8. Creo

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— Kimi, lleva a Chrollo a apostar, no acepto un no por respuesta.

— Eso lo sé, mi imponente líder —sarcasmo.

— Ki... No seas grosera con ella. Ve con él, no ves que el pobre no sabe dónde están los sitios importantes —responde atacante Natt, a veces se le salen cosas ofensivas, lo cual es raro, así que sonrío, es divertido—. Una disculpa, Chrollo, no quise ofenderte.

— Está bien, gracias, Ghoul, por su apoyo. Regresaremos pronto —a pesar de sus orígenes, es un hombre bastante educado, totalmente lo contrario a mi en todo aspecto.

Cubro mi rostro con mi usual mascarilla.

Me parece curioso, ¿cómo un hombre criado en las calles por la violencia y la desigualdad puede ser una persona tan culta y gentil en algunos aspectos? Exceptuando el hecho inherente de que es un asesino, cualquiera diría que es grandioso, no es explícito, pero, se preocupa por su equipo, además, incluso cuando su objetivo es aprovecharse de la ingenuidad de la gente, lo hace de una forma bastante amable y procurando causar el menor daño posible, se podría decir que es un criminal suave, si no supiera su situación, tengo claro que estaría perdida. Puedo admitir que lo admiro como asesino, sin embargo, está muy lejos de agradarme.

— Muéstrame un buen lugar para apostar.

— Depende de lo que quieras.

— Algunos libros o archivos estarían bien —menciona.

— Sígueme, es un buen momento para molestar a alguien.

— De acuerdo.

Lo conduzco por las calles, los colores cálidos llenan el lugar, todo esto parece uno de esos bazares que te muestran en las películas, gente ajetreada por todas partes, montones de comida y artículos, espectáculos callejeros, una verdadera fiesta, lástima que no me gusten, mamá sería muy feliz aquí, ah, es una fortuna que le guste más armar sus propios eventos.

Hora de aplicar los trucos que me enseñó el anciano.

— ¿Qué hay, César? ¿Listo para perder de nuevo el negocio?

— ¿Pero qué tenemos aquí? Aléjate, Aza, sabes que el viejo y tú ya no tienen permitido apostar aquí.

— K...

— Etoile —le digo a Chrollo—, déjame, concretar mis negocios con este buen hombre.

— Te lo dije, no apuestas aquí.

— Lo escuché, pero... también puedo oler tu miedo, apestas.

— No es no, ¿qué vas a hacer? ¿matar a más de mis hombres? —dramático.

— Sabes que las deudas se pagan. Te propondré algo...

— No.

— Shhh... Está vez, yo, no apostaré —su rostro cambia—, traigo a alguien más, solo mira esos aretes, apuesto a que valen mucho, el lo hará, si tú le ganas, te quedas con ellos, si el te gana, decides si apostar o no contra mi, no pierdes nada.

— Nada me asegura que no sea tan gran jugador como tú.

— Por favor, César, no me digas que le tienes miedo —digo despreciando a Chrollo—, apenas sabe el valor de sus posesiones.

— Está bien.

Toco el hombro de Chrollo consiguiendo llamar su atención, el me mira, yo me levanto sobre la punta de mis pies, él se percata de ello y baja la cabeza.

— Pierde y llama la atención —susurro, luego beso su mejilla, es preciso que todo esto se vea natural, no sería bueno que se diesen cuenta de mi treta—. Tu puedes —digo en voz normal.

AKUMA NO GUNTAI. ᶜʰʳᵒˡˡᵒ ᴸᵘᶜⁱˡᶠᵉʳ ˣ ᴸᵉᶜᵗᵒʳᵃDonde viven las historias. Descúbrelo ahora