¿Debería Pedirle Ayuda Al Sistema?

Capítulo 17

"QINGHUA"


Me siento de un salto en cuanto sus ojos hacen contacto con los míos; La luz que ingresa desde las ventanas me dejan ver con claridad a Mi Rey, mal que un sonido ensordecedor interrumpe cualquier palabra que pudimos pronunciar, suspiro cuando su mano toca mi pierna, dejando de lado todo lo demás nos alistamos para salir de las cuatro paredes que nos protegen. 

Mi cuerpo tiembla en cuanto traspasamos la puerta, caigo en cuenta de que si no fuese por aquella cúpula brillante que cubre la habitación en toda su totalidad, los demonios que se encuentran del otro lado podrían habernos atacado; la primer persona que reconozco es al hermano pepino, quien se relaja en cuanto se da vuelta y nos ve. 

Se me queda mirando un momento como esperando que le diga algo, su reacción no hace más que confundirme, seguido dirige la mirada en mis piernas y luego la redirecciona a mi Rey, es ahí cuando algo dentro de mi mente se enciende, estoy de pie, y no hay ni un mínimo dolor en mi cuerpo, miro fijamente al demonio, quiero protestar, no obstante las palabras se bloquean por aquel nudo que se forma en mi pecho, necesito decirle que no era necesario que utilizara su poder en mí; aunque no se note a simple vista sé lo débil que debe de estar, no conozco a un solo cultivador que pueda sanar un cuerpo a este nivel, ni los mejores médicos de la cumbre pudieron hacerlo. 

Sin siquiera dirigirme la mirada roza mi mano con la suya y camina hasta traspasar la cúpula; no hay más oportunidades para poder hablarle. De inmediato los hielos comienzan a emerger llevándose cualquier enemigo que pudiese encontrar en su camino, desgraciadamente y con toda seguridad, puedo asegurar que más de uno de aquellos demonios que atacan a los nuestros, es de esos que con fervor fueron su fiel seguidor.  

Quiero seguirlo, no obstante me detienen.

-No es una batalla en la que puedas entrometerte, su esfuerzo por curarte sería en vano, es mejor que te quedes aquí.- 

Decido hacerle caso al Hermano Pepino, no obstante a medida que los minutos se convierten en una hora y la masacre se hace mayor decidí escabullirme de allí, solo para arrepentirme de inmediato, sin protección y sin señal de Mi Rey me encuentro más vulnerable que nunca. 

A medida que voy avanzando no solo los ataques son un problema sino también las miradas reprobatorias me acechan, y entre susurros de aquellos que se alejan de la que parece ser la zona principal, oigo cómo culpan a mi demonio. Estoy temblando de la impotencia, de ver cómo todos a mi alrededor están heridos o muertos, de cierta manera todo es mi culpa, voy a tomar la total responsabilidad de lo que está sucediendo y no voy a dar el brazo a torcer ahora que culpan a Mobei-Jun, no lo voy a permitir.

Herido y agotado por fin puedo respirar cuando logro vislumbrar donde los demonios pelean, me acerco hasta estar cerca de quien realmente que causo todo este destrozo, sin embargo me congelo cuando nuestras miradas  veo como su sonrisa se ensancha y si darme la oportunidad de reaccionar su poder me golpea por completo como si me estuvieran apedreando, las puntas afiladas ingresan en mi cuerpo y siento como perforan mis órganos, un grito me distrae un instante y es ahí cuando por fin ubico donde se encuentra Mobei-Jun.

Como si todo transcurriera en cámara lenta veo como todo a su alrededor empieza a explotar en el mismo instante que mi cabeza golpea el piso. Linguang-Jun de inmediato en cuanto Mi Rey se distrajo lo atacó a él también. Mobei no se retrasa más y tal como si fuese una bestia hambrienta ataca hasta destrozar por completo a quien una vez fue su tío.

Mi cuerpo se olvida de todo dolor en cuanto veo el suyo desangrarse a medida que se acerca a mi.

Su cuerpo cae pesado de rodillas a mi lado y de inmediato me toma en sus brazos. 

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(Si duda alguna lo más insólito era ver al demonio de hielo dejarse llevar por sus emociones, si algo era seguro era que desde el momento que desapareció QingHua había perdido todo rastro de esa personalidad fría, el ceño fruncido constante no se le iba a quitar nunca, el enojo, la ira , cada momento desde que no lo tenía con él era explosivo, momentos en el que sin dudarlo había matado a quien se le cruzara, todo había empeorado y se debía al humano que ahora tenía entre brazos.)