El Despertar (Nico di Angelo)

Capítulo 9

A ver, antes de nada os dejo aquí la BSO de una película que descubrí hace relativamente poco y de la que me enamoré *-*. No voy a dejar el título porque me parece que viene en el video. (Aunque si no viene, podéis intentar investigar por ahí xD).

No te voy a decir que la película es LA MEJOR, porque hay otras mucho mejores (aunque depende del gusto de la gente), pero lo que primero me impactó fue esa canción *3*.

Ya, ya os dejo leer xD.

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Maratón 2/2

Narra Skylar

Primer contacto: una sacudida en el brazo tan fuerte que me movió la cabeza de lado a lado. Gruñí y me puse más de espaldas, protestando.

-Skylar, hemos llegado -me susurró una voz.

Abrí un ojo para mirar acusadoramente a Dianne, pero me llevé una sorpresa al ver que miraba por la ventana con gesto preocupado. Me reincorporé casi instantaneamente, frotándome los ojos. Las ojeras seguían en sus ojos, así que supuse que el sueño no había sido muy reparador.

-¿Qué pasa? -pregunté bostezando- Pareces preocupada.

-¿Me haces un favor?

Abrí los ojos y me tensé sobre mi asiento. ¿Por qué sonaba tan mal?

-Esto, sí. Bueno -añadí apresuradamemte-, depende de si es legal, obviamente.

Torció la boca y tensó los labios a la vez que fruncía el ceño. Se acercó hasta estar a centímetros de mi oreja y me susurró casi inaudiblemente:

-Tú ya has visto lo que llevo conmigo, pero la poli no. ¿Podrías esconderme? Sólo hasta la salida del aeropuerto -se apresuró a decir al ver mi gesto de incomprensión

-A mí no me importaría, lo malo es que me espera mi padre -añadí- Si me deja, perfecto. Y si no... -negué mentalmente. Tenía que ayudarla, no iba a dejarla tirada después de tenerla de compañera de vuelo de cinco horas, ¿no?- A tomar por saco. Te vienes conmigo y punto. Y si tengo que abandonar a mi padre lo hago. Total, "ojo por ojo, diente por diente".

Dianne me miró extrañada.

-Quiero decir que, como él me abandonó, yo lo abandono. Pero no estoy en paz con él, no aún.

El botoncito brillante que decía que podíamos desabrocharnos los cinturones se encendió, y Dianne y yo cogimos rápidamente el equipage de manos para salir disparadas a la puerta del avión. Cuando el piloto y el copiloto nos despidieron y bajamos las escaleras, ambas corrimos por la pista evitando los policías, pero me detuve.

-¿Por qué te paras? -preguntó Dianne nerviosa

-Los policías no tienen por qué registrarte, y si lo hacen... -me encaré a ella- Ya te has escapado una vez del control de metales. ¿Por qué no te ibas a escapar ahora?

Dianne abrió mucho los ojos y se tensó aun más. Había dado en el clavo, y lo sabía. Bajó la mirada y gruñó.

-Por favor -murmuró

Torcí los labios y la analicé mejor. ¿Qué podía ocultar que fuera tan fuerte como para que tuviese que huir de la policía y no del detector de metales? Me llevé las manos a la cintura y puse los ojos en blanco.

-Está bien, pero me debes una explicación -clavé mi dedo en su esternón- Recuerda que la que te lleva soy yo.

Dianne levantó la mirada (que superaba en altura a la mía unos centímetros) y sonrió débilmente. Sin hacer ningún comentario, me di la vuelta y comencé a correr. Total, ¿por qué iba a resultar sospechoso? En un aeropuerto todo el mundo corre; así lo demuestra la película Sólo en casa.