Capítulo 8: Ella solía ser mía

173 21 0
                                    

Shuhua veía aquella tarde de viernes como otro día tranquilo más en la tienda. Estaban bastante cerca de la hora de cierre, por lo que no pensaba que nadie más aparecería por allí. Sin embargo, se llevó una mayúscula sorpresa cuando unos chicos jóvenes aparecían por su negocio, algo demasiado agitados. Entraron riendo escandalosamente en el pasillo en el que se encontraba anotando las bebidas que debía pedir al proveedor. Cuando se encontraron con Shuhua, volvieron a reírse, señalándola. La morena hizo como que no los había visto y siguió a lo suyo, hasta que uno de ellos se acercó.

- Perdone, ¿nos podría decir dónde están los hielos? – Shuhua se giró ligeramente, con una sonrisa en el rostro.

- Lo siento. Hielos no más por hoy. Mañana. – la morena siguió a lo suyo y notó como el chico se alejaba.

- Bueno, pues si esta tía no quiere darnos hielos, pues habría que llevarse algo a cambio.

Shuhua suspiró y se rio internamente. No era la primera vez que el pasaba que tenía clientes que se pensaban que, por bajar un poco la voz, ella no los escucharía. Por el rabillo del ojo, vio como tomaban una de las botellas de alcohol de uno de los estantes.

- No hagas eso. – dijo, con una acento más español que el que solía emplear con sus clientes. El chico que había tomado la botella intentó dejarla en su sitio, pero uno de sus amigos lo detuvo y se dirigió a Shuhua, haciéndose el gallito.

- O, si no, ¿qué? – giró el rostro hacia sus amigos y tomó otra botella. – Vámonos.

- De verdad, no hagas eso. No quiero tener que hacer algo al respecto. – Shuhua dejó la libreta y bolígrafo que tenía en las manos en la estantería y dio un paso hacia los chicos. El más chulo de ellos se acercó a ella, intentando intimidarla debido a la diferencia de altura que había entre ambos.

- ¿O que halas tu pala impedillo? – preguntó, forzando un acento. Se rio y giró su rostro hacia sus amigos para ver cómo se reían con él. Cuando volvió su rostro hacia Shuhua, esta le sonreía de manera forzada.

- No me dejas otra.

Shuhua apagó con el mando las cámaras de seguridad y, a continuación, le pegó una patada en la entrepierna al chico. Este cayó al suelo, retorciéndose de dolor. Se giró sobre sí mismo y miró a sus amigos.

- Pero, haced algo, imbéciles. – los chicos pasaron de mirar a su amigo en el suelo a Shuhua, que les sonreía también forzadamente.

- ¿Queréis lo mismo? – los chicos negaron rápidamente con la cabeza y salieron corriendo de la tienda, menos uno que se agachó a ayudar a su amigo a levantarse.

- Los chinos estáis todos locos. – fue lo último que chilló, antes de salir de allí, dolorido. Shuhua, sin embargo, solo siguió a lo suyo, hasta que Carla apareció por allí.

- Susana, ¿ha pasado algo? – Shuhua le sonrió dulcemente.

- Nada. Chicos tontos. – y siguió apuntando lo que lefaltaba, dejando a su trabajadora algo confusa de lo que había pasado.

 – y siguió apuntando lo que lefaltaba, dejando a su trabajadora algo confusa de lo que había pasado

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
𝕬𝖌𝖊𝖓𝖈𝖎𝖆 𝕴𝖓𝖙𝖊𝖗𝖓𝖆𝖈𝖎𝖔𝖓𝖆𝖑 𝖉𝖊 𝕴𝖓𝖙𝖊𝖑𝖎𝖌𝖊𝖓𝖈𝖎𝖆 - SOOSHUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora