Sinceramente, no recuerdo qué he venido a hacer a la biblioteca. Los miles de libros que me rodean, no significan nada en mi cabeza, que sólo piensa en alguien. Sé que debo concentrarme por lo exámenes que van a venir, pero en lo más profundo de mi corazón, quiero poder hablar con Arik.
Tras separarme de Sue y Jerry, quien me trajo a la biblioteca, y luego de sus respectivas y al parecer necesarias recomendaciones sobre quedarme sola con un chico mundano, no he podido meter en mi cabeza nada de lo que leí de los seis libros que retiré.
Me he quedado pensando en todo lo que ha sucedido éstos últimos días, luego del recital en el Café Wha?.
Suena mi teléfono avisándome que Arik está llegando a la heladería, por lo que salgo disparada hacia el ingreso, cargando los libros y mi mochila.
Al llegar al mostrador, la muchacha de entrada, Caroline, me dice:
- Tranquila, yo también hacía tiempo en esta biblioteca hasta que mi novio pasaba a buscarme. - Y me guiña el ojo. Yo sólo me sonrojo y firmo con mi nombre.
- Gracias... - Susurro.
Camino unos pocos metros por la acera de Bergenline Avenue, decidida a confrontar, no sólo a Arik, sino también a mis propios sentimientos.
Al ver su coche aparcado, busco disimuladamente en los pequeños bancos de Mark's hasta que lo encuentro sentado, ensimismado en su teléfono celular.
- Crystal! Por aquí! - La voz femenina me resulta familiar, hasta que distingo entre las siluetas de la parada del ómnibus a Geraldine.
- Gigi! - Y me acerco para darle un beso y abrazarla. - ¿Qué haces por aquí?
- Tarde de biblioteca... ¿Tú igual?
- Si, algo así... - Y sin darme cuenta, vuelvo mi vista a Arik, que ya me ha visto y me saluda con la mano, detalle que no pasa desapercibido para mi amiga, quien rápidamente mira sobre su hombro.
- Wow! ¿Vas a encontrarte con ése bombón? Es guapísimo!
- Si, en realidad es sólo un helado entre amigos. Nada parecido a una cita.
- Si tú lo dices. - Alza la vista hacia la calle. - Mi bus! Salúdame a Jerry cuando lo veas. Nos vemos!
- Cuídate Gigi! - Ése último comentario haría enojar a Sue, pero Gigi jamás se fijaría en un chico rockero como Jerry. Luego de perderse en el colectivo, me acomodo la mochila, respiro hondo y camino directo al joven que me espera.
- Señorita Beck... luce demasiado nerviosa para salir de una biblioteca... - Su sonrisa vuelve a parecerme por demás atractiva.
- ¿Podrías solamente llamarme Crystal? He pasado todo el día rodeado de profesores.
- Esta bien, ¿Qué podría enseñarte yo?
- No lo sé... ¿Literatura tal vez? Estoy comiéndome literalmente la obra de Shakespeare y su prosa me marea...
- "Ojos, mirad por última vez. Brazos, dad vuestro último abrazo. Y vosotros, labios, puertas del aliento, sellad con un beso un trato perpetuo con la ávida muerte..." - Recita él, dramatizando con sus brazos levantados y una mueca en su rostro. Yo sonrío y tomo sus brazos para bajarlo, la gente nos observa.
- Baja éso! Qué vergüenza... no te hacía amante de la literatura inglesa...
- ¿Literatura inglesa? Sólo recordé las palabras de Robert Pattinson en la película Luna Nueva. - Su sinceridad me toma por sorpresa y lanzo una carcajada. Él nunca soltó mis manos.
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Crystal Beck - La hermandad De Los Cuernos Y La Sangre #StarsAwards2018
ParanormalCrystal Beck es una adolescente cristiana común y corriente. Destaca en sus competencias de natación y es hija del Pastor de la Iglesia Bautista de North Bergen, New Jersey. Una noche, asiste a un recital de rock junto a su amiga Sue, para juntas ve...