- 𝐜𝐡𝐚𝐩𝐭𝐞𝐫 𝐭𝐰𝐨 -

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— 𝐂𝐀𝐏Í𝐓𝐔𝐋𝐎 𝐃𝐎𝐒 —

— 𝐂𝐀𝐏Í𝐓𝐔𝐋𝐎 𝐃𝐎𝐒 —

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Después de estar fuera del departamento de la joven Ji-Soo los tres bajan hacia donde se encontraba el adolescente aun inconsciente. Se quedaron ahí por un rato hasta que el hombre simplemente se marchó y detrás de él se fue Ji-Soo. La joven Sun-Hee sin poder evitarlo cierra los ojos y en menos de cinco minutos cae profundamente dormida, el cansancio la venció.

Al despertar vio que ya era de día y el muchacho ya se encontraba despierto, este miraba la ventana estático. Sun-Hee se paró de la cama del joven y soltó un bostezo.

— Debes... debes ver esto...— informa el muchacho sin dejar de mirar la ventana, confundida, ella se acerca y al ver las calles queda estática al igual que el joven.

— Santo cielo... no puede ser. — comenta sin creerlo, era la primera vez que veía algo como eso. La ciudad estaba con fuego por todas partes, el cielo se veía completamente naranja y estaba todo hecho un completo caos. El adolescente llama la atención de la mujer cuando este cubre rápidamente su nariz. Estaba sangrando. — Me fijare en mi mochila para ver si tengo algo útil que nos ayude a parar la sangre...— informo la mujer mientras buscaba en su mochila su pequeño botiquín de primeros auxilios. Saco un poco de algodón y algo de alcohol.

Cuando la joven pudo detener la sangre que caiga por la nariz del adolescente los dos tomaron asientos aun sin creer que el fin del mundo había llegado. La mujer reviso su celular para ver si había vuelto la señal, pero solo se encontró que solo había internet. Rápidamente le aviso a su "compañero".

— Oye... sorprendentemente aún hay internet. — él la mira confundido y velozmente se levanta del suelo y camina hacia su computadora. Teclea bastante rápido y se queda un rato leyendo un par de cosas.

— Realmente el mundo se fue al infierno...— admite el joven mientras la mujer se acerca a él poniéndolo un poco nervioso por la cercanía. Ambos comienzan a leer una de las páginas de internet que tenía información sobre lo que estaba ocurriendo.

CRUCRU

NO ES UNA ENFERMEDAD ES UNA MALDICIÓN,

LE SANGRABA LA NARIZ CON FRECUENCIA

ALUCINABAN SONIDOS,

LA CAUSA NO PUDO DETERMINARSE

NO ERAN DE AQUÍ ORIGINALMENTE

VINIERON PORQUE MOSTRABAN SINTOMAS,

SE VOLVIERON SERES MISERABLES Y DESESPERADOS

𝗪𝗔𝗥𝗥𝗜𝗢𝗥𝗦 - Sweet HomeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora