Capítulo 9

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Llevábamos horas dando vueltas en el Palacio sin poder encontrar a el hermano avión.

Hay demasiados túneles y en cada uno más trampas que el anterior, el subterráneo de este lugar es inmenso.

De alguna manera el lugar y el ambiente logran poner nervioso a uno, las linternas de fuego azul le dan un toque escalofriante al lugar, sin necesidad de una matriz de laberinto más de una vez hemos estado dando vueltas en círculos, el tamaño de las cuevas es tan grande que me hace recordar a el experimento de las hormigas de la escuela media, la diferencia es el hecho de que ahora nosotros parecemos hormigas en el gran lugar.

Es tanto el frío aquí abajo que ni siendo un inmortal logro ocultar el frío que siento. No escucho nada más que el castañeo de mis dientes que sin poder ocultarlo suenan de vez en cuanto, nuestras respiraciones y un infinito eco.

Al dar la vuelta en uno de los túneles nos encontramos en una encrucijada, a lo lejos se escuchan pasos acercarse por lo que me pongo a la defensiva, según lo que el demonio de hielo había dicho antes de adelantarse es que nadie puede estar aquí, ni nunca pusieron demonios o espectros para proteger por lo que no tendríamos que pelear con nadie, solo tener cuidado de las trampas, por eso el que se escuchen pasos logran que me ponga en posición.

Sin darme la vuelta me coloco delante de los demás para protegerlos. 

Inmediatamente la mano de BingHe se apoya suavemente en mi hombro.

-Shizun, no hay de que preocuparse es Mobei-Jun, a la distancia logro ver su marca demoníaca en la oscuridad.-

Me relajo y me coloco a su lado, tal y como lo dijo mi demonio, segundos después apareció el susodicho de la encrucijada, de alguna forma está más herido de lo que estaba cuando entramos, no se está curando lo que es raro, el demonio de hielo se mantiene erguido y no muestra ni un ápice de dolor, por lo que veo y logro recordar, tiene lastimaduras internas, no entiendo cómo logra caminar sin problema.

En cuanto está al frente nuestro cierra los ojos y comienza a hablar, no se da cuenta, su voz es quebradiza y se nota un pequeño temblor, parece ser que bajo las defensas y se está mostrando vulnerable.

-Será mejor que se retiren de aquí, a partir de éste punto comienzan a haber más trampas, seguiré buscando sólo. Abre un portal y retirense, iré a su cumbre en cuanto termine cada rincón de aquí.-

En cuanto termina de hablar se da la vuelta para seguir su camino, al mismo tiempo Binghe abre un portal. Pero antes de que podamos irnos vuelve a hablar.

-Déjenme a la otra escoria, no ha ayudado en nada desde que entramos ¿No se supone que era quién iba a guiarnos?-

-Claro, hem... No recuerdo su nombre. Binghe ¿Tú lo sabes?-

Sólo recibo una mirada de confusión y una negación.

Cubro mi rostro con el abanico y niego levemente.

-Dinos ¿Cómo es tu nombre? Ve con el demonio, vas a ser de ayuda.

Al no recibir respuesta alguna al mismo tiempo giramos nuestros rostros en búsqueda del pequeño acompañante.

Al no verlo detrás nuestro el demonio pierde los estribos una vez más, ésta vez al no ver al discípulo a nuestro lado. Hasta nosotros nos mostramos confundidos ¿Hace cuánto que no está detrás nuestro? 

- ¿Cómo se supone que confiemos en alguien que no hizo nada hasta el momento? ¡Ni siquiera sabemos el nombre! ¿Y ahora desaparece?-

Mobei se abstiene de golpear la pared a centímetros de colisionar su puño, frunce el ceño y rápidamente apoya su frente contra la helada superficie, noto como cierra los ojos y pronuncia algo.

Unos segundos después abre los ojos abruptamente y comienza a insultar.

Esta vez no se abstiene y comienza a golpear sin medir su fuerza la pared de hielo.

¿Debería Pedirle Ayuda Al Sistema?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora