Capítulo III

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Son las seis de la maña del sábado y gracias a Dios hoy no debo ir al colegio. Mi despertador suena igual, ya que estoy entrenando para las regionales de natación, que serán en unas semanas. Mi habitación es la típica de una adolescente de diecisiete. Tengo una cama que en este momento es blanca, pero tiene un pasado multicolor, tan cambiante como mi estado de ánimo.

Los muebles son de madera barnizada a un tono rojizo. Un amplio ventanal que da a la calle, ya que todas las recamaras están en planta alta. Tengo una alfombra que cubre todo el piso de un color amarillo oscuro, que yo deseaba que fuese dorado, pero en la tienda de telas no tenían. Tanto el color bordó, como el dorado, son mis favoritos e intento combinarlos en todo. Desde mi ropa, accesorios y hasta el uniforme de North Bergen High School que uso para natación.

A decir verdad, no tengo muchas ganas de levantarme hoy. Anoche me quedé despierta para ayudar a mi pequeño hermano Timothy en su tarea de arte, lo cual me encanta, pero realmente estuve hasta altas horas de la noche. Suena un golpeteo en mi puerta y luego se abre.

- Hola bebé... ¿Ya has despertado? – Mi padre ha podido despertar con su voz, lo que no pudo mi radio-reloj.

- Hola Papi... trabajo en eso. – Sólo tengo abierto mi ojo izquierdo, como todas las mañanas cuando me despierto. A mi vista realmente le afecta la claridad.

- Te espero abajo... Tu madre todavía duerme, pero ya casi he terminado tu desayuno. – Y tras regalarme una hermosa sonrisa, se retira.

Mi padre es lo mejor que hay en el mundo, realmente. Aunque tiene sus quehaceres como el Reverendo de la Iglesia Bautista de North Bergen, siempre se las ingenia para prepararme el desayuno. Salto de la cama y me cambio rápidamente el pijama por un equipo de gimnasia que combina el azul con el celeste. Cepillo mis dientes, arreglo mi pelo en una coleta alta y tomando mi bolso de natación, bajo las escaleras guiada por el olor a tocino recién preparado.

Mi padre lleva puesto el delantal de mi madre, y se ve sonriente. Saca la carne del sartén y la leche de la heladera para ponerla sobre mis cereales con uvas pasas. Mis preferidas.

- ¡Sale un desayuno completo para la atleta de la casa! ¿Estás lista para batir tu record personal?

- No lo sé aun... el entrenador Richardson está intentando algo nuevo. Brazadas más largas o algo como eso... yo voy por un tercer lugar en las regionales para ingresar a las estatales del año próximo...

- Ten un poco más de fe en ti misma y en tu Dios. Un tercer lugar estará bien, pero quiero que intentes el primero, para gloria de nuestro Dios.

- Sabes que lo intentaré... – Y luego de cerrar mis ojos para dar gracias, comienzo a degustar el gran desayuno.

Ya en el auto de mi padre, nos dirigimos a LA Fitness, donde entreno todas las tardes cuando no lo hago en la preparatoria. Mi padre escucha por lo bajo "Lyon of Judah" de Jason Upton, un tema que me encanta. Pero quiero algo que me ponga en órbita de competición. Skillet.

- ¿Qué me cuentas de Jerry? ¿Sigue soñando con ser estrella de Rock?

- Algo por el estilo... creo que siente algo de frustración porque sus compañeros no le dedican el tiempo a la música tanto como él...

- Debería probar con otros muchachos en los demás instrumentos...

- Si, de hecho... he conocido a un chico... – Y en ese momento, al recordar a Arik, no me doy cuenta que he quedado en silencio.

- Y te quedas muda porque...

- Porque estaba recordando... su nombre es Arik... toca la batería en Dark & Deep Experience...

- Wow! Ése sí es un nombre oscuro...

- Lo sé... sé que suena a satanismo más satanismo... pero... – Otra vez quedo pensando. – Él... se ve diferente. No es como los demás, que sólo visten de negro y gritan fuerte sus "canciones", sino que parecía... no lo sé... interesado en mi...

- ¿Y eso te sorprende? Eres hermosa... y tienes edad para que los chicos comiencen a mirarte de otra manera. Preferiría que no lo hagan, pero sabe Dios que no puedo manejar eso... – Dice mi padre, que comienza a reírse.

- No de esa forma... sino más bien, de buena forma. Sé que no es cristiano, pero, aunque sentí un pequeño choque espiritual cuando se acercó a mí... lo invité al servicio de mañana... ¿Hice mal, papá?

- Jamás harás mal intentando llevar un alma ante los pies de Jesús... sólo mantén una distancia cautelosa... ¿Y qué tiene que ver éste Arik con Jerry?

- Música... ambos son músicos, y si alguien puede atraer a la Iglesia por la música...

- Es Jerry... bien pensado, hija.

Intento cambiar el tema, al sentir mis mejillas arder por la sangre que se ha agolpado en ellas, suelto casi sin pensar:

- ¿Qué hay de tu visión de la otra noche? ¿Alguna novedad de Frank Billard?

- Están bien. Lo visité ayer por la tarde, me dijo que esa noche estaban orando por la lucha contra la ley Sí al Aborto, que quiere tener lugar en su ciudad. Él está muy comprometido con la prohibición de esa Ley.

- Pero... ¿Qué fue lo que viste? – No sé si quiero la respuesta. Siempre he tenido mucho respeto con los temas espirituales. No lo llamo miedo, ya que sé que permaneciendo en Cristo, nada puede pasarme, pero de igual manera, me incomoda un poco.

- Vi sombras vestidas de negro... cinco sombras. Ahí fue cuando el Espíritu Santo me advirtió que orara por Frank y los suyos. Pero hay algo más... – Y ahora el que se silencia pensativamente es mi padre.

- ...entonces... – Digo intrigada.

- Era en North Bergen, las sombras parecían volar sobre la acera... luego Dios me mostró ángeles rodeando la casa Billard y las sombras, al acercarse al vallado de luz, comenzaron a caer... sólo una permaneció en pie por más tiempo que las otras... y al acercarse a sólo un paso de los ángeles, cayó de rodillas.

- Wow! Si yo llegara a ver eso, creo que estaría aterrada...

- Dios te tiene bajos sus alas, no lo olvides... Él nos muestra las visiones para que obremos conforme a lo que nos ha enseñado a lo largo de todo este tiempo que lo conocemos. El enemigo quiere atacarnos, pero mayor es el que está en mí, que el que está en el mundo.

- ¿Por qué no me ha mostrado nada a mí?

- Aun... no te ha mostrado nada aun. Dios conoce tu corazón, y conoce tus temores. Ya vendrá el tiempo donde tu ministerio se te revelará, y sabrás para qué te ha llamado.

Llegando al gym, recuerdo que no he tomado nada fresco de la heladera.

- Déjame aquí... voy a comprar un Gatorade antes de entrar, porque ayer no lo compré y casi morí deshidratada...

- Suenas como Sue... "casi morí deshidratada" – Y reímos juntos recordando a mi blonda amiga. Saludo con un beso a mi padre, compro mi bebida y entro decidida a romper mi record personal.

Ya con mi malla puesta, saco del bolsillo de mi bolso, los auriculares sumergibles que me regaló Tim por mi cumpleaños número diecisiete. Y como no puede ser de otra manera, sacio mi sed de Skillet cuando comienzan a sonar los violines de Awake and Alive.

Estando dentro del agua, me siento realmente despierta. Ni siquiera los miles de mensajes y llamadas perdidas de Sue pueden sacarme de mi paraíso acuático.


Crystal Beck - La hermandad De Los Cuernos Y La Sangre #StarsAwards2018Donde viven las historias. Descúbrelo ahora