Un Omega De Talla Grande [PJM+MYG]

•Once•

Si le preguntaban a JiMin cuál había sido el día más extraño de su vida. Quizás unas horas antes hubiese respondido que sería aquel donde su abuelo HeeChul lo había vestido de mil maneras distintas alegando que parecía una bolita de arroz.

No es que le moleste, raro es cuando luego siguió con el Sushi y al final terminó discutiendo con una señora. El día había sido extraño, solo sabe que luego de eso, su papi BaekHyun tuvo que llevarlo a casa mientras se resolvía el problema entre ambos omegas.

Aunque ahora, no estaba tan seguro.

Pues iba caminando de manera aparentemente tranquila a un lado de YoonGi que para nada parecía estar de buen humor.

Según bajo las palabras de Hoseok, era imposible verlo de buenas cuando recién despertaba. Al parecer el alfa solía ser muy exigente con sus horas de sueño. Eso podría explicar que no se habían dirigido una palabra más allá de la necesaria.

También pudieron ir en algún tipo de vehículo, pero el pálido había dejado en claro que necesitaban caminar para entrar en calor. Justo por eso tenían minutos en eso. Hasta que por fin, ingresaron al campus y JiMin sintió que a nervios regresaban de manera abrupta contra su cuerpo.

—¿Qué te dije sobre la confianza? Ignora a todos los que hablen mierda de ti. Al final, vas a callarles la boca.

Quizás Min no era el tipo más dulce del mundo, sus palabras tenían verdad, sin embargo, la manera en la que decía las cosas le parecía muy vulgar al pequeño Omega que solamente frunció el ceño haciendo que sus delgadas cejas amenazaran con unirse.

Tenía miradas sobre todo su ser, por eso, en ese dia optó por una vestimenta que lo cubra casi totalmente. De las que siempre había usado antes de que TaeHyung decidiera cambiar un poco su manera de vestir.

Suspiró resignado a que ese sería un día largo y cansado para su persona.

Aunque su nariz picó sacándole una pequeña sonrisa cuando observó al responsable del llamativo aroma.

—¡Minnie! ¡Pensé que en serio no vendrías! Es un alivio verte aquí. —Sus brazos rodearon el cuerpo ajeno y con una sonrisa geométrica, TaeHyung comenzó a restregar su mejilla contra la del rubio. Por dos razones, una, se le hacía demasiado tierno ese chico, dos, quería dejarle su olor impregnado, quizás no sea alfa, pero lo hace sentir más seguro que JiMin no huela solamente a él. Así sabían que no estaba solo— Espera... ¿YoonGi? Creí que Hoseok jugaba cuando me dijo que vendrías con él.

Kim abre mucho los ojos sin separarse demasiado del rubio mientras estaba bajo la mirada aburrida de Min.

—Más respeto, mocoso, sigo siendo tu mayor. —hizo un ademán girando la mano y luego señaló al de cabello azul— Y hablando de Hoseok, necesito que lo busques. También a NamJoon si es que lo encuentras. Necesito hablar con ellos y JiMin también.