Atardecer -Postergada

Capítulo 2

Costia estuvo acompañando a Lexa durante un poco más de un mes, tras el funeral de Titus, pero debido a que la operación continuaba y debían seguir su rumbo, necesitó dejar a su amiga nuevamente. Aunque prometiendo mantenerse en contacto más seguido.

Costia tuvo que hacerse de mucha fuerza para no demostrar sus profundos sentimientos por Lexa. No estaba en sus planes aprovecharse del momento, y tampoco lo deseaba. Ella tenía una vida muy especial, donde desafortunadamente no podía unirse amorosamente a nadie, sin poner a la persona en peligro, debido a su trabajo como agente secreta.

La agente Wilder no tenía pensado dejar MI6, hasta que al menos pudieran desmantelar esa maldita organización criminal internacional tan poderosa, de la que Titus Woods era parte. Ahora iba más allá de su venganza personal, que ya no existía. Ahora era una cuestión de limpiar un poco al loco mundo, de esa sombra poderosa que lo estaba cubriendo todo lentamente.

Ese tiempo en el que paso con Lexa en su mansión de Bly Manor, fue bastante difícil para Costia, ya que muy frustrada, notaba en la depresión en la que se había sumergido Lexa, tras romper con Clarke. Ella hubiera deseado poder curar y cerrar esa herida con su amor infinito por la pianista, pero simplemente no podía, o tendría que decirle la verdad de muchas cosas a Lexa. Costia no deseaba que Lexa le tuviera lástima, contándole lo que Titus y sus hombres le habían hecho aquella noche, explicándole el motivo por el cual se alejó aquella vez. Y tampoco deseaba exponerla a su peligrosa vida como agente MI6. Una profesión que de momento no dejaría, y no deseaba pedirle que la esperara hasta que eso ocurriera, no era justo para Lexa.

Más allá de todo, el tema era que en ese tiempo en Bly Manor, también se dió cuenta, que de parte de la pianista hacia ella no había un sentimiento más profundo que una estrecha amistad. Pudo comprobar con el pecho apretado que Lexa no estaba enamorada de ella, y dudaba que alguna vez lo fuera a estar. Lexa definitivamente la veía y sentía casi como a una hermana, y Costia lo aceptaba, como siempre lo hizo.

Sabía además, que de decirle la verdad de todo a Lexa sería solo ponerse en la misma condición que Clarke Griffin. Se convertiría en otra persona cercana a su vida, con un enorme secreto detrás, mintiéndole la mayor parte del tiempo. Costia no quería que Lexa sufriera otra desilusión, o que se sintiera aun peor, como una perfecta idiota ignorante, por no darse cuenta de nada, o no saber. Prefirió alejarse nuevamente, pero sin dejar de mantenerse en contacto más seguido.

Costia también le pidió a Anya hacerlo, que la mantuviera al tanto de todo lo que ocurriera con la pianista. La mánager no era estúpida, y en poco tiempo se había dado cuenta de que Costia Wilder tenía profundos sentimientos por su prima, unos que iban mucho más allá que una simple y larga amistad. Y no tuvo dudas en confrontar a Costia al respecto, aunque como lo esperaba, la joven negó absolutamente todo. Aludiendo que Anya quizás se confundía demasiado con cada mujer que se acercara a Lexa.

Fue una larga charla caminando una tarde por los jardines de Bly Manor, y obviamente Anya no le creyó una palabra, pero agradeció que Costia se mantuviera a cierta distancia de Lexa en esos momentos. O al menos que no tratara de aprovechar el estado de vulnerabilidad por el que la pianista estaba pasando, para hacer su movida.

Asimismo, Anya no comprendía que si Costia amaba a Lexa de la manera tan profunda en que lo hacía, y que calculaba ya por bastante tiempo, porqué nunca se lo había dicho. También a Anya nunca le quedó claro porqué Costia había desaparecido de la vida de la pianista, tras aquella fiesta de cumpleaños de Lexa. Y ahora que reaparecía y estaba claro que la seguía amando, no la confrontaba con ello. Aunque Anya estaba también casi segura que Lexa no se sentía de la misma manera por su amiga de la infancia, y calculaba que quizás esa era la razón de Costia y su silencio, prefiriendo no escuchar que Lexa la rechazara.