10.

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🥀

Narra Hime.

El último mensaje que me envió mi hizo confirmar su identidad: se trataba nada más y nada menos que de Illumi. Sinceramente, no me apetecía contestar a sus mensajes. No se lo merecía, ni siquiera se había disculpado por haberme hablado así de mal el otro día, sin ni siquiera merecerlo.
Pero... ¿y si me hablaba porque se quería disculpar?

Las dudas invadieron mi mente. No podía pasar de él como si nada, al fin y al cabo, trabajaba para él, tenía que tener un mínimo de respeto hacía su persona y contestarle. Además, lo había echado tanto de menos estos días... a pesar de que se comportase como un maldito idiota, no podía evitar extrañarle a rabiar.

¿Qué podría hacer para frenar estos malditos sentimientos?

-Hime, ¿va todo bien? — me preguntó Kurapika mientras me miraba preocupado. — Te has puesto pálida mirando la pantalla del celular, ¿quién te ha mandado esos mensajes? — su mirada mostraba inquietud. Qué lindo.

— ¿Eh? Oh, nada, nada. Todo va bien. Es uno de los hijos de la familia para la que trabajo, me estaba preguntando unas cosas. — respondí, intentando quitar importancia al asunto, mientras posaba mi celular sobre la mesa boca abajo. No quería que ni Kurapika ni mis hermanos supiesen nada de los Zoldycks, y mucho menos de mi amor hacía Illumi. Si Kurapika lo supiese, estoy segura de que me haría dejar el trabajo. Siempre se ha preocupado demasiado por mí, viéndome como una hermanita para él, protegiéndome de todos. Y por eso mismo terminé enamorándome de él, pero, como es obvio, él nunca me podría haber correspondido. Su mente estaba únicamente centrada en la venganza. De hecho, lo sigue estando, y al parecer, más que nunca.

A día de hoy estoy feliz de no sentir nada más por él, hace todo menos complicado entre nosotros. Además, Kurapika nunca lo llegó a saber. Creo... Solo quiero pensar que fue un simple enamoramiento de niña y ya está. Una etapa que ya pasó. Desde entonces, nunca me había vuelto a gustar nadie; no encontraba a nadie que fuese lo suficientemente interesante. Hasta que llegó Illumi, por supuesto... incluso mis sentimientos hacía él son mucho más fuertes e intensos que los que sentí en su día por Kurapika.

Al pensar en todo eso me dí cuenta de que siempre me terminan gustando los hombres con los cuales sería díficil mantener una relación normal y corriente. ¿Será porque adoro los retos? Maldita sea, debe ser eso.

-¿Y no vas a responder los mensajes? — me dijo Hitoshi, interrumpiendo mis pensamientos. ¡Tenía razón! Si no le daba una respuesta a Illumi, probablemente todo iba a ir peor, y el ambiente en la mansión no tenía necesidad de empeorar, sino Kikyo y Silva se terminarían enterando y eso no sería bueno.

-Sí, sí, ahora le contestaré, no te preocupes. — le dije mientras le daba un sorbo a mi té, evadiendo el tema. Lo tenía decidido: tras el desayuno, le contestaría. Necesitaba pensar bien que palabras utilizar y qué contestarle realmente.

Nuestra mañana se basó en hablar sobre el examen de cazador, ya que todos me estuvieron pidiendo consejos. Les comenté que era un examen algo complejo, pero que ellos lo pasarían sin problemas. Aún así, insistí a mis hermanos en que tuviesen cuidado y obligué a Kurapika a que cuidase de ellos.

Tras un buen rato, pude ausentarme durante unos minutos para poder contestar a los mensajes de Illumi.
¿Qué debería decirle? Mmm... — comencé a dudar yo. Finalmente, decidí decirle en primer lugar porqué no estaba hoy en la mansión.

MANSIÓN ZOLDYCK | Illumi Zoldyck |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora