4. Plática matutina

598 46 7
                                    

Dos semanas después...

Desde que la gente de Genei Ryodan llegó, no hemos tenido tiempo ni confianza para convivir entre nosotros como solemos hacer. Sí bien nunca hemos sido aquellos que si no conviven se deprimen, se estrañan las bromas y comentarios sarcásticos que la mayoría suele hacer.

Esto es tan extraño que he evitado mi trabajo principal por alrededor de cuatro días en los que he intentado mantenerme lo más alejada de Chrollo.

Ni siquiera me siento cómoda durmiendo a un lado de ellos, es como si hubiese dejado entrar a una manada de feroces lobos traicioneros a mi casa.

Salgo al techo, mirar las estrellas me calma un poco, pensar en el infinito, caer en cuenta del verdadero peligro que es siquiera existir, irónicamente me quita la preocupación de encima.

—¿Puedo estar aquí? —mi calma es interrumpida por la presencia del chico rubio, no contesto.

El de todas maneras se recuesta a mi lado.

— Es una madrugada espléndida, no puedo esperar a ver los tonos rojizos surgir.

Permanezco en silencio.

— No hablas tanto como el líder me dijo. Creí que me seguirías la plática.

Levanto una ceja sin decir palabra alguna.

— Supuse que te habrían mandado a sacarle información, pero, ahora dudo de ello, eres pésima, ¿lo sabías?

— Pero si soy la mejor, ¿a caso no lo notas? Me divierto mucho hablando contigo, eres tan agradable que haría un altar en tu honor.

— Ahora le creo, eres hiriente.

— No me lo habían dicho —su reacción me divierte, puedo verificar que es alguien alegre, Xaromn me lo ha dicho, incluso me comentó que suele ser bastante sincero por lo que ha visto.

— Para, si sigues así no entenderé la mitad de lo que dices.

Sonrio ligeramente, procedo a asentir.

—Lo haré —el me mira estudiandome, también puedo notar que es bastante listo, ha mantenido su distancia, es gracioso, no me desagrada tanto—, de verdad.

— Oí que conoces bien el lugar, ¿sabes de algún sitio lindo en donde ver el atardecer? Siempre he deseado verlo desde la playa, ya sabes, reflejándose en el agua, es un fenómeno físico espectacular.

— Si lo que quieres ver es un atardecer en estas costas, no creo sea posible, pero, tal vez puedas ver a su contrario.

— Ya veo, eso me pasa por no revisar mapa alguno y no prestar atención al cielo. Entonces, veré el amanecer, debe ser igual de entretenido, supongo, espero no decepcionarme.

— Sí, conozco un sitio, vamos. Sígueme —lo llamo para seguirme, de todos modos, es preferible a ser mandoneada por mi equipo.

Nos alejamos del teatro sin avisar a nadie, guío al chico hasta una pequeño acantilado.

— Y bien... ahora solo queda esperar.

Asiento con la cabeza.

— Te llaman Kimi o Kisin, ¿cierto?

Me limito a asentir.

— ¿Qué le dijiste al danchō? Ha estado actuando extraño.

— Nada importante.

— Es obvio que no quieres hablarme por ser del equipo contrario, pero, créeme tu a mi, no les haremos daño, sabemos que muchos de ustedes podrían matarnos.

AKUMA NO GUNTAI. ᶜʰʳᵒˡˡᵒ ᴸᵘᶜⁱˡᶠᵉʳ ˣ ᴸᵉᶜᵗᵒʳᵃDonde viven las historias. Descúbrelo ahora