Alicia

Ana y el amor propio

“Debo recordar no ser buena, debo tener amor propio, debo aprender a decir que no”.

 Este ejercicio me parece estúpido, no entiendo que pretende el psicólogo con esto. Han pasado dos meses desde la última vez que me golpeó, y no creo, de hecho estoy segura, que no volverá a tocar un solo centímetro de mi cuerpo. Además, no pienso que sea sobre amor propio, creo que mi problema es que me amo demasiado y que por eso amo tanto a los demás. No debí permitir que me golpeara, eso es seguro, pero también; debo entender que nada es perfecto, que todos tenemos cosas buenas y cosas malas, y que la pasión que impulsaba sus golpes para maltratarme, era la misma pasión, con la que me hacía el amor. También es cierto,  que siempre se disculpó,  que no hubo una sola vez donde no se disculpara, incluso cuando yo tenía la culpa. Como aquella vez dónde no preparé  la cena a tiempo, a pesar de sus advertencias; ya me había dicho lo que pasaría si volvía a suceder. Esa no es la única vez que fue mi culpa; también está la vez del parque; donde no respondí tan rápido como debí a lo que me preguntaba. O la ocasión, donde a pesar de haber trabajado todo el día, y de sentirme enferma; debí haber complacido su deseo de acostarse conmigo. No fue su culpa tomarme por la fuerza, tampoco; considero que me haya violado. Si me dolió mucho, y me sentí como el peor pedazo de basura del mundo; pero es todo mi culpa y de mis pensamientos. Todo el tiempo dice que me ama, nadie dice eso sí no lo siente en verdad. Creo que le daré otra oportunidad.