Capítulo 13: Un año más

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Un tierno cosquilleo en el cuello empezó a despertar a Shuhua aquella mañana. A medida que iba siendo consciente de dónde se encontraba, fue dándose cuenta de que aquello eran los besos de la mujer que yacía a su lado. Sonrió ante aquello y trasladó su mano al cuerpo de su novia para ir acariciándolo desde la cintura hacia arriba, hasta llegar a su nuca. Tomándola por ella, la empujó hacia arriba para que dirigiera sus besos hacia sus labios, que era donde más la necesitaba en ese momento. Soojin acabó ligeramente recostada sobre su novia, devolviéndole el beso que le había pedido. Su lengua encontró la de la morena rápidamente empezaron a pelear por el control de un beso que las estaba dejando sin aliento, que parecía como el primero y que les haría tan felices como el último, que esperaban que fuera allá donde acabaran sus almas, porque estas iban a estar unidas para toda la eternidad.

Sin embargo, y a pesar de que se quedaría allí todo el día, cuando las manos de Shuhua se colocaron en su trasero, pidiendo más contacto de sus cuerpos, Soojin tuvo que detenerse, separándose de la boca de su novia.

- Mi amor, me encantaría seguir, pero no puedo. Te estaba despertando porque me tengo que ir a trabajar y, además, me pediste que te despertara pronto para que pudieras ir a la tienda. – Shuhua resopló, algo fastidiada.

- ¿En serio? Después de esto, ¿te vas a ir dejándome con el calentón? – Soojin rio y besó cortamente a su novia, para levantarse de la cama y dirigirse al baño.

- Bueno, si quieres, podemos hacer algo rápido en la ducha. Sabes que tengo la agilidad suficiente para... - a Soojin no le dio tiempo a acabar la frase, pues Shuhua se había levantado con una agilidad digna de su profesión y llegó hasta Soojin, levantándola para que se abrazara con sus piernas a su cintura y meterla en la ducha para acabar lo que habían empezado.

 - a Soojin no le dio tiempo a acabar la frase, pues Shuhua se había levantado con una agilidad digna de su profesión y llegó hasta Soojin, levantándola para que se abrazara con sus piernas a su cintura y meterla en la ducha para acabar lo que hab...

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Un rato más tarde, Shuhua se preparaba para hacerse el desayuno sola, echando de menos a Soojin, quien había salido dispara hacia la agencia, cuando el sonido de la puerta le hizo extrañarse, ya que no sabía que esperaba a alguien. Fue a abrir, encontrándose a una sonriente Yuqi con desayuno en la mano.

- ¿Tienes hambre? – levantó los bultos que llevaba en las manos y sonrió. – Pasaba por aquí y he pensado en venir a desayunar con mi mejor amiga. – Shuhua rodó los ojos y se rio ante aquello.

- Por favor, tú no "pasas por ningún sitio" sin un motivo. – dijo, haciendo comillas con los dedos. Se retiró de la puerta para señalar el interior de su casa. – Anda, pasa. Iba a hacerme el desayuno, pero agradezco que lo hayas traído tú. – Yuqi entró directamente al comedor y colocó la comida en la mesa.

- He pasado por el restaurante de la esquina y te he traído algo que te gustará.

Shuhua abrió los ojos como platos cuando vio platos típicos taiwaneses que hacía tiempo que no comía. Evidentemente, una lágrima cayó por su rostro, recordando a su familia y, especialmente a su abuela, quien solía hacer aquellos mantou y shao pin, entre otros platos que había traído la morena.

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