capitulo 1

2.1K 167 91
                                    

Maldito el momento en el que no me aferre lo suficiente a los muslos de MoBei-jun.

- ¿Hermano Pepino? -

Hacia cuatro meses que mi Rey me había encontrado después de escapar.
Estuvimos juntos en el Palacio de hielo poco más de unas horas hasta que el hermano pepino me buscó para volver al Pico An Ding.

Con el miedo a que mi Rey tomara represalia por los golpes y el hecho de que lo había abandonado, nublo mi juicio y me olvidé de mis deberes como líder ¡Era entendible! Si por diversión me pegaba a diario, no quería imaginar de que me manera iba a terminar con mi existencia después de tan osada acción.

Sin embargo el golpe que recibí fue diferente a lo que esperaba. 

Parpadee varias veces para borrar el recuerdo de ese día, trate de no prestarle atención al sonrojo que empezaba a crecer y volvi a intentar que Shen QingQiu me prestara atención.

- Hermano Pepino, Shixiong fue muy malvado y dejó que unos pocos papeles se convirtieran en una gran montaña, cuantas cosas se pudieron romper en tan poco tiempo en toda la cumbre Cang Qiong ¿qué le pasa a Liu QingGe? ¡Todos sus discípulos están lastimado! ¿Acaso sabe cuánto cuesta conseguir la medicina que tanto desperdicia? Lou B -

Seguí llorando sin parar pero no cambió su estoico gesto, al contrario, siguió tomando té mientras jugaba con su abanico hasta que nombré a su marido.

Para ser claros, no me dejó terminar de pronunciar su nombre, había cerrado de un golpe el hermoso abanico verde esmeralda y comenzó a golpearme en la cabeza.

- ¡No. Lo. Nombres. Si. Eres. Incompetente. En. Tus. Deberes. No. Culpes. A . Los. Otros!-

Cada palabra fue un golpe bien certero, sin importar cuanto me había corrido de mi lugar o como me había cubierto la zona de la cabeza. Tenía mis dudas acerca de si estaba hecho de esmeralda ese abanico, pero no iba a investigar más.

- Hace meses que estoy sentado sin poder pararme y poder irme. Pido un poco de ayuda del hermano pepino.

Con lágrimas cayendo como cascada me levanté para abrazarlo y suplicar un poco más. No alcance a tocarle el brazo ni con la yema de los dedos que una voz terrorífica se sintió cerca de la mesa donde estábamos.

- Shizun. -

Quedé congelado en la misma posición. Que mal hijo e creado que no tiene piedad de su creador.

- Hermano avión, no puedo ayudarte, como sabes, también me voy por bastante tiempo con Binghe. Tengo trabajo que hacer también.-

Con ese hermoso abanico señaló una pequeña pila de unos cuantos papeles en una mesa al otro lado de la habitación.

Suspiro con resignación y me despido para volver a mi Casa de Ocio.

Está empezando a hacer frío y cuando corre una pequeña brisa suspiro una vez más. Agacho la mirada mientras camino, sin querer ver a nadie. Le había prometido a mi Rey volver en cuanto terminará todo el trabajo. Y éste parece crecer cada vez más.

Habíamos llegado a un acuerdo, gran parte de nuestras diferencias las habíamos nombrado para cuando volviera encontraramos una solución. Sin embargo tal parece que voy a estar unos meses más encerrado.

Vuelvo a pensar en mi Rey y como MoBei-Jun no había aparecido de la forma que siempre lo hace para llevarme con él a la fuerza como siempre.

Perdí la cuenta de las veces que suspire desde que salí de la casa de bambú, llevo bastante caminando, hace rato que empecé a patear una piedra que encontré en el camino, tratando de quitar un poco el enojo conmigo mismo por no quedarme en el Palacio.

¿Debería Pedirle Ayuda Al Sistema?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora