Capítulo veintiuno.
Una larga semana pasó. Justin no volvió a hablarle, ya no la llamaba, y ya no viajaba con ella por la mañana al colegio. Ashley había intentado hablar con él, pero Justin parecía no querer entender. Toda la semana se la había pasado pegado a Taylor, mejor dicho ella se la había pasado todo el día sobre él.
________ se sentía mal por ello. Sabía que todo había sido su culpa, por no decirle la verdad. Pero él era un terco, él no quería escucharla, y ella no iba a estar toda su vida tratando de explicarle y pidiéndole perdón. Si él quería que las cosas fueran así, entonces así serían.
Ashley se acostó a su lado en la cama.
- ¿En que piensas? – le preguntó.
- En que hoy es sábado y que podríamos salir – dijo la morena.
- ¿Quieres salir?
- Si – dijo ella asintiendo y giró la cabeza para verla – Hace mucho que no salimos.
- Tienes razón. Voy a llamar a Mathew para avisarle que saldré contigo – dijo y se puso de pie.
- Espera Ash, si quedaste en salir con Herver, ve tranquila – dijo ella.
- ¿Estas loca? Ni muerta pienso perderme de salir a bailar con mi mejor amiga. Además no quedé en nada con él. Solo me dijo que si hacía algo contigo le avisara.
________ sonrió y vio como su amiga salía del cuarto para hablar por teléfono. Ella se puso de pie y caminó hasta el balcón. Miró la casa del frente, y sintió nostalgia. Lo extrañaba, no entendía mucho el porque. Pero lo extrañaba. Ashley entró a la habitación y con cuidado se acercó a su amiga. ______ saltó un poco ante el susto de encontrarse con Ash detrás de ella.
- Me asustaste – dijo tocándose el pecho.
- Lo siento – dijo divertida la castaña. Miró hacia la casa del azulino – ¿Estabas pensando en Justin?
- No – dijo ______ rápidamente.
- ________ – dijo Ashley con tono de advertencia.
- ¿Hablaste con Herver? – preguntó para cambiar de tema. La castaña sonrió.
- Si, ¡esta noche iremos a divertirnos! – dijo divertida.
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Justin entró a la casa de la pelirroja, pero sus pasos se detuvieron al ver a todo ese grupo de gente allí. Giró la cabeza y miró a Taylor, está le sonrió levemente.
- Quiero presentarte a mis amigos – dijo ella. El azulino asintió con cabeza y se acercó un poco más a ellos – Bueno chicos, él es Justin, un nuevo amigo. Espero que reciban bien, pues desde ahora pasa a formar parte de nosotros.
- Un gusto Justin, soy Corbin – se presentó un moreno de cabello afro. Estiró su mano y el azulino la tomó en forma de saludo.
- El es Drew – empezó a presentarlos Taylor – Y ella dos son mis incondicionales amigas, Broke y Shelby.
- Hola Justin – dijeron las dos últimas nombradas al unísono.
- Es un gusto conocerlas – habló él.
Cuando al fin terminó de presentarles a todos los demás, Justin tomó a Taylor del brazo y la alejó un poco para poder hablar.
- ¿Qué significa esto? – le preguntó él.
- Vamos Justin, no seas tonto. Solo trato de que conozcas más personas. Verás que son buenos y vas a llevarte bien con los chicos – dijo ella.
- ¿Por qué haces esto?
Ella le sonrió levemente. Se acercó un poco más e hizo algo que Justin no esperaba para nada. Sin decir nada ella apoyó sus labios sobre los de él. Los ojos de Justin estaban bien abiertos, y no sabía que hacer ante esa inesperada acción de ella.
Taylor se alejó y lo miró fijo a los ojos.
- Me gustas Justin, por eso hago esto.
- ¿Qué? – preguntó él sin poder creerlo.
- Eso que escuchaste, me gustas y mucho.
- Taylor yo…
- Shhh – dijo ella apoyando uno de sus dedos sobre su boca – No digas nada, solo dejemos que las cosas pasen, ¿Si?
- Si – dijo él por lo bajo.
Ella tomó su mano y volvieron a donde estaban todos. Pasaron juntos la tarde, alquilaron unas películas y comieron palomitas. Justin se sentía extraño con tanta gente, nunca había estado con tantas personas de su edad.
