Capítulo 3

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- Cinco años después, me la encontré,
Note de cuajo, que aprendió a fumar
Y, por su mirada, puedo jurar, que
Aprendió también, a no volver a creerme

-Roy Herbach.

***

Siete años después.

El corazón se me arruga cada día más, las lágrimas siguen brotando por mis mejillas y una vez más me pregunto ¿porqué?
Las palabras se me van, el aire me falta y lo único que sigue en pie es mi voz, temblorosa y entrecortada pero con la fuerza necesaria para gritar desde mi alma.
Y me quiebro... Una y otra vez, dejando que la melancolía corra por mis venas, dejando que esa ilusión de cuando sólo sonreíamos se quede en mi mente. El no haber podido verte feliz es uno de los recuerdo que más me pesa. Los malos recuerdos me atormentan día con día y me llena de impotencia y coraje el recordar la persona que fui en el pasado.

La veo todas las noches, hablo con ella y jugamos como en los viejos tiempos, pero todo acaba a la mañana siguiente cuando despierto y veo que se ha ido. Todos los días espero con ansias que llegue la noche para verla nuevamente. Encontré una manera excelente para poder encontramela...

No puedo creer que en un año hayan pasado tantas cosas recuerdo que cada día que pasaba estaba cada vez más y más lejos de Mónica. Recuerdo muy bien que cuando el tiempo de prueba de Magda término pude estar mas tranquila y confirmar que ella cuidaría bien de ella así que mande a decorar una de las habitaciones especialmente para Mónica para que la niña pudiese dormir sola y así no molestarme.

Me encontraba sentada en la orilla de la alberca con mis pies dentro de ella, y como ya se me ha hecho costumbre con mi trago seco en una de mis manos y un puro a medio consumir en la otra. Estaba tan perdida en mi pasado y recordando cada pequeña risita de Mónica que no me di cuenta en qué momento las lágrimas salían de mis mejillas, las retiro pero me resulta inútil.

Cada día que pasa puedo menos y siento que en cualquier momento voy a fracasar y mandaré todo a la mierd*, me es imposible no pensar en las cosas tan malas que me han sucedido. El karma verdaderamente existe. Escuchó unos pasos a mis espaldas pero no volteó, se que es él pero no quiero que me vea en este estado así que espero a que el llegue a mi lado y cuando lo hace se sienta junto a mi, asi que sin pensarlo dos veces me volteó a verlo y cuando conectó mi mirada con la suya es entonces que siento nuevamente ese dolor en el pecho, y aunque trato de mostrarme firme no puedo aguantarme más este dolor y me rompo nuevamente, el por su parte me apega a su pecho mientras deja un beso en mi cabeza.

- Eso, suéltalo. Nunca debes guardar lo que sientes. -dice mientras con delicadeza pasa sus manos por mi espalda- No olvides que siempre estaré para ti, te hice una promesa y pienso cumplirla.

Mi llanto ya era incontrolable y cada vez sentía que me faltaba más el aire, tenía que sacar todo lo que me he estado guardando estos últimos meses y que no me hace ningún bien. Cuando mi llanto había cesado y logré controlar mi respiración saque mis pies del agua y me ayudó a levantarme para subir a mi habitación, cuando llegamos a esta me siento en la esquina de la cama y el me ayuda a quitarme la ropa para ponerme mi pijama, cuando acaba deja un beso en mi frente y se retira dejándome sola. Hace un tiempo ya que lo saqué de mi recamara, y es que aunque trato dar lo mejor de mi simplemente no puedo, hemos hablado y por mas que le dije que entendería si quería terminar con esto su respuesta siempre era la misma Si estoy aquí es porque Te amo tanto que no podría dejarte sola nunca. Valoro mucho el hecho de que siga aqui y aunque nunca se lo he hecho saber con palabras el sabe que así es.

M Y   D A U G H T E R Donde viven las historias. Descúbrelo ahora