"Cuando la noche es más oscura, cuando la noche es más fría, Si la noche........ Significa que......."
Pero la noche no habia sido fría en absoluto, mucho menos lo fue oscura, entonces... "¿por qué tenía que terminar?" se pregunto con una punzada de melancolia en el estomago. El dolor que le provocaba esa pregunta en su mente le era muy familiar, era el mismo que habia sentido mañana tras mañana desde que se encontro encadenada a ese sentimiento, despertando del mismo sueño una y otra vez, maldisiendose a si misma por haberlo soñado y a la vez, lamentando que solo haya sido un sueño. Quizas halla sido eso, la razon por la que no se atrevio a dormir aquella noche, quiza por eso ahora el dolor estaba en su estomago y no en su pecho.
Pero no podia ser un sueño esta vez, eso era imposible a estas alturas, y ella se sercioraia de ello. Durante toda la noche ella no dejo de abrazarlo, de observarlo, de sentir su calor, su repiración, pasando asi horas, desde que el se habia quedado dormido, y sorprendentemente aun no habia hallado aburrimiento en sus acciones. Ella no estaba segura de que pensar ahora, si hacerle caso a su mente asustadiza o creele a todo lo demas, era simplemente la duda que surge ciando algo era demasiado bueno, aunque ella no podia verlo asi, ¿era ella demasiado joven para notarlo aun?... Tal vez...
-...Otou-san...- Susurro timidamente, lamentandose inmediatamente haber perturbado por un momemtno la calma que prtotegia el sueño del que desde esa noche se habia convertido en "mío".
La angustia en el frio color de sus ojos en la penumbra se vio disipada apenas esa palabra paso por su mente. Las consecuencias no esataban muy bien medidas en la mente de la joven chica, hasta a donde ella habia considerado , lo que ella deseaba era incorrecto, era malo, o almenos lo era hasta que el deseo se cumplio.
Aun recordaba ese primer beso bajo ese arbol en medio de aquella llovisna, aunque a decir verdad, ella tenia una imagen un tanto idealizada de esa imagen, poco realista, y hasta cierto punto equivocada...tan equivocada como cuando penso que que todas sus preocuoaciones se habian esfumado con aquel beso, pero ahora eso poco importaba.
El aliento matutino del sol respiro sobre su cuerpo desnudo, tomandola por sorpresa, provocandole un pequeño escalofrio que la hizo estremeserce, y antes de que se diera cuenta cerrear sus ojos, como si los primeros rayoz del sol fuesen de hielo.
Al momento de darse cuenta de su descuido la joven espavilo tan rapido como pudo y, al volver a abrirlos noto con alegria que efectivamente el seguia ahi, "No fue un sueño" penso formando una sonrisa muy dulce en sus lavios, de esas que hacen latir de alegria al corazón.
Emocionada, la joven puso su vista nuevamente en el rubio durmiendo bajo ella, ignorando todo lo demas, como las grandes pilas de papeles alrededor, las ropas de ambos exparcidas en todas direcciones del piso y muebles, incluso ignoro la comida que habia cahido cerca de la puerta la noche anterior, pues ahora, solo podia esperar impaciente a que él despertara.
Sus parpados se sentian pesados, mas no eran suficientes para parar al sol que nacia, el rubio lo tuvo que aprender a la mala, forzando un no muy agradable despertar. Su vista tardo un poco en acoatumbrarse, pero al instante supo donde se encontraba, no era la primera vez que despertaba en ese cuarto, con papeles a su alrededor, con algun olor a comida en el cuarto, pero algo era diferente, para empezar el olor a comida seria ramen o algo menos saludable, no estaria deanudo y con la espalda sobre el piso, tambien,... no recordaba que el sol tuviera ojos azules.
-Buenos dias... Otou-san- Escucho decir en una risueña y calida voz que derretian su corazon.
Era una sonrisa muy dulce, en demasia, el rubio sabia que era debil ante ella, que haria todo por mantener esa sonrisa, y estallaba de alegria de que esta vez, esa sonrisa, se debiera a él.