Capitulo 13

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ADVERTENCIA: OOC SUPREMO A LA PERSONALIDAD DE MOBEI.

No quiero abrir mis ojos, no estoy preparado para lo que pueda ocurrir.

Todo a mi alrededor está demasiado silencioso, logro percibir a la distancia la presencia de más personas, pero ninguna es de mi humano, ni siquiera siento a Lou Binghe cerca.

El que dijo que los demonios no podíamos sentir lo mismo que los humanos, mintió. En este mismísimo momento cada emoción está burbujeando en mi interior sin darme un respiro. El miedo es algo que siento desde el momento que Qinghua desapareció, de a poco logro distinguir las emociones que pude o no sentir en algún momento de mi vida. Pero hay muchas más emociones que no logró describir ni entender.

Un poco enojado conmigo mismo por mostrar tal debilidad abro los ojos y me siento rápidamente en la extraña cama en la que me colocaron.

No me doy tiempo para analizar mi entorno y sin perder un segundo más me levanto y emprendo camino a la salida de la pequeña habitación. Cómo si fuera posible frunzo el ceño a no más poder, la causa es nada más ni nada menos que una restricción en la habitación, quizás algún tipo de talismán.

Al momento de querer destrozar todo tal como lo estuve haciendo desde hace tiempo no logro provocar ni un pequeño copo de nieve.

Ni siquiera golpeando la barrera consigo romperla, el percatarme de que sin los poderes no soy nada es un golpe bajo. Jamás habría pensado estar en esta posición, mostrando tanta debilidad como un humano, al final de todo mi tío tiene la razón, soy una vergüenza para el clan. Un demonio sin nada en particular más que el estatus, incapaz de proteger al ser que amo, e inservible sin mis dones.

Doy la vuelta y me siento en la cama una vez más ¿Qué se supone que haga? ¿Esperar hasta que alguien venga a buscarme? Ahora un poco más tranquilo, doy una mirada al lugar en el que me tienen confinado, puedo saber con exactitud que es la cumbre An ding para ser más exactos es la habitación de ocio, quiero reirme a causa de tal burla.

Pasaron tantos meses desde la última vez que volví, aprieto la fina tela que cubre aquella pequeña cama, no tendría que haber pasado nada de esto.

Se supone que estábamos bien, yo lo obligaba a estar a mi lado y el me seguía.

Aunque eso no nos llevo a nada bueno, me abandonó en dos ocasiones.

No debería haberle hecho nada malo, él es demasiado pequeño y débil.

La imagen de tener a QingHua entre mis brazos lastimado, agonizando y cubierto de sangre hace que un escalofrío me recorra. Aquellas palabras que tanto necesité escuchar hacen eco en mi mente, dirijo la mirada directo a las palmas de mis manos, no hay sangre, ni siquiera una mancha en mi ropa, pero aún percibo el peso de su cuerpo pegado al mío.

-Lo siento, QingHua. Nunca aprendí sobre los sentimientos, te expresé atravez de golpes algo que no entendía. Sólo porque quería tu atención.-

Lentamente algo se desliza sobre mi mejilla hasta caer en la palma de mi mano, no está convertida en hielo, es una perfecta lágrima cálida.

-Calor, que extraño es sentirlo atraves de tan terrible emoción.-

Me recuesto en el pequeño espacio donde tantas veces dormí y tantas otras logré verlo a él hacerlo.

Cierro los ojos, ya no hay nada que hacer hasta que no me saquen de aquí.

Necesito saber cómo está QingHua.

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Salimos con Binghe de la casa de bambú más preocupados que antes.

¿Debería Pedirle Ayuda Al Sistema?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora