AKUMA NO GUNTAI. ᶜʰʳᵒˡˡᵒ ᴸᵘᶜⁱˡᶠᵉʳ ˣ ᴸᵉᶜᵗᵒʳᵃ

11. Sueño

Chrollo ha entrado a mi habitación, a decir verdad, es un sitio muy espacioso, claro, no es del tamaño de la habitación que tengo en casa, pero, aquí podría dormir Akuma No Guntai entero.

— No creí que aceptarás dejarme dormir aquí —dice el líder de la araña mientras alista el televisor y el reproductor, pues él se ofreció a hacerlo.

— Yo nunca acepté eso, vemos la película y te vas a dormir a tu habitación, ¿de acuerdo? —no me molesta dormir junto a mi equipo, pero, el sigue siendo un ente en el que no confío del todo, aunque él esté obligado a no hacerme daño.

— Está bien... —contesta mientras termina de preparar las cosas e iniciar la reproducción del filme.

Tocan a la puerta, es el servicio a la habitación, traen nuestra cena.

— Oye... —lo llamo— ven, siéntate aquí —le indico.

— ¿En serio?

— No, nadamás lo dije para que vengas aquí y tirarte de la cama de una patada.

— Comprendo, es en serio. Que maravilla... —¿por qué dijo eso?— ¿por qué el cambio tan radical?

Porque me caes mal, pero, no tanto. Además, si te enfermas estoy obligada a ayudarte por culpa de la tonta alianza.

— Guarda silencio y déjame ver la película.

...

Este hombre tenía razón, es buena, muy buena, me gusta.

El filme termina, enciendo las luces, parece que Chrollo tiene sueño, nunca lo había visto en este estado, se ve muy tranquilo, usualmente lo es, pero, se mira tan... débil que casi no creo que sea él.

Viéndolo así, tan apasiblemente recostado, es un hombre bello, pensándolo en retrospectiva, es agradable, pero, ¿qué piensas _____? No confíes en él, está usando sus sucios juegos contigo, llevas solo dos meses de conocerlo, no te puede agradar.

— Ki... —me llama el hombre en un susurro— me deslumbraste.

Dice tapándose los ojos con un brazo, mientras sus labios esbozan una sonrisa y suelta una suave risa.

— Ve a tu habitación —indico al joven adormilado.

— Creí que podría convencerte...

— No. Buenas noches, estrellita, lárgate —le digo, en serio quiero que se vaya.

— Hasta mañana —dice levantándose de la cama haciendo algunos estiramientos.

— Como sea.

Abro la puerta invitándolo a salir del sitio.

— Ki... mañana, ¿quieres ir al auditorio? Sin querer compré un boleto extra para escuchar a la orquesta el día de mañana.

— Claro, sin querer, para nada sospechoso, te creo.

— Si te dijera la verdad, no vendrías conmigo, ¿o sí?

— No.

— Me lo esperaba... —contesta con un profundo bostezo— solo, duerme bien, descansa.

— Ok —contesto para después entrar de vuelta a mi habitación asignada.

El sitio está ligeramente desordenado, las sábanas están un poco desacomodadas tras habernos sentado o acostado ahí.

Estoy cansada, fue un día largo. Apago la luz y me recuesto... esto... huele a Chrollo... tiene un gusto muy específico en colonias, siempre usa la misma, pasar tanto tiempo junto a él hace evidente su aroma, vaya situación curiosa.