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Después del día de ayer Abie estaba feliz pero nerviosa a la vez, hoy iban a hablar Christian y ella de ago que tenían (aunque ella no supiera exactamente que era) que solo era de ellos, aún se preguntaba que era eso pero porfin lo sabía.

   Deseaba que llegara la tarde para poder hablar con él y saber lo que quería decirle, ‘ a ver si termina ya este infierno y pupedo hablas con él’ pensaba estando en clase.

   Toca el timbre, Abie se levanta disparada de su silla y sale por la puerta despidiéndose con la mano de sus compañeras; ella siempre tenía costumbre de cinco minutos antes de que fuera a sonar el sonido de su savación ir guardando las cosas para así salir más rápido de allí.

   Lega a su casa, no escucha nada, parece que no hay nadie pero no le sorprende, casi nunca no hay nadie en casa, su padre trabaja todo el tiempo, su hermano estaría o en la universidad o jugando a la play y bueno, su madre… ya se había hecho a la idea de que no la vería más.

    -¡Bú!

    -¡Ay!- grita Abie al asustarse con el susurro pero aterrador “bú” de su hermano.- ¿Eres tonto?

    -Menudo susto te has pegado- Dice Dereck entre risas- tendrías que a verte visto la cara.

    -Qué imbécil, pareces un crío de dos años y no un chico de…- Abie hace una pequeña pausa, esta dudosa, ¿qué edad tiene su hermano?- De… ¿diecinueve?

    -¿No te acordabas de mi edad? Es la misma que la de Christian.

    -¿Y qué? No me sé la edad de Christian tampoco.

    -Seguro que no, claro…- contesta él con tono irónico- por cierto, me ha dicho que vendría a por ti para llevarte a recoger una cosa o algo que le dijiste si te podía llevar, así que a las 6 viene a por ti me ha dicho.

    Abie, pensando el porqué no se lo había dicho él mismo a ella le contestó.

    -Ah, vale. No pensaba que me fuera a llevar, pero a las 6 estaré lista.

    - Espera, ¿he dicho 6? Quería decir 5.

    -Joder, Dereck, no sabes ni dar bien una hora.

    -A mí no me hables así que bastante he hecho con decírtelo y creyéndome eso que me ha contado.

    Abie se quedó quieta, ¿qué le dice ahora? ¿Sospechará algo? Bueno, ya se verá con el tiempo, el poco que le queda porque son las 14.50 y aún no ha comido y se tiene que duchar y arreglar antes de que llegue.

    Decide ignorar a su hermano y dirigirse a su habitación para decidir que se pone y luego comer y arreglarse

El principio del final.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora