Los sentimientos de Hinata hacia Naruto no se habían desvanecido, cosa que desesperaba a Hanako de sobremanera.
Ella había presentado los tres exámenes para subir al rango jounin mientras que su equipo participaba en los exámenes chunnin.
En el segundo examen, Hinata no logró pasarlo, Neji había cruzado una línea que Hanako había marcado, aquel chico había dejado fuera de combate a la chica, hiriendola más de lo necesario.
En el preciso instante en el que se entero por medio de Kiba salió a toda prisa, hecha una furia.
La chica de cabello largo y negro camino por las calles del distrito Hyuga, cuando vio a Neji, lo primero que hizo fue plantarle un puñetazo en la mejilla.
Cosa que el Hyuga no había podido ver venir a pesar de ser poseedor del byakugan.
—¿Que rayos?
—¡Cruzaste la línea, Hyuga!
El castaño soltó una risilla llena de sorna.
—¿De verdad? Yo se que estábamos en un examen por lo que podía dañarla.
La chica lanzó otro puñetazo que fue detenido por Neji, pero él, no espero que la menor tirara una patada que choco contra su objetivo.
El Hyuga soltó un gruñido de dolor y sostuvo su entrepierna recién golpeada.
—Cruzaste la línea—repitió molesta—Dañaste a Hinata más de lo que debías.
Neji no lo soporto, se lanzó contra la chica tirándole al lodo.
Comenzaron a golpearse entre sí, no se detuvieron hasta que Hiashi salió enardecido.
—¿¡Pero que están haciendo!?
Ambos fueron separados por el patriarca del clan.
—¡Ella empezó!
—¡Comportarte como un hombre, Hyuga! ¡Fuiste tu quien cruzó la línea!
—¿¡La línea!? ¿¡Hablas de esa que jamas existió!?
—¡Basta! ¡Neji, ve a casa en este mismo instante! ¡Señorita Hanako! ¿¡Que le ocurre!? ¿¡Por qué ha irrumpido de tal manera en el distrito Hyuga!?
La menor bajó la mirada, Neji se levantó y camino dentro de los terrenos de su hogar enojado.
—Estoy esperando una respuesta.
La Uchiha se levantó y miró a los ojos al patriarca.
—Neji, Neji dañó a Hinata más de lo debido.
—No, Hanako, él la ha dañado dentro de un combate justo. Hinata es mi hija y yo soy quien mas se preocupa por ella, pero se por que fue herida.
La chica solo bajó la mirada.
—Se que como su amiga más cercana te preocupas por ella, pero debes entender que-
—Yo... Yo solo quiero protegerla.
—Te entiendo, pero... No siempre podrás protegerla, ten eso en cuenta.
Soltó un suspiro casi inaudible y se fue.
La Uchiha comenzó a caminar de vuelta a su hogar.
Kiba al verla en ese estado corrió hacia ella.
—¡Oye! ¿Estas bien?
Los ojos de la menor se aguaron y el Inuzuka la abrazo sin importarle si mancha a su ropa de lodo.
—No puedo... Ya no puedo...
—¿De qué hablas?
—No puedo mas, estoy enamorada de Hinata—sollozo aferrándose más a Kiba.
El castaño apretó más a la azabache contra sus brazos.
—Hanako...
—Perdón.
—Esta bien... No es algo que controles—acarició el cabello de la Uchiha.
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❝Por favor... Por favor dios... Deten este horrible sentimiento❞
