🥀Narradora.
¿A un... hotel? — se dijo Hime a sí misma, mientras notaba que su corazón se aceleraba de nuevo.
—¿Estás de acuerdo? — preguntó Illumi mientras que comenzaba a manejar el auto. Hime rió sarcásticamente, mientras seguía de brazos cruzados y sin nisiquiera mirarle a la cara.
— ¿Me estás pidiendo el consentimiento? ¿De verdad? ¿Después de haber montado todo este escenario con Hisoka en medio del restaurante por no dejarme hacer lo que quiero? — soltó Hime de repente. Ella estaba enfadada y sentía mucha rabia, ya que Illumi podía estar comprometido con una mujer sin ella saber nada, y ella en cambio no podía hacer lo que quería. Pero parecía que al fin iba a tener explicaciones.
El pelinegro ante sus duras palabras se quedó callado. Por una parte no lograba entender el por qué de su enfado, pero por otra parte, sabía que le debía muchas explicaciones por todo lo sucedido. Illumi suspiró. Debía decir lo que sentía de forma sincera, o este asunto jamás saldría bien.
— Hime, yo... solo he hecho esto porque estaba celoso. — dijo Illumi tras unos instantes de silencio entre ellos. Esas palabras provocaron que Hime se girase hacía él de forma rápida, mirándole a la cara al fin.
— ¿Celoso? ¿Por qué ibas a estarlo? — preguntó curiosa Hime con cierto rubor en sus mejillas. En esos momentos no entendía que demonios estaba sucediendo con su vida.
— Ni siquiera yo mismo lo sé. — contestó Illumi con la mirada perdida en el horizonte, al estar manejando el auto no podía apartar la mirada de ahí.
- Hmm. — se limitó a musitar Hime, que no estaba demasiado convencida con su respuesta. — Ahora explícame como demonios sabía donde estaba. — exigió mientras volvía a cruzarse de brazos, de forma algo enfadada. Sin duda estaba teniendo demasiados sentimientos encontrados aquella noche: sintió atracción por Hisoka por una tremenda sed de venganza hacía Illumi, pero en cuanto el Zoldyck apareció ante ella, no pudo evitar sentir algo mucho más fuerte por él.
Los verdaderos sentimientos no pueden ocultarse, al fin y al cabo. Pero lo que más sentía Hime en esos momentos era rabia, desesperación y demasiada curiosidad por conocer los argumentos del Zoldyck.
Illumi, ante la pregunta de ella, suspiró de nuevo. Debía empezar a contarle todo desde el principio. Ocultar algunas cosas a alguien como Hime no iba a servirle de nada.
— Está bien, seré sincero contigo. — concluyó Illumi, mientras separaba una de sus manos del volante para acariciar lentamente la parte interna del muslo de Hime, provocando en ella un gran sonrojo. Él, a pesar de no poder mirarla en esos instantes, sabía perfectamente cual era su expresión en esos momentos. No pudo evitar realizar una pequeña sonrisa en su rostro al imaginársela.
La joven respiraba nerviosa mientras notaba la fría mano del Zoldyck tocándola. Nunca se había fijado tanto en sus manos, pero le parecieron muy atractivas de tan cerca; uñas afiladas, propias de un asesino, con las venas marcadas de una forma sensual. Sabía perfectamente como acariciarla para dejarla sin palabras.
Por mucho que hagas eso no pienso caer así de fácil, Illumi Zoldyck. — pensó la joven que aún estaba esperando sus explicaciones. Carraspeó de forma notoria para acto seguido añadir:
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MANSIÓN ZOLDYCK | Illumi Zoldyck |
Fanfiction"Trabajar para los Zoldyck fue la decisión más exitante que pude haber tomado, pero a la vez... mi mayor error" La mayoría de personajes pertenecen a Yoshihiro Togashi. Créditos a los autores de las imágenes.