IV.

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Advertencias: Incesto. Si no les gusta la temática, es mejor no leer.

Clasificación: M+.

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TWINS GAME

By: Nahi Shite

4.

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Himawari soltó un chillido. Algo de agua había entrado en su boca y la hizo toser. —¡M-Mami! —se quejó, frotándose los ojos con fuerza. Estaba segura de que un poco de shampoo había caído en sus ojos.

—¡Himawari-chan! —oyó a su madre exclamar y, seguidamente, unos pasos veloces hicieron que la risa de Bolt se aligerara. Luego, Himawari sintió cómo las confortables manos de su madre la sacaban de la tina y una gran toalla (ella sabía que era la de los ositos amarillos, aún sin verla) la envolvió mientras sollozaba suavemente.

—Me arden los ojos —se las arregló para pronunciar entre ligeros quejidos y las manos suaves de su madre retiraron las suyas que fregaban los ojitos, mientras la sentaba en un pequeño taburete.

Himawari sorbía su nariz y lloriqueaba con los ojos cerrados, así que no tenía forma de saber qué era de Bolt en ese momento. Él lidiaba con una fugaz y penetrante mirada proveniente de la líder del clan Hyüga, es decir, su madre, y pasaba saliva.

—Tranquila, cariño, no es nada.

Pronto sus sienes percibieron un calor placentero. Su madre estaba usando un poco de ninjutsu médico para calmar su ardor. —Abre los ojos, Himawari-chan —y ella era tan buena en eso… ¡su madre era tan buena en todo! No pudo evitar lanzarse en sus brazos.

—G-gracias, mami —dijo, recostando tiernamente la mejilla en su hombro derecho—. Nii-san es muy malo… —su murmullo fue suave—Esperó a que salieras y me echó agua mientras yo me frotaba el cabello.

—Lo sé, lo sé… —Hinata le acarició la espalda, caminando hasta la salida del baño con Himawari en brazos. Bols se puso de pie, chorreando agua, aparentemente dispuesto a seguirlas, pero ella le frenó—Alto, caballero —habló con firmeza, muy parecido a como lo hacía el abuelo Hiashi, y el niño se congeló—: Tú te quedas en la tina hasta que papá llegue.

—¡Pero me volveré una pasa´ttebasa!

—Ah, eso debiste pensarlo antes de molestar a tu hermana, Bolt.

Himawari lo vio hacer un mohín y caer nuevamente sentado en el agua, de brazos cruzados. Se sintió un poco mal, porque ella sabía que él se aburría mucho tomando un baño en soledad, él se lo había dicho, y además… a Bolt le encantaba hacer bromas, no era completamente su culpa…, así que le dirigió una mirada triste antes de que la puerta se cerrase frente a ella.

Himawari pensó que su padre castigaría a su hermano con un coscorrón acompañado de un pequeño discurso, pero las cosas resultaron siendo mucho peores; no hubo coscorrones, no hubo discursos.

Él había entrado sonriente como siempre y ella dejó los juguetes a un lado para correr a su encuentro. Después de girarla en brazos y hacerla reír al rozar sus narices murmurando "Wari-chan, Wari-chan" su padre echó un vistazo alrededor con aquellos increíbles ojos azules y frunció el ceño. —¿Dónde está Bolt? —preguntó, besando en la mejilla a su esposa.

—En la tina —ella le respondió, ayudándole a deshacerse de la capa de hokage, pues Himawari seguía siendo cargada.

—¿Solo? —una pregunta más exacta habría sido: ¿sin Himawari?, pero Naruto decidió no hacerla de esta manera.

Himawari se mantuvo en silencio al escuchar el suspiro de su madre. —Está castigado, Naruto-kun —dijo—; los dejé solos un segundo… él tomó un balde de agua, se lo echó en la cabeza a Himawari-chan e hizo que le ardieran los ojos por el shampoo.

"Aquí viene", pensó la pequeña Uzumaki, "ahora papá irá al baño por Bolt y lo regañará", pero para su sorpresa él sólo la acomodó en el sofá y se llevó una mano a la cabeza para rascarla.

—Bueno, Hinata, es que ya están muy grandecitos para bañarse juntos´ttebayó —murmuró en tono pensativo.

Himawari sintió un escalofrío.

—¿Lo crees?

Su padre asintió. —Seis años y diez meses es una buena edad para tomar el baño por separado.

Ella observó a su madre con la esperanza latente de que estuviese en desacuerdo, pero esta sólo se mordió el labio por un segundo y lo miró con aquellos ojos lilas tan preciosos. —Tienes razón —susurró—. A partir de mañana se hará como dices, Naruto-kun.

—Primero Himawari y luego Bolt —su padre sonrió divertido—; Ahora vamos por el monstruito, que debe estar todo arrugado´ttebayó.

Y esa fue la segunda cosa importante que dejaron de compartir: la hora del baño. Ni siquiera las pataletas y chillidos de Bolt habían servido de nada… ni siquiera los ruegos de Himawari ablandaron el corazón del hokage.

Los gemelos no compartirían el baño a partir de ese día…

Y no fue sino hasta muchos años después que se reunieron nuevamente en una tina… Ellos eran los mismos, pero hubo algo que cambió: los quejidos de Himawari tuvieron una causa totalmente diferente al dolor.

Twins Game.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora