Capítulo 11

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Bellamy no había obtenido buenas noticias, tras hablar con su hermana Octavia, quien le dijo que Lexa estaba muy bien, y en buena compañía en Canadá. Obviamente él no podía actualizarla con el pequeño detalle de que ya no se hallaba en ese lugar aparentemente. Y que, además, la mafia la estaba buscando y la vigilaba a ella también.

El pánico se apoderó por un momento de Bellamy, necesitaba saber dónde demonios estaba Lexa o el resultado sería terrible. Había tratado de comunicarse con su hermana menor telefónicamente, llamándola y enviando mensajes de texto sin recibir respuesta alguna.

Estaba claro que estaba en una zona inalcanzable. Y no podía ser en mejor momento. La maldijo en gran forma y a su hermana Octavia por haberla llevado hasta esas montañas perdidas en quién sabe dónde. Que además se preguntaba quién era la misteriosa amiga esa guardaparque que vivía allí. Así como qué tipo de relación tenía con ella para internarse en un lugar inalcanzable. Y aunque le intrigaba y realmente sorprendía, era la menor de sus preocupaciones.

Mediante la aplicación 'encuentra a mis amigos' la había tratado de encontrar, pero no daba ningún resultado. Como si su teléfono estuviera en un lugar inalcanzable por los satélites y/o completamente apagado.

Eso no era bueno, nada bueno, se repetía desesperado en su oficina mientras no dejaba de caminar por ella como un perro rabioso, bebiendo el fondo de la botella de whiskey. Aunque se decía que necesitaba estar lo más lúcido posible. Necesitaba encontrar a su hermana menor cuanto antes, y el ponerse ebrio no iba a ayudarlo en absoluto.

Mientras tanto en otra parte del mundo, Lexa miraba su teléfono notando mensajes y llamadas perdidas de su hermano Bellamy, y le era extraño porque normalmente su hermano no la llamaba a no ser que fuera algo importante. De inmediato se preocupo pensando que algo le habría sucedido a Octavia, y cuando estaba a punto de llamarla, su madre la interrumpió, entrando a la habitación tras anunciarse, luego de golpear en puerta un par de veces.

- Alexandra, querida... ¿qué sucede? - Preguntó Becca al notar la preocupación de su hija mirando en su teléfono.

- Es Bell, ha intentado llamarme y mandarme mensajes que no puedo leer. Y puedes llamarme Lexa."

- Eso se debe a que bloqueamos ese tipo de contactos para no ser descubiertos. Lo siento. Pero no podrás llamarlo o enviarles mensajes de respuesta mientras estés aquí.

- Es que no preocupa tanto Bell. Si él está tratando de comunicarse conmigo quizás se deba a que O puede estar en peligro, o haber sucedido algo con ella.

- No te preocupes querida, tengo a mi gente cuidando a tus hermanos y se encuentran bien. Ven, vamos al jardín, necesito hablar contigo y tu novia. Por cierto, ¿dónde se encuentra?

- Ella esta en el baño tomando una ducha.

- Bien, entonces cuando ella este lista por favor vengan al jardín y hablaremos.

- Está bien, no tardaremos. - Becca dejo la habitación ante la atenta y aún preocupada mirada de Lexa.

Aunque era su madre, Lexa le creía a medias lo que le decía. No podía dejar de pensar en por qué de repente Bellamy tratara de comunicarse con ella de esa manera, algo desesperada, diría ella. Dejándole muchos mensajes que no podía leer y unas tantas llamadas perdidas. Algo sucedía y ella necesitaba saber qué era.

Una vez que Clarke terminó en el baño, Lexa la ayudó a vestirse y secarse el cabello, así como ponerle un pañuelo para sujetar su brazo resguardando su hombro herido, que aún dolía. Asimismo, Clarke le juró que su dolor de cabeza había prácticamente desaparecido ya. Solo tenía una leve molestia en su hombro.

Atardecer -PostergadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora