron, permanecieron de pie una junto a la otra, elevándolos levemente en sus manos, observándolos en par.
—Son tan pequeñitos —susurró una.
—Y mira, frente, él le tomó de la mano.
—Hinata, creo que tu hijo será un buen hermano mayor.
Una mujer de piel pálida y ojos perlados, que resultó ser su madre (dentro de ella habían estado ellos todo ese tiempo) sonrió débilmente. —O muy… sobreprotector.
Ella, como toda madre, tuvo razón.
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Twins Game.
FanfictionDios tenía que darle fuerzas, no podía abandonarla. Si todo era una prueba, entonces tendría que ayudarla ¿verdad? Porque definitivamente no era justo para ella el tener que resistir la tentación viviente de cabellos rubios y piel bronceada, de anch...