El avión aterrizó en Los Ángeles pasada la una de la madrugada, apenas aterrizar, me di cuenta que no había soltado la mano de Amelia en todo el tiempo que duró el vuelo hasta que tuvimos que levantarnos de nuestros lugares para salir del avión. Un extraño síndrome de dependencia me asaltó por la falta de contacto con Amelia, como si el temor de no tenerla cerca, fuese más grande que el haber cruzado el país entero en avión. Tomamos el equipaje y caminamos en dirección a las puertas cristalizadas de la salida, donde a lo lejos se podía divisar a un grupo de cuatro personas que comenzaron a agitar los brazos y a gritar en cuanto vieron a Amelia, ellas los saludó agitando su brazo y luego se volvió a mi confirmando que eran sus amigos con los que competía y me tomó de la mano para caminar más de prisa hacia ellos.
Avanzamos hacia ellos mientras yo los examinaba con detenimiento, dos de ellos hombres y dos mujeres, una de ellas un poco más alta que Amelia, de tez morena, cara larga y fina, por lo que logré intuir que se trataba de Jose, la otra chica es blanca y rubia y ambas tenían un cuerpo bien trabajado, claro, no mejor que el de Amelia. Jose se adelantó para recibirnos, en ese momento Amelia tuvo que soltar mi mano.
—¿Que pasa contigo, Ameli? -Expresó un poco entusiasmada. —Ya sabemos que te gusta hacerte notar, pero con esto te has superado. —Amelia se ruborizó ligeramente mientras se abrazaban con fuerza.
—Ya, pido una disculpa, es que tenía jaleo con el King's y estaba tratando de dejar todo bien arreglado para que Natalia no tuviera problemas durante mi ausencia. —Dijo todo esto terminando con un suspiro.
—Bueeeeno y no vas a presentarnos a tu novia, Amelia? —Soltó la rubia que estaba con el grupo de amigos. Amelia y yo abrimos los ojos con una sorpresa en los rostros grandísima ante ese comentario y yo me puse de todos los colores al escucharla decir aquello, me sentía como flan en ese momento.
—Yo, yo no, yo no... —Y no pude formar una sola palabra coherente, estaba muy nerviosa.
—Oye rubia, más respeto. —Respondió Amelia dándole un ligero golpe en el brazo y sonriendo. —No es mi novia, es una amiga y vino acompañándome, será nuestra porra oficial. —Me miró Amelia y me guiñó un ojo.
—Luisita Gómez, un gusto. —Me presenté.
—Una disculpa Luisita Gómez, es que como aquí nuestra amiguita no acostumbra a tener más amigos que Natalia y nosotros, y menos tomada de la mano, pensé que por fin había encontrado a su doncella. —Soltó de carrerilla recibiendo nuevamente un golpe por parte de Amelia. —Queee, es la verdad, nunca nos presentas a nadie, es lo que pensé.
Los demás chicos se echaron a reír, mientras Amelia me miraba apenada por la situación.
—Oh, una disculpa, yo soy Lourdes, la más alegre y agradable persona de este grupo y estoy para lo que necesites, bonita. —Lo dijo guiñando un ojo y dándome un beso en el torso de mi mano, como cual caballero de época y yo sonreía con pena.
—Oye, pesada, deja de acosar a Luisita, la vas a asustar, —dijo Jose halando la mano de Lourdes. —Yo soy Jose, un placer Luisita. No hagas caso a Lou, de repente se le zafan los tornillos de la cabeza —y me dio dos besos.
Los dos chicos se quedaron expectantes durante la interacción de las chicas.
—Mira Luisita, él es Mateo —dijo señalando a un joven blanco, alto y ojos azules, —él es hermano de Lou.
—Un gusto, Luisita, —lo dijo también dándome dos besos.
—Y él es Gonzalo. —Un gusto Luisita y bienvenida al mejor grupo. —y me dio un fuerte abrazo.
ESTÁS LEYENDO
10 días para A
FanfictionLuisita es una chica con una excelente carrera, con un gran futuro ya planeado, pero con ciertos miedos que sin darse cuenta, conocerá a esa persona que cambiará por completo su vida en 10 días.