Pero no se sentía mal, es más le agradaba. En toda esa semana en la que no se había hablado con _______, ni con Ashley, la que estuvo todo el tiempo a su lado había sido Taylor. Era un poco extraña, pero él la veía como una chica buena. Lo que las otras dos le habían dicho de ella, hasta ahora no se hacía presente.
La noche se presentó, ya era hora de volver a casa. Juntó sus cosas y Taylor lo acompañó hasta la puerta. Él se giró a verla.
- Gracias Taylor, de verdad……hace mucho que no la pasaba tan bien – dijo él.
- Me alegra mucho que digas eso. A mi me encanta estar contigo. Eres un chico increíble.
- Bueno, ya es un poco tarde. Debo volver antes de que mi madre se preocupe – dijo y comenzó a caminar.
- ¡Justin! – lo llamó ella.
Él se giró a verla.
- ¿Si? – le preguntó.
Un poco extrañado vio como Taylor se acercaba a él y otra vez sin decir nada lo besaba. Él estaba tan sorprendido como la primera vez, pero esta vez cerró sus ojos. Y se sentía extraño, muy extraño. Sintió como ella levantaba sus manos y rodeaba su cuello para acercarlo un poco más. Y cuando la necesidad de respirar apareció ella se alejó.
- Lo….siento – dijo la pelirroja.
- No….no pasa nada. Nos vemos.
Se alejó y comenzó a caminar hacia su casa. Su cabeza no dejaba de pensar. La actitud de Taylor lo asombró más de lo que esperaba. Pero al instante vino a su mente ________, cuando al fin llegó a la puerta de su casa. Miró fijo la casa del frente. Todas las luces estaban apagadas. De seguro ella no estaba. Suspiró levemente y entró a su casa. Luego de cenar subió a su cuarto y se tiró en su cama, para intentar dormir.
________ rió divertida mientras miraba como su amiga se terminaba sin parar un vaso de margarita. Ashley la miró y comenzó a reír también.
- Estamos ebrias – aseguró entre risas.
- No, eso es mentira – dijo la morena.
- ¡A tequilear! – dijo la castaña levantando la voz.
______ volvió a reír y tomó el pequeño vaso que estaba frente a ella. Se miraron divertidas y lamieron la sal que tenían en sus manos, para luego tomar sin sentir el tequila, y luego chupar un trocito de limón.
______ cerró los ojos al sentir el alcohol pasar por su garganta. Ya había perdido la cuenta de cuantos de esos cositos se había tomando, en realidad ni siquiera sabía donde estaba parada.
Rió divertida al ver la cara de Ashley y se puso de pie para ir a bailar en medio de la pista. Hacía tanto que no salía y hacía tanto que no se ponía en ese estado.
Para hablar con la verdad, nunca se había puesto muy ebria. Siempre fue recatada.
- ¡Esto es lo máximo! – aseguró Ashley sin dejar de bailar.
- Ash – le habló _______ sintiéndose repentinamente mal.
Su castaña amiga dejó de bailar y la miró.
- ¿Qué sucede? – le preguntó.
- ¿Qué hora es?
- No tengo idea – contestó y siguió bailando.
_________ giró sobre sus pies y se acercó al guardarropa. Tomó sus cosas y sin saber bien que estaba haciendo salió de allí. Caminó hasta su auto y se subió. Como pudo lo hizo andar y salió del estacionamiento de ese lugar. Tratando de mantener su vista en el camino y prendió la radio, quería un poco de música.
-You took my hand, You showed me how, You promised me you'd be around, That's right. I took your words, And I believed, In everything You said to me, That's right.
Ella escuchó la canción en silencio. Pero no pudo evitar querer llorar.
-If someone said three weeks from now You'd be long gone, I'd stand up and punch them up Cause they´re all wrong, I know better. Cause you said forever And ever, Who knew?[/i]
Está vez cantó en voz baja, mientras las lágrimas acumuladas en sus ojos amenazaban con salir. Sin pensar pasó uno de los semáforos en rojo.
-Remember when we were such fools And so convinced and just too cool. Oh no, No, no. I wish I could touch you again. I wish I could still call you friend. I´d give anything.[/i]
Está vez las lágrimas no se quedaron en sus ojos, salieron continuamente mientras entonaba aquella linda, pero a la vez áspera canción de Pink. No sabía porque se sentía así, pero si conocía la causa.
Justin.
Se bajó del auto cuando llegó a la puerta de su casa. Se tomó la cabeza con una mano y miró sus pies. Rió al ver que apenas podía estar parada.
Giró la cabeza y vio la casa de su vecino. Estaba por meter las llaves en su puerta, pero las guardo en su bolsillo. Sin siquiera mirar a sus costados cruzó la calle y llegó. Estaba por tocar el timbre, pero a su alcoholizada conciencia llegó la información de que seguramente estaban durmiendo.
Sonrió como una idiota y decidió llegar a él de otra forma. Miró a su izquierda y una escalera se encontraba cerca apoyada contra la casa. Volvió a sonreír y se acercó a ella para comenzar a subir. Por un segundo perdió el equilibrio, pero logro sujetarse.
- Maldita sea, malditas escaleras – dijo entre dientes y volvió su vista al frente.
Luego de varios minutos de subir, tratando de no caerse, llegó a una de las ventanas. Se atajó con fuerza y vio un poco dentro del cuarto. Era la habitación de Jason. La de Justin era la del balcón. Respiración hondo comenzó a moverse con cuidado, pero sus pies estaban tan blandos, que apenas sentía que era lo que pisaba. Soltó una pequeña risita y volvió a caminar.
Se agarró con fuerza del balcón y se tiró al suelo del mismo cayendo pesadamente. Rió por lo bajo.
- Shhh, _______ – se dijo a si misma mientras se ponía de pie – No queremos despertar a nadie.
Él abrió sus ojos al escuchar un sonido proveniente del su balcón. Se puso rápidamente de pie y abrió la cortina para mirar.
Sus ojos se abrieron bien al verla allí. Rápidamente abrió la puerta.
- _______, ¿Qué haces aquí? – le preguntó. Ella comenzó a reír y a tambalearse. Y ahí el castaño supo que ella estaba ebria.
- ¿Acaso solamente tú puedes subir por los balcones? – preguntó divertida – No, yo también puedo hacerlo.
- ¿Estas ebria?
- ¿Ebria? Ebria es una palabra demasiado fuerte. Yo diría estoy feliz. Muy feliz.
- Por favor, ven aquí – le dijo y se acercó a ella para tomarla del brazo.
- ¡No me toques! – le advirtió. Justin se alejó un poco – No quiero tu lastima. Eres igual a todos los demás. No quieres entender…
-________.
- ¡Déjame hablar! – sentencio. Se tambaleó un poco haciendo que rápidamente él se acercara a ella y la tomara de la cintura. _______ rió divertida – Suéltame.
- Estas demasiado ebria – dijo él mirando sus ojos.
En ellos se notaba a leguas la cantidad de alcohol que la morena había injerido. Estaban rojos y vidriosos.
- Demasiado ebria, si claro – dijo ella sin dejar de mirarlo fijo – ¿Qué se siente juntarse con la nobleza?
- ¿Qué? – preguntó él.
- Eso – dijo ella y se incorporó alejándose de su agarre – ¿Qué se siente ser aceptado por el mundo de Taylor Montgomery?
- ________, voy a llevarte a tu casa – dijo él e intentó agarrarla de nuevo.
- No, no hasta que escuches todo lo que tengo que decirte – habló ella retrocediendo un poco.
- Bueno, pero por lo menos entra un poco. No quiero que te caigas.
- ¡Ja! ¿Ahora te importo? – preguntó con ironía – Estoy segura que ayer ni siquiera sabías si estaba viva o muerta.
- No seas exagerada.
- ¿Ahora me tratas de loca? ¿Qué pasó contigo? ¿Dónde está el Justin dulce y compañero de hace un mes? ¿Lo tienes por ahí?
Se acercó a él y tomó su rostro con ambas manos para acercarlo rápidamente a su boca. Justin sintió como su corazón se salía de lugar al sentir ese inesperado beso atrapando cada vez más sus labios. Sus ojos se cerraron instantáneamente y se encontró colocando sus brazos alrededor de su cintura.
Ella levantó sus brazos y los colocó pesadamente detrás de su formado cuello. Sus bocas se movían suaves, rozándose con cuidado.
Ella mordió con cuidado su labio, acercándolo un poco más. No tenía idea de porque no se alejaba de él, mejor dicho no tenía idea de que estaba haciendo._________________________________
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