- 𝐜𝐡𝐚𝐩𝐭𝐞𝐫 𝐧𝐢𝐧𝐞 -

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— 𝐂𝐀𝐏Í𝐓𝐔𝐋𝐎 𝐍𝐔𝐄𝐕𝐄 —


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Sun-Hee estaba inconsciente en la parte trasera de la camioneta mientras Hyun-Soo salía a enfrentar al monstruo y Sang-Wook apenas reaccionaba. Mientras el joven Cha junto con el señor Ahn enfrentaba al monstruo, Sang-Wook reacciono y se dio cuenta de que debía sacar a Sun-Hee de allí. Salió de la camioneta como pudo y vio a la joven inconsciente atrapada por el cinturón de seguridad, con toda la fuerza que tuvo rompió con su martillo la puerta logrando adentrarse junto a ella.

— Vamos... despierta— decía mientras trataba de sacarla de ahí pero el cinturón de seguridad se lo impedía. Pensando que hacer agarro un gran pedazo de vidrio y, cortándose en el proceso, corto el cinturón y logro sacar a la joven mujer del auto.

El hombre al ver unas pequeñas chispas de fuego y el combustible estar tan cerca se metió en uno de los tubos, cargando a la chica, en donde antes había dejado al infeliz de Seung-Jae. Se quedó allí cubriendo con su cuerpo a la inconsciente mujer, salvándose ambos de la gran explosión que hubo.

Con ayuda del señor Ahn y Hyun-Soo dejaron a la chica en el suelo de la entrada en donde apareció Eun-Hyuk y la examino.

— Esta bien... solo quedo inconsciente por el golpe pero tranquilos... No es tan grave. Déjenla descansar, ya despertara. — mientras Hyun-Soo y el señor Ahn fueron a ver a la bombera, Sang-Wook se quedó con la joven que comenzó a recobrar la consciencia.

— Auch... ¿Qué paso? — pregunta la joven mirando confundida al "mafioso".

— Chocamos... ¿Te sientes bien?

— Si... eso creo. — responde con una mueca mientras se toca la cabeza. Luego recordó como su padre le reprocharía lo que paso, solo porque estuvo al borde de la muerte. — ¿Podrías hacerme un favor?

— ¿Cuál?

— ¿Me llevas hacia la oficina del guardia? Mi padre no me encontrara allí... no quiero escuchar sus sermones ahora.

— ¿Te esconderás de él? — pregunta con una pequeña sonrisa casi invisible a lo que la joven asiente, sin notar aquella casi imperceptible mueca. Él se acerca y la toma en brazos para llevarla a donde le pidió y dejarla en la cama que solía pertenecer al guardia del edificio. Al recostarse en la cama la joven cayó rendida ante los brazos de Morfeo rápidamente. Realmente se sentía muy cansada.

Después de un par de horas la mujer se levantó de sus sueños con un gran dolor en toda su espalda, intento reincorporarse y se encontró con el hombre aun junto a ella. A unos cuantos pasos de ella apoyado en un escritorio, él estaba vendando su mano y al sentir movimientos la miro a los ojos, apartando su mirada al oír que alguien más se adentraba a la sala. 

𝗪𝗔𝗥𝗥𝗜𝗢𝗥𝗦 - Sweet HomeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